Nadando no se había podido quitar de la cabeza al rubio desde que se habían conocido.
Eso era un hecho que le molestaba y al mismo tiempo le agradaba. Entre estar en el taller y controlar a los niños en la mafia su día era agotador, por más que quisiera a todos esos "niños" en su día no encontraba lugar para el mismo y sus caprichos. Más ahora que tenía a dos nuevos en su trabajo. Un tal Manolo y el primo de Emilio, Pablito.
Su tiempo libre era algo escaso, pero que cuando lo conseguí, prefería descansar que buscar algún nuevo amigo o una nueva afición/distracción tal como lo era ser mecánico, que al final se había convertido en su trabajo.
No estaba seguro de que era exactamente el rubio para él en ese momento, pero no podía negar aquello que había nacido entre ellos desde el primer momento que se vieron. Era cómo algún tipo de secreto que sólo ambos podían conocer, una contraseña que se pasaban a través de las miradas para poder acceder a la mente del otro. Incluso cuando el ojiazul no dejaba de coquetear con Yun en la reunión de bienvenida, con una mirada entre ambos bastó para que entendiera lo que Gustabo estaba haciendo. Fuera de sentirse furioso, celoso o algo parecido, admiró el trabajo que Gustabo hacía con sólo saber donde tocar o cuando hablar.
A ese rubio le gustaba correr de lleno a los problemas y a Nadando le encantaba eso. Necesitaba más de Gustabo en su vida, no a medias, quería el paquete completo. Quería que se muestre a él con sus verdaderos colores y adorarlo, como si fuera una muñeca rusa, porque así era como lo veía él. Lo veía como alguien con más y más sorpresas dentro de él, pero que todos eran, de alguna forma, parte del mismo cuerpo, parte de Gustabo.
El sonido de su celular lo puso alerta, hoy había reunion con The Union para hacer recuento de stock y ver cuál era el próximo trato que debían hacer. Por lo que sin pensarlo salió del taller, mientras miraba la pantalla, comprobando de quién era la llamada.
- ¿Nadando? -No se lo esperaba, pero no se quejaría, debía admitir que tanto pensar en él le habían dado ganas de verlo.
- Si, ¿Gustabo?
- ¿Dónde estás? - Se tensó ante la pregunta, ¿acaso Gustabo sabía de su doble vida?
- ¿Porqué la pregunta?
- El tema es... que quería verte antes de la reunión con todos... ¿Me dices donde estás o pasas a recogerme?-
Estaba confundido, ¿porqué tan de la nada quería verlo?
La imitación del pequeño de él, le había parecido algo demasiado inesperado y tierno, sin haberse dado cuenta, de un día a otro hablaban cual amigos de toda la vida, sus corazones le decían que confiaran en el otro, y su mente no se oponía, por lo que se dejó llevar por sus emociones. No iba a desperdiciar la oportunidad de pasar un tiempo a solas con ese rubio, en especial si se lo había pedido así, tan genuinamente. Notaba un deje de sentimientos en la voz del rubio por más que sus palabras parecían sonar como simples coqueteos.
No sabía como pero ya estaba sonriendo como estúpido. Que Gustabo lo llamara cuando estaba así, le hacía sentir especial y un par de remolinos en su vientre. Puede que sea mala idea dejar el taller con solo alumnos, pero necesitaba ver al rubio y averiguar que le ocurría.
Tomando un auto de los tantos que tenía en su garage privado, se dirigió a la sede lo más rápido que podía. Había tenido la increíble idea de pasear al rubio en helicóptero. Era algo que siempre lo lograba tranquilizar a él, quizá tendría el mismo efecto en el menor. Esperaba no fallar con la corazonada que tenía.
Llegando al puerto, no vio a nadie cerca del lugar, así que sin miedo entró de una por la reja. Si Xiaomi no estaba, Nadando era el segundo a mando así que no debía pedir permiso a nadie para quitar un helicóptero del lugar.
- Pero Xiaomi... que yo te vi como coqueteabas con él...
- Pelo Tonet, te plometo que no tenemo' nada
- ¿Y si me estás mintiendo?
- Puede' pleguntale a Wilson mismo, ya velas
- Esta bien...
Puede que Nadando haya visto algo que no le incumbía, así que volteó su cabeza para otro lado al ver a estos dos melosos detrás de una pila de maderas, tratando de salir de ahí los más rápido posible, fracasando terriblemente cuando sonó su celular por un mensaje del rubio.
Xiaomi buscó con la mirada el lugar de donde venía el sonido, encontrándose con el mecánico sin máscara, después de procesar quien era, lo observó con algo de confusión. ¿No iba a estar todo el día en el taller?
- ¿Nadando?
- El tema es... estoy aquí solo para recoger un helicóptero. Os dejo a ustedes tranquilos.
- Y-yo... Nadando - Tonet estaba nervioso, mierda, se sentía como si su padre lo hubiera visto besarse con su primera pareja-
- Está bien Tonet, en serio - buscó darle una sonrisa de confianza y se alejó a pasos apresurados, no quería ni podía ser mal tercio, había un rubio esperando por él en la ubicación que le había llegado a su móvil.
En todo el camino hacia el helicóptero, dudaba si lo que había visto era algo que debería comentarle al rubio. Poniendo el helicóptero en marcha, se respondió a si mismo; "No es necesario" Pues al final y sabía que para el rubio, el encuentro entre él y Xiaomi no había sido para nada mas que escalar.
Pero oh, lo que estaba a punto de nacer entre él y Gustabo sí que sería algo especial. Se aseguraría de hacerlo así. No ataría al rubio con él, sabía que el de orbes azules llegaría a hacer casi cualquier cosa par conseguir lo que quería, en especial cuando se encaprichaba con algo, sería tonto buscar encadenarlo, así lo perdería. Y él no quería eso, Armando lo que quería es que cuando necesite un hombro donde apoyarse, cuando necesite despejarse, cuando necesite algo más que solo un polvo, cuando necesite un compañero para poner la ciudad en fuego... Gustabo siempre busque tenerlo a su lado.
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Este cap es un poco como un "bonus".
Quería que notaran la conexión entre Armando y Gustabo por parte del mayor.
Y a pedido del publico, con un poco de YunxTonet.
Mañana si o si el final.
No lloren babies, todos han tenido su closure indicado.
-Scarlett 💖-
