Semanas despuésGulf estaba muy contento, sus negocios con un complejo hotelero habían salido a pedir de boca, además ya Mew regresaría a casa después de una semana en Hong Kong.
Él quería haber ido con él como prometió hacer pero no se sentía muy bien y de hecho llevaba un tiempo incómodo, molesto y con el estómago revuelto, además de tener mareos.
Este se sentía más mimoso que nunca y con necesidad de tener a su esposo a su lado a todas horas, por lo que al despedirse en el aeropuerto, el empresario le había hecho prometer que iría al médico pero aún no lo había hecho.
Ese día, al salir de la oficina no le quedó más remedio que acudir la clínica privada de rápidos resultados pues disponía de poco tiempo.
Tras el examen del médico, esperó un tiempo y entonces éste le dio una noticia, la cual no se esperaba para nada.
El moreno se sintió molesto, se sintió asustado y sobre todo se sintió angustiado, rápidamente guardó sus resultados en el bolsillo de su chaqueta y se fue a casa.
Este lo preparó todo para la llegada de su marido, para ello echó pétalos sobre la cama, puso champán en la cubitera y las copas en la mesita, además de un plato lleno de ricos fresones.
También una música suave que ponía el toque romántico al ambiente pues Mew se lo merecía, ya que era el amor de su vida y él quería dárselo todo.
Momentos después, la puerta de la calle se abrió y el moreno corrió a tumbarse en la cama solo con un picardías rojo que se había comprado para la ocasión.
El empresario entró y sonriendo de oreja a oreja, se quitó el abrigo, la chaqueta y la puso con la ropa de su esposo que estaba sobre el buró, acto seguido se acercó para besarlo.
-Oh joder cariño, estás impresionantemente sexy... te he extrañado muchísimo.
-Hola querido, yo también te extrañé.
Mew se subió a la cama y lo acarició tiernamente.
-¿Estás mejor?, ¿qué te ha dicho el médico?-preguntó mientras dejaba suaves besos en el cuello de este.
El moreno miró hacia otro lado.
-Nada, es solo algo de estrés, nada más-mintió.
El empresario lo miró extrañado.
-¿A qué médico has ido?, ¿seguro que solo es eso?- preguntó Mew de nuevo preocupado pues no quería que volviera a tener otro episodio como en el pasado.
El moreno asintió fervientemente.
Confiado, el empresario se sacó el resto de la ropa y se quedó solo el boxer, entonces se acercó a su marido, el cual lo recibió con una sonrisa picarona, luego se besaron de nuevo y se abrazaron llenándose del olor del otro.
Se habían extrañado mucho y pronto el calor subió, cientos de veces habían hecho el amor pero sentían los nervios y la excitación de la primera vez.
-Oh Joder, me pone mucho esta lencería Gulf pero necesito tenerte.
El moreno sonrió y entonces se la quitó y la lanzó al suelo, sin esperar, el excitado empresario comenzó a besarle hambriento de su cuerpo.
Gulf se retorcía de placer al sentir el roce de los labios de este en su piel, entonces se abrió de piernas y su esposo se subió a él colocándose en línea con su entrada.
Las penetraciones no se hicieron esperar, estaban demasiado excitados y hambrientos por lo que estas, lentas y suaves al principio, se hicieron profundas y más rápidas enseguida, sumergiendolos en un delirante y frenético placer.
Cuando llegaron al clímax, ambos soltaron hilos de espeso y caliente semen, en medio de agitados jadeos y gemidos.
-Oh joder, te amo tanto.
-Y yo a ti, mi amor.
Después de eso, estos degustaron los deliciosos fresones, el champán sobre la revuelta cama, en la que durante la noche, la pareja tuvo un par de encuentros más, hasta caer exhaustos y durmiéndose abrazados e inmensamente felices.
(...)
En la mañana, Mew se despertó y entonces vio que su esposo no estaba en la cama, entonces escuchó ruidos en el baño y lo llamó pero este no contestó.
Preocupado se levantó y se acercó al baño encontrándose a Gulf tendido en el frío suelo desmayado, corrió a auxiliarlo y rápidamente lo cargó y llevó hasta la cama.
-¡Cariño!, ¡Despierta!, ¿qué te pasó?, ¿estás bien?-este lo abofeteaba delicadamente para que reaccionara.
Gulf abrió sus ojos.
-¿Qué me pasó?-dijo incorporándose.
-Oh joder, me asustaste...amor, me preocupas, no es normal que te caídas desmayado en el baño y estes vomitando aún después de una semana que me fui, debemos ir a otro médico.
-¡No!-exclamó rápidamente el moreno-.... no, no hace falta cariño, solo es estrés ya te lo dije... Seguro que me dirá lo mismo.
El empresario asintió pues no quería discutir.
-Está bien, cariño... tranquilizante, te creo.
-Abrazame fuerte, Mew.
El empresario sabía que este no estaba actuando como siempre y le preocupaba, aunque tan sólo asintió y lo rodeó con sus brazos.
-Claro, amor...te amo.
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11. El nuevo secretario -Tercera parte -Mewgulf (Zaintsee) Terminada
FanficTercera parte de la adaptación de la historia «El nuevo secretario» que encontrarás en mi perfil, al igual que la primera y la segunda parte. Te recomiendo que las leas antes de iniciar esta. Mew seme Gulf uke M-preg Capítulos: 18, final/ epílogo (...