Mitología: Griega
Categoría: Dios
Apariciones: DLH, DanMachi, Grepolis, Etc
Démeter, Deméter o Demetra era hija de Cronos y Rea. Como diosa de la tierra, la agricultura y los cereales, era una de las diosas griegas más importantes. También controlaba las estaciones. Nació de Rea e inmediato fue tragada por Cronos. Estuvo atrapada en el vientre de éste hasta que Zeus los liberó.
Tuvo una hija con Zeus, Perséfone, la cual vivía con Hades en otoño e invierno, y con ella en la tierra en primavera y verano, por eso en las épocas en las que estaban juntas todo en la tierra prosperaba dada la felicidad de Démeter al estar con su hija.
Deméter enseñó a la humanidad las artes de la agricultura: sembrar semillas, arar, recolectar, etcétera. Era especialmente popular entre las gentes del campo, en parte porque eran los beneficiarios más directos de su ayuda, y en parte porque eran más conservadores a la hora de mantener las viejas costumbres. Nació de Rea e inmediato fue tragada por Cronos. Estuvo atrapada en el vientre de éste hasta que Zeus los liberó.
Démeter se encontraba en un campo, recogiendo flores y jugando entre la hierba. Zeus la vio y quiso yacer con ella, así que la violó. De su unión nació Kore. Kore creció y se convirtió en una bella joven.
Un día, Kore se encontraba recogiendo flores en compañía de sus amigas las sirenas, y en el momento en que va a tomar un lirio, la tierra se abre y por la grieta surge un carro tirado por caballos negros con Hades en él, y toma y se lleva a Kore.
De esta manera, Kore cambió de nombre a Perséfone y se convirtió en la reina del Inframundo. Démeter castigó a las sirenas por no hacer nada por evitar que se raptasen a su hija, convirtiéndolas en criaturas mitad ave, mitad mujer. Démeter inició unos largos y tristes viajes en busca de su adorada hija, durante los cuales la tierra se volvió estéril.
Deméter llegó a Eleusis disfrazada como una anciana. Allí conoció a las hijas de Céleo, rey de Eleusis, a quienes contó que se hacía llamar Doso, que era una cretense que había sido raptada por piratas y que podía realizar cualquier tarea doméstica que le diesen. Así conoció a Metanira, quien le pidió que cuidase de su hijo Demofonte.
Como regalo a los reyes por su hospitalidad, Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo con ambrosía, respirando suavemente sobre él mientras lo sostenía entre sus brazos y su pecho, y haciéndolo inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo en la chimenea del hogar familiar cada noche para quitarle su carne mortal, a espaldas de sus padres.
Como Demofonte crecía más de lo normal, Metanira, espió a Deméter y terminó por sorprenderla mientras ponía al niño en el fuego. Deméter no pudo completar el ritual, lo que la enfureció, quitó al niño del fuego y lo arrojó al suelo y lamentó que los mortales no entendiesen el concepto y el ritual. Demofonte fue recogido del suelo y sus hermanas lo lavaron y abrazaron amorosamente, pero no lograron consolarlo, pues eran sus manos menos diestras. Fue entonces cuando Deméter se reveló como tal, cambiando su estatura y aspecto, contandole a la familia su búsqueda.
En lugar de hacer inmortal a Demofonte, Deméter decidió enseñar a Triptólemo, hermano de éste que tenía información sobre su hija, el arte de la agricultura. Le dio granos de trigo y un carro alado de una sola rueda tirado por dragones para que plantase las semillas desde el aire por toda la tierra, y a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. También le enseñó a realizar ritos en honor a ella y su hija, llamándose así un ritual llevado a cabo en Eleusis, como los misterios Eleusinos. Triptólemo le aconsejó a Démeter ver a la diosa Hécate.
Hécate le aconsejó a Démeter ir a ver a Helios, el que todo lo ve. Entonces ésta le hizo caso y fue a ver a Helios y le preguntó si vio lo que pasó con su hija. Éste le confesó que había sido raptada por Hades.
Démeter recurrió a Zeus, el cual envió a Hermes que bajara al inframundo y recuperara a su hija. Entonces Hermes bajo al submundo le ordenó a Hades que devolviera a Perséfone, pero éste no quiso. Hermes le dijo a Perséfone las condiciones en las que se encontraba la Tierra y ésta quiso volver. Antes de irse, Hades le dio una granada, de la cual Perséfone sólo comió seis semillas.
El hecho de que Perséfone haya comido algún fruto del inframundo la encadenaba a éste, ya que quien come algo del inframundo, está confinado a permanecer allí. Entonces se tomó un acuerdo; Perséfone pasaría seis meses en el inframundo, un mes por cada semilla que comió, lo que correspondería al otoño y el invierno, y el resto del año con su madre, lo que correspondería a la primavera y el verano.
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EL BESTIARIO
AcakEste libro es una recopilación de las criaturas de todo tipo, de diferentes mitologías, tratando de hacer la recopilación más completa posible, espero que les guste