Diez

2.5K 340 19
                                    


Mew no podía creer lo que tenía delante.

...-McIntosh, no... no puedes ser tú....

-Me alegra verte, muchacho.

-¿Cómo es que estás libre?-preguntó este extrañado.

El veterano rió nuevamente.

-¿Dónde están Gulf y Mild?-preguntó Mew pataleando para llegar a Willy-...¡Como le pase algo te mataré!.

¡Paaamm!... el veterano le golpeó en la cara.

-¡Cállate!...tú no me harás nada, además tu precioso esposito cabrón ya pagó por lo que me hizo en el hotel.

Al joven empresario se le llenaron los ojos de lágrimas.

-¡No!, ¡no puede ser!, ¡Gulf noooo...!, ¡te mataré hijo de puta!-gritó intentando levantarse.

¡Paaamm!, este recibió otro golpe.

-¡Cállate, te dije!, olvídate de una vez de este tarado...esto es entre tú y yo.

Mew apenas veía pues de sus ojos no paraban de salir lágrimas, solo de pensar en que su hermoso esposo podía estar muerto se le rompía el alma y el corazón, era injusto pues era inocente.

-¿Qué haces en libertad?, Tu estabas en la cárcel por lo que le hiciste a la empresa- preguntó este finalmente.

-Verás querido Mew... la justicia de aquí no es tan severa como piensas, ¿Sabías que portándote bien, con dinero y moviendo unos cuantos hilos, pronto obtienes la libertad?.

El joven empresario asintió con pesar.

-Claro, que tonto... has sobornado al juez con mi dinero ¿Verdad?... Ese que me robaste y que no apareció.

-Mew.... Mew... Mew.... vaya no eres tan tonto como pensaba... Verás, en esto no he actuado solo... Tengo muchos aliados y socios que me han cubierto la espalda mientras yo estaba encerrado y que se cobraron mi venganza con tu empresa.

El joven lo miró horrorizado.

-El incendio...¿t-tú lo ordenaste?-preguntó este dándose cuenta de la conexión.

-Exacto... el incendio, mi querido, muchacho... Eso no fue casualidad, ni tampoco un accidente... Uno de mis ayudantes lo provocó por mi.

-¡Eres un maldito sádico!, ¡varios trabajadores murieron y hubo muchos heridos...

McIntosh gruñó con furia.

-¡Me importan una mierda!, ¡solo quiero vengarme de ti y de tu maldita empresa a la que entregué mi vida!-gritó de nuevo este dándole otro puñetazo-... ¡Soporté a tus estúpidos padres y luego a ti!, ¡He tenido que reír tus malditos chistes sin gracia y me he aguantando tus órdenes!.

-¡Mis padres te apreciaban, maldito cabrón!, ¡y-yo te consideraba mi amigo... mi aliado!.

El veterano lo agarró del pelo y se acercó a la cara de Mew.

-Todo iba muy bien pero tú y el entrometido de tu difunto maridito lo estropeasteis todo.

-¿Qué quieres decir?.

-Te contaré toda la historia de una vez...a ver si te enteras de algo por una vez, estúpido.

Este se apartó y empezó a caminar alrededor de Mew.

-Verás... tus queridos padres descubrieron un desfalco en las cuentas... Por aquel entonces, yo aún no tenía mucha práctica y tonto de mi, cometí un error... Ellos me descubrieron y aunque no me denunciaron pues los tontos estaban muy cegados por el cariño que me tenían, nada volvió a ser igual...Finalmente se dieron cuenta de que yo quería hacerme con la empresa.

-¡Oh no!... ¿Tú los mataste?-preguntó furioso el joven empresario intentando levantarse de nuevo y alcanzarlo.

-Si...yo saboteé su coche y por eso tuvieron el exitoso accidente.

-¡Maldito cabrón!, ¡Eres un hijo de puta!-gritó este con sus ojos llenos de lágrimas.

-Wow.... wow, tranquilo amigo...Verás, todavía me quedaban cabos sueltos y mi idea era que tú murieras cuando vinieses por el incendio pero mi salida se retrasó, así que aquí estamos de nuevo... Ahora es la ocasión y por última vez verás a tu empresa...tras la remodelación, es cuestión de tiempo que pase a mis manos.

El veterano sacó un arma y le apuntó.

-Si mi esposo ya no está, la verdad es que me da igual todo pero tan solo te pido que no despidas a los trabajadores y que el esfuerzo y la muerte de mis padres no caiga en vano.

McIntosh rió fuertemente.

-Eres patético...anda despidete del mundo, Mew... vete con tus malditos padres y tu maldito esposo.

El joven empresario cerró los ojos y trago saliva, sonrió pues como el veterano había dicho, él se reuniría con sus padres y su hermoso Gulf en la otra vida.

Pum... pum...

Entonces, dos sonoros disparos se escucharon...

Entonces, dos sonoros disparos se escucharon

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
11. El nuevo secretario -Tercera parte -Mewgulf (Zaintsee) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora