Año 1205 de la 5ta era, en las afueras de la ciudad de Sintria en una taberna para viajeros donde reposan disfrutando del aguamiel y el calor de la posada se encuentran un grupo de aldeanos hablando sobre algunos rumores de un feroz guerrero.
Samuel, De ojos saltones y estridente voz, es el primero en compartir lo que sabe -- Así es, eso es lo que me han dicho, que ese Vlad anda por estos sitios.
-- No me lo creo, ¿un cazador de bestias por aquí? interrumpe Rodrigo el herrero- y además dicen que es un brujo, no tiene sentido. Sólo ponte a pensar, los brujos y las bestias son por decirlo así del mismo bando, quien te halla dicho eso está loco o abusó del aguamiel. - Siguió diciendo el herrero mientras se levantaba de la silla intentando alcanzar los restos del pan de especies que se encontraba en la mesa.
-- Lo digo en serio, Zacarías lo ha visto. Eh, Zacarías! Venga, descríbelo.
El aldeano Zacarías se apresura a contar su parte, - Pues sí, Es de lisos y claros cabellos, blanco como la nieve, Tiene una cicatriz vertical en su ojo izquierdo- hace una pausa para tomar un sorbo de aguamiel y continúa su descripción, -- cuando lo vi llevaba armadura de cuero negro, cotas y placas de metal, ¡te aseguro que eran de plata! dijo, golpeando la mesa con el puño cerrado.
-- He escuchado que su espada es de plata pura, además, siempre tiene una barba de esas, como cuando Rodrigo no se rasura por 2 días- bromea Samuel.
- ¿Y que más?, le apura el herrero con exasperación
Acercándose a sus amigos en susurros para evitar chismosos - Se dice que lo vieron arriba en las colinas donde está la fortaleza. El gremio donde habitan los brujos, magos y hechiceros
-- ¿Qué no son lo mismo?- pregunta Zacarías.
Contigua a la mesa de estos aldeanos, se encontraba un hombre de ropas finas acompañado de otro con una caperuza.
--- ¡Felicidades! Al parecer te has vuelto famoso, querido compañero. Sonríe el de la ropa fina, mientras se lleva la pinta a la boca y de un solo golpe acaba el aguamiel.
--- ¿Que esperabas de un cazador que siempre completa el trabajo? Escuchemos que más pueden saber estos aldeanos- responde el de la caperuza. Éste último afina el oído para seguir escuchando los rumores que le hacen tanta gracia, y sin mirar a su amigo a la cara le apunta con su dedo diciendo, - Y los brujos, magos y hechiceros somos muy distintos.
Estaba tan halagado como preocupado por los conocimientos de los aldeanos, su trabajo era realizado anónimamente... anónimamente.
--- ¿Saben de esa bruja que secuestraba vírgenes para hacer rituales con ellas? continuó el de la ropa fina- ¡Vlad fue quien la mató, y se cómo lo hizo! Les contaré como arrojo un cuchillo a una distancia de 13 metros y como se asentó en la frente de la horrible bruja. Susurrándole el cazador, --- que yo sepa no fue con un cuchillo fue con una flecha de mi ballesta de mano, y eso fue luego de destruir media cabaña en batalla.
Sonriendo el cazador, le da una palmada en la espalda a su amigo, --- deja tu versión está mucho mejor.
Jester se levantó de la mesa donde estaba, tomó su pinta y siguió bebiendo mientras caminaba directamente donde estaban los aldeanos, tomó una silla la colocó con fuerza haciendo un ruido que dejó en silencio a los aldeanos que conversaban animadamente, le dio vuelta a la silla y sentó de piernas abiertas, colocando la pinta sobre la mesa y con voz tenebrosa dijo, --- nadie inspira tanto temor como Vlad Van Singhell el Gran lobo.
Se dice que su cuerpo fue mejorado a base de venenos, pócimas, y un entrenamiento que más bien parecía una tortura, que sus reflejos son mejores a las de cualquier humano, tiene más fuerza que cualquier hombre que levanta troncos enteros, que tiene una gran habilidad con los cuchillos, espadas, hachas, mazas, lanzas, arcos, ballestas, que da miedo la destreza que tiene con todas esas armas, además de que es una especie de mago y puede lanzar unos cuantos hechizos y conjuros, todo eso y muchas cosas más son las que se dicen de un hombre como Vlad. Mirándoles a las caras y sonriendo de manera siniestra, --- sin duda un tipo al que no me gustaría molestar o hacer enojar.
Los había matado de miedo con eso Jester, uno de los mejores amigos de Vlad, una persona de grandes influencias en Sintria y en otras varias ciudades de Benergoth, conocido como un hombre que gusta de fiestas, aguamiel y mujeres, aparte de ser un hombre de renombre, era una persona con muchos contactos y que se sabe desenvolver en los bajos mundos, para saber secretos y uno que otro rumor de la ciudad, el amigo perfecto para un caza recompensas.
Luego de un rato Jester vuelve a la mesa donde estaba Vlad y así disfrutando del calor de la posada, del aguamiel y la luz de la luna siguieron pasando la noche hasta su fin, ya que a la mañana siguiente, Vlad tenía que ir hacia la fortaleza de los brujos *Isenbergt*, por fuera una fortaleza, por dentro una pequeña ciudadela llena de comerciantes de todo tipo, herreros, eruditos, alquimistas, artesanos, carniceros. Al tocar las 8 de la noche todo el que no es cazador cierra su negocio y abandona el lugar, ya que es solo para brujos, magos y hechiceros, no es para todos son selectivos, no es para todo el que quiera, ya que es un cuartel de experimentos y entrenamientos.
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El rey del frío La absolución del Cazador.
FantasíaEn un mundo, donde las leyes de la física y la magia conviven en armonía, se hallan diferentes reinos, pero los más poderosos los elfos y los humanos, en una tierra llamada Benergoth se encuentran un gremio de cazadores, los seres más fuertes y leta...