» Heather
Why would you ever kiss me?
I'm not even half as pretty
You gave her your sweater
It's just polyester
But you like her better
Wish I were...“Ten, mi suéter”, fueron las palabras de Timothée en una helada noche de diciembre, mientras estábamos sentados en el tejado de su casa y él me ofrecía la prenda.
“¿Sabes, Lilly Ann?, se te ve mil veces mejor a ti”, comentó una vez me vió con el puesto.
“¿No pasarás frío tú?”, le pregunté, viendo sus atrapantes ojos verdes, sintiéndome segura y protegida a su lado.
“No. Estoy bien. Ven, acércate, desde aquí puedo ver el Cinturón de Orión.”, contestó, haciendo palmaditas sobre el lugar al lado suyo para que me siente.
Una vez estuve a su lado, me abrazó por los hombros con su brazo izquierdo, mientras que con el derecho apuntaba hacia el cielo estrellado, diciéndome centenas de curiosidades sobre las constelaciones que más le gustaban.
A Timothée y a mi nos encantaba la astronomía, tal vez a él un poco menos que actuar, pero siempre me estaba contando cosas sobre las estrellas y yo a él sobre los planetas.
Junto a él podía sentir que todos los cuerpos celestes impregnados en el cielo eran simple, completa y sencillamente para nosotros.
Claro, que eso fue hace un tiempo.
Con el tiempo Timmy dejó de interesarse tanto por la astronomía y dedicó por completo su atención a la actuación.
Los primeros dos años de preparatoria nos la pasamos yendo de su tejado al mío y viceversa para sentarnos a observar la gran y misteriosa noche, pero el último año él dejó de salir.
Nuestra última oportunidad para decidir quienes seríamos por el resto de nuestras vidas se encontraba en esos últimos 365 días de escuela, y desde que empezó el primer día supe que Timothée ya se había decidido.
Esa calurosa mañana de agosto él llegó completamente emocionado conmigo para contarme que se había inscrito al club de teatro.
“Lilly Ann, ¡a qué no sabes lo que hice!”, dijo, con sus ojos brillando y una gran sonrisa en su rostro.
“¿Domaste un tiburón mientras comías un blizzard sabor pay de queso y frambuesa de Dairy Queen en el aire?”, le pregunté con un tono sarcástico, a lo que él se rió y sacudió la cabeza.
“Deja de bromear, ¡es serio!”, contestó él, cerré mi casillero y alcé las cejas hacia él para que me contara. “¡Me inscribí al club de teatro, y en dos semanas haré audición para Romeo!, ya sabes que al final del año la escuela siempre organiza una obra. ¿Te imaginas que obtenga el papel?, oh, Lilly Ann, tengo un nuevo sueño.”
En ese momento lo único que atiné a hacer fue sonreírle y hacer preguntas sobre el club de teatro mientras nos dirigíamos a clase, tan emocionada como él porque había encontrado una nueva pasión; claramente no esperaba que olvidase la nuestra.
Tres semanas y media después Timothée llegó hacia mi nuevamente emocionado, pero esta vez en la cafetería y no en el pasillo.
“¡Lilly Ann, Lilly Ann!”, gritaba mientras se acercaba a toda velocidad para terminar sentado en la banca frente a mi. “Dios, ¡estoy tan emocionado!, redoble de tambores por favor.”, reí ante su comentario y procedí a golpear la mesa como si de aquel instrumento se tratara. “¡Conseguí el papel de Romeo!”, exclamó, a lo que mi boca formó una perfecta “O” que rápidamente se convirtió en una sonrisa, me levanté y me subí sobre la mesa de la emoción para poder abrazarlo.
“¡Oh, Timothée!”, exclamé igual de emocionada. “¡Es maravilloso, no puedo creerlo!, ¡estoy orgullosa de ti!, cuéntame anda, ¿qué más te dijeron?”
“¡No me lo creerías!, el profesor me dijo que mi actuación fue, en sus palabras, ¡sublime!, me dijo que tengo un talento innato y si me esfuerzo fácilmente podría, otra vez, redoble de tambores por favor”, golpeé la mesa nuevamente, esta vez sin un ritmo, ya que estaba desesperada por saber qué diría Timmy a continuación. “¡Tener un futuro en la industria!, ¡¿Escuchas lo que te digo, Lilly Ann?!, ¡podría ser un gran actor, podría estar camino a los Oscars!”
“¡Ahh, Timothée!”, exclamé y me abalancé sobre él una segunda vez. “¿Puedes tan sólo imaginarlo?, ya puedo imaginarte en esa alfombra roja, tal vez con un traje azul eléctrico... ¡O no, mejor un rosa fucsia!, sí, sería fantástico, con tu largo cabello despeinado, ¡Oh, Timmy, serás fantástico!”
Después de ese ataque de emoción por parte de ambos, las próximas semanas me dispuse a acompañar a Timothée a sus ensayos dos veces a la semana. En aquel momento sólo eran unas cuantas horas, pero cuando se acercara la fecha de la obra, estarían metidos en el teatro todo el día, todos los días.
Al principio quise formar parte del club, pero cuando quise ensayar con Timmy, se rió en mi cara por mi terrible interpretación. Primeramente quise hacerme la ofendida, pero sabía que sus risas no eran en vano. Era, y sigo siendo una pésima actriz.
Luego, descubrí el club de corte y confección, que ayudaba a teatro con sus vestuarios, y curiosamente tuve la epifanía de saber que era realmente talentosa para diseñar ropa.A cinco meses antes de la obra, Timothée dejó de sentarse conmigo en la cafetería, y comenzó a sentarse con los de su club. En un principio me pareció raro, y me sentía rara de no tenerlo a mi lado en la mesa, pero luego pensé “¿Qué demonios?, Timmy puede tener más amigos, es decir, ni que fuera su novia para estar celosa, ¡y aunque lo fuera no tendría razón de estarlo!, no hay ningún problema con eso, madura Lilly.”
Pero luego dejó de acudir a mi llamado cuando golpeaba su ventana para subir al tejado y ver el cielo.
Después dejó de contestar mis mensajes.
Y finalmente, comenzó a ignorarme en la escuela.
Pero la gota que derramó el vaso, fue una vez que me asomé por la ventana, y lo vi en la azotea observando los astros, con Camille, quién hacía de Julieta en la obra.No me enojé con él, ni mucho menos, pero me sentí traicionada. Las azoteas eran nuestro lugar, ahí compartimos cientos de cosas al paso de los años.
Me quedé observándoles sólo por unos cuantos segundos más, pero fueron suficientes para notar como Timothée le ofrecía su suéter, y le daba un tierno beso en la punta de la nariz.
Cerré la persiana de golpe y le di la espalda a la ventana.
Me dirigí hacia mi cama y me senté, algo aturdida por los recuerdos de nosotros aquella noche de diciembre.Ahí me di cuenta de lo perdidamente enamorada que estaba de él.
Pero no podía obligarlo a sentir lo mismo por mi, y lo sabía, él no estaba obligado a corresponderme sólo por las cosas que hicimos juntos.No quería sentirme mal, pero la inseguridad me llegó de repente: “la besó, debe estar besándola justo ahora, a ella, no a mí, ¿por qué habría de besarme?, no soy ni la mitad de lo que es Camille”.
Otra parte de mi pensaba todo lo contrario: “¡Estás siendo ridícula Lilly Ann!, es sólo un chico, hay millones más de ellos. Tú eres suficiente, deja de pensar tonterías”.
Aún así, lo único en que podía concentrarme en ese momento era una sola cosa, y lamentablemente no era ninguna de las dos partes que discutían en mi mente, era una nueva y distinta que yo no reconocía:
“Quisiera ser Camille”.
¡Hola!
Les contaré lo que pasará ahora, este One Shot lo diviré en dos partes, la primera parte acaba aquí y en los próximos días publicaré la siguiente.
Pero necesito saber si les gusta:(¡Recuerden votar y comentar!
—M
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» one shots ; PEDIDOS CERRADOS
Fanfiction» ¿Buscas una historia de esas que crees que sólo existen en tus sueños? Estás en el lugar correcto. «PEDIDOS EN PAUSA» borrador: 23 de marzo 2019 publicación: 13 de julio 2020 final: ???