Sirena

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Mitología: Griega

Categoría: Animal

Apariciones: La sirenita, One piece, Piratas de caribe, Seto no hayanome, Barbie, Narnia, Etc.

En la mitología griega, las sirenas fueron criaturas tan bellas como peligrosas mostradas como mujeres fatales que atraían a los marineros cercanos con su música y voces encantadoras para naufragar los barcos en la costa rocosas de su isla. Los poetas romanos los situaron en las pequeñas islas llamadas Sirenum scopuli. Poco después, en tradiciones racionalizadas, se fija la geografía literal de la isla "florida" de Antimusa: a veces en la Punta del Faro en Sicilia y otras en las islas conocidas como le sirenuse, cerca de Paestum y Capri. Todos estos lugares estaban rodeados por acantilados y rocas.

Alternativamente, en el folclore se representa a la sirena como una criatura acuática con cabeza y mitad superior de mujer y cola de pez. Aparecen en el folclore de muchas culturas del mundo, incluyendo Oriente Medio, Europa, África y Asia. Las primeras historias aparecieron en la antigua Asiria, donde la diosa Atargatis se transformó en una sirena avergonzada por haber matado a su amante humano. Las sirenas se asocian en ocasiones a sucesos peligrosos como inundaciones, tormentas, naufragios y ahogos. En otras tradiciones populares, o incluso dentro de la misma tradición, pueden ser benévolas o beneficiosas, otorgando bendiciones o enamorándose de humanos.

 En otras tradiciones populares, o incluso dentro de la misma tradición, pueden ser benévolas o beneficiosas, otorgando bendiciones o enamorándose de humanos

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En español, su equivalente masculino suele llamarse sireno o tritón, apareciendo en el folclore y la heráldica. Aunque las tradiciones sobre los avistamientos de sirenos son menos comunes que los de sirenas, se asume que coexisten con sus equivalentes femeninos.

Algunos atributos de las sirenas acuáticas han sido influenciados por los de las sirenas griegas. Los relatos históricos de sirenas, como los de Cristóbal Colón durante su exploración del Caribe, pudieron haber sido inspirados por los manatíes y mamíferos acuáticos similares. Aunque no hay pruebas de que existan sirenas fuera del folclore, siguen existiendo avistamientos de sirenas en la actualidad, incluyendo ejemplos en el siglo XXI en Israel y Zimbabue.

Se creía que las sirenas combinaban características de aves y mujeres. En el arte griego temprano, las sirenas eran representadas como aves con grandes cabezas femeninas, grandes plumas y pies escamosos. Posteriormente, se le representaban como figuras femeninas con piernas de ave, con o sin alas, tocando distintos tipos de instrumentos musicales, especialmente arpas. En la enciclopedia bizantina del siglo X de Suda dice que de pecho hacia arriba tenían forma de gorriones y por debajo de mujer o, alternativamente, que eran pequeñas aves con rostros femeninos. Se escogieron las aves por sus bellas voces. Después se representaron como bellas mujeres cuyos cuerpos, no solos sus voces, eran seductoras.

Originalmente, las sirenas se mostraban tanto como machos como hembras, pero la sirena macho desapareció del arte en torno al siglo V a.C.

El historiador romano del siglo I, Plinio el viejo, afirmó que las sirenas eran pura fábula, aunque Dinón, el padre de Clearco, un reputado escritor, asegura que existen en la India, y que encantan a los hombres con sus canciones y, cuando los sosiegan, los despedazan". En sus cuadernos, Leonardo da Vinci escribió sobre las sirenas: "la sirena canta dúlcemente calmando a los marineros; entonces sube al barco y mata a los marineros dormidos".

En 1917, Franz Kafka escribió en El silencio de las sirenas: "Ahora las sirenas tienen un arma más fatal que su canción, llamado su silencio. Y aunque es cierto que nunca ha pasado tal cosa, es concebible que alguien haya escapado de su canción, pero nunca de su silencio".

Se decía que la llamada "sirena de Canosa" de Italia acompañaba a los muertos a través del ajuar funerario en el entierro. Parecía tener características de psicopompo, guiando al muerto en su viaje post-morten. La figura de terracota presenta trazas de su pigmento blanco original. La mujer tiene los pies, alas y colas de un ave. La escultura se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, España.

Según Ovidio, las sirenas fueron las compañeras de la joven Perséfone. Deméter les dio alas para buscarla cuando fue secuestrada. Sin embargo, en Fábulas de Higino, Deméter maldice a las sirenas por no evitar el secuestro de Perséfone. Según Higino, las sirenas estaban destinadas a vivir solo hasta que los mortales que oían sus canciones fueran capaces de pasar a través de ellas.

 Según Higino, las sirenas estaban destinadas a vivir solo hasta que los mortales que oían sus canciones fueran capaces de pasar a través de ellas

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