El Principe y El Dragón

CAPITULO 22

———Hare que muerdas las almohadas para ahogar tus gemidos——— respondió mientras besaba el cuello del rubio.

Aquello excitó al rubio que no pudo contenerse más y se dejó llevar por la lujuria acumulada y los besos y caricias que le daba el castaño. Steve mordía su labio tratando de ahogar sus gemidos con cada beso que recibía por parte del castaño.

———Tony...——— gimió el rubio ———Por... favor…——— suplicó y Tony sonrió complacido y sin darle más vueltas al asunto desnudo al rubio por completo.

———Te extrañe tanto——— susurro el castaño mientras se acomodaba entre las piernas de su amante.

Una vez estuvo acomodado llevo una de sus manos a la entrada, ya húmeda, del rubio y metió uno de sus dedos ganando un gemido por parte del rubio, Tony comenzó a meter y sacar su dedo con mucha lentitud para acostumbrar al rubio con la intromisión y una vez que noto que este comenzó a menear sus caderas en busca de más fricción metió un segundo dedo sacando un pequeño grito, Tony sonrió complacido y siguió con el vaivén con sus dedos hasta llegar a meter un tercer dedo, cuando Tony sintió que los gemidos del rubio se estaban haciendo más fuertes y por más que le encantarán decidió girarlo y ponerlo en 4.

———Toma una almohada y muerdela——— ordenó el castaño con la voz ronca por la excitación, Steve sin pensarlo dos veces tomó la almohada.

Y antes de que esté pudiera decir algo Tony lo penetró de una sola estocada haciendo que el rubio hundiera su rostro en la almohada para ahogar aquel gritó, el castaño comenzó a dar suaves estocadas esperando a que Steve se acostumbrara a la intromisión.

———Tony...——— alcanzó a escuchar el castaño para después comenzar a embestir con más fuerza y rapidez escuchando como los gemidos del rubio eran ahogados por la almohada.

Tony podía sentir cómo las paredes del rubio lo estaban comenzando a apretar, aquella gloriosa sensación solo significaba una cosa y era que Steve estaba por correrse, así que tomó las cadera del rubio con más fuerza y comenzó a dar fuertes y profundas embestidas llegando a tocar aquel dulce punto que hacía perder el control al rubio, tanto que esté comenzó a morder la almohada.

———Tony...——— dijo entre dientes ———Tony… Tony...——— repetía una y otra vez excitando más al nombrado y motivandolo a seguir con el ritmo ———Tony…!——— gruñó mientras se corría con abundancia. Tony no tardó en correrse ya que al sentir como las paredes del rubio lo apretaban no pudo contenerse más.

———Steve...——— gruñó el castaño una vez se corrió.

Ambos hombres cayeron exhaustos en la cama, Steve se acercó un poco al castaño para acomodarse sobre su pecho y comenzar a acariciarlo, Tony lo abrazo y beso sus rubios cabellos dándole a entender al rubio cuánto amaba estar así con él, y cuando menos lo sintieron ambos quedaron completamente dormidos.

Cuando ambos despertaron Tony fue el primero en percatarse de que el sol estaba poniendo, lo que quería decir que la cena ya iba a estar lista, ambos hombres comenzaron a vestirse entre besos y caricias. Una vez llegaron al comedor se percataron de que nadie había llegado aún, sin más que decir se sentaron juntos. A los pocos minutos Nat y Bucky aparecieron junto a Barton, bromeando por lo que se podía notar.

———Pero miren, el maestro y su alumno al fin llegaron de su duro entrenamiento——— bromeó Clint haciendo reír a Nat y a Bucky mientras que Tony y Steve se sonrojaron por la vergüenza.

———¿Y Sharon?——— preguntó el castaño.

———Ya estoy aquí——— respondió ———Querido——— eso último dejó sin palabras a todos ———¿No recuerdas que tú y yo soñamos con casarnos cuando éramos pequeños?——— Tony trago grueso.

———Ahm si, pero eso fue hace mucho ya estamos grandes y ambos llegamos a la conclusión de que no nos queríamos casar, al menos no entre nosotros——— explicó el castaño ——— por favor chicos tomen asiento que pronto servirán la comida——— pidió y estos solo asintieron y se sentaron.

El resto de la cena fue muy incómodo ya que Sharon se había comportadomuy extraña, todo el rato trato de hablar sobre una boda que nunca existió, una vez todos acabaron de cenar optaron por dar una vuelta por los alrededores del palacio y por más que Tony trato de entender la razón del comportamiento de Sharon la respuesta no llegaba a su cabeza. A Tony le hubiera encantado pasear junto a Steve, pero Sharon se había pegado demasiado a él que no podía zafarse de ella solo le quedó ignorarla y seguir con el recorrido y la plática entre sus amigos...