» one shots ; PEDIDOS CERRADOS

»tom holland.

» R U Mine?
In my mind when she's not right there beside me
I go crazy 'cause here isn't where I wanna be
And satisfaction feels like a distant memory
And I can't help myself, all I
Wanna hear her say is “Are you mine?”

Corriendo por los pasillos de la escuela, casi puedo escuchar la voz de la profesora Salazar, “Otra vez tarde, señorita O'Connel, pase, pero al final del día irá a trabajo social y pedirá que le firmen un reporte”.
Al doblar la esquina, casi como en una película de romance adolescente, choco contra un muchacho.

— Oh cielos —digo—, ¿Estás bien?

— Si, estoy bien, ¿y tú?

— Eh, bien, sí, sí, tengo que irme o la señorita Salazar me mandará reporte por quinta vez en el mes...

— ¿Vas con la señorita Salazar? ¡Oh Dios!, llévame contigo, literalmente Tom y yo llevamos como 20 minutos buscando el maldito salón.

— ¿Tom? ¿Quién es Tom?

— Soy yo —dice una tercera voz detrás—, y Harrison y yo estaríamos muy agradecidos de que nos llevaras, a juzgar por lo que dices nosotros tampoco queremos un reporte el primer día.

Es lindo. Su cabello es perfecto. Demasiado.

— Ah, si claro, es por aquí. Soy Alíah por cierto.

                                                 ° ° °

— Entonces, Tom dijo "hay que saltar, de cualquier modo estamos casi muertos, ¿has visto los Rottweiler que nos persiguen?" y saltamos de ¡un segundo piso! y estuvimos apunto de salir ilesos, pero dos años después de eso me sigo preguntando, ¿qué mierda hacían tres rottweiler dentro de una casa tan genial como aquella?

— Si con ilesos te refieres a un total de dos piernas rotas, tres brazos y cinco costillas fracturadas, si salimos ilesos —sentencia Tom comiendo una papa frita y acto seguido Harrison le pega un sape.

— ¡Dije que casi salimos ilesos, genio!

Me río junto a ellos. Tom, Hazz y yo nos hicimos muy buenos amigos desde el "encuentro" como Harrison le llama. Algo como que el destino nos juntó o algo así. Mi atracción hacia Tom va en aumento desde entonces.

— Terminen sus papas fritas y vámonos, tenemos que terminar el proyecto. Me toca pagar a mi, ¿cierto?

Tom se levanta y me acompaña para pagar en la caja mientras Hazz va por el auto.

— Son $10.58 dólares. ¿Cómo te llamas?

— No creo que mi nombre sea relevan... —empiezo a decir, pero la chica no me está preguntando a mi, sino a Tom—

— Eh... Soy Tom.

— Soy Audrey. Un placer, Tom.

— Sí, como sea Audrey —digo y pongo el dinero en el mostrador—, Tom y yo ya nos vamos. —tomo la mano de él y me dirijo a la puerta. —

— Hey, hey, Alíah, calma, ¿qué fue todo eso? Era una chica agradable.

— Pues si era tan agradable ve a revolcarte con ella.

— Estás celosa.

— No estoy celosa.

¡Claro que estoy celosa!

— Era agradable, sí, pero hay algo que no tenía — toma mi mentón suavemente y hace que lo vea —, ella — se acerca poco a poco a mis labios, y cuando estamos respirando el mismo aire suelta: — no eras tú — sentencia.

Tom juntó sus labios contra los míos y me dió un suave beso, mi cuerpo estaba temblando de pies a cabeza.

— ¿Jacob?, ¡amigo, me debes 20 dólares! — grita Harrison sonriente detrás hablando por teléfono provocando que nos separemos.

— M