Mitología: Romana y que tienen su paralelo en Grecia (epistigi), China (sing. t'ien), Sudamérica (ewaipanonas) o el Caribe (chiparemis).
Categoría: Oscuridad
Apariciones: En the owl hause hay un centauro con el rostro en el pecho
Durante la antigüedad y el medievo se rumoreaba que diversas especies de sorprendentes criaturas habitaban lugares remotos del mundo. Desde humanoides con cabeza de perro hasta singulares hombres con un único y enorme pie. De todo tipo de seres extraños y fantásticos podíamos oír hablar por aquel entonces. Los Blemios eran una de dichas especies. Provenían originariamente de una tribu que habitaba las tierras bajas de Nubia, para más tarde aparecer en las leyendas como una raza de criaturas monstruosas y acéfalas (sin cabeza) cuyos ojos y bocas aparecían sobre sus pechos.
Los Blemios fueron descritos de este modo por vez primera hace 2.500 años en "Las Historias", escritos del siglo V a. C. obra del historiador griego, Herodoto: "criaturas sin cabeza con ojos en sus pechos". Según el propio Herodoto, estas criaturas habitaban la parte occidental de Libia, que es "muy montañosa, poblada de densos bosques y rebosante de fauna". Además de estas criaturas sin cabeza, esa parte del mundo sería también el hogar de muchos otros seres extraños como enormes serpientes, asnos con cuernos y criaturas con cabeza de perro, dicho lo cual, el historiador aclara a sus lectores que todo lo expuesto no es "simplemente materia de fábulas". Herodoto, sin embargo, no cita un nombre concreto para las extrañas criaturas descabezadas de Libia.
El término 'Blemios' también aparece en la "Geografía" de Estrabón. Este geógrafo griego del siglo I describe a los Blemios no como monstruos extraños, sino como una tribu que habitaba las tierras bajas de Nubia, a lo largo del río Nilo y en dirección al Mar Rojo. Fue el escritor romano Plinio el Mayor quien relacionó a los Blemios de Estrabón con las criaturas sin cabeza de Herodoto. En su "Historia Natural", Plinio escribe: "los llamados Blemios carecen de cabezas, encontrándose sus ojos y bocas sobre sus pechos". Hay que aclarar que, tal y como también sucede con Herodoto, todo el conocimiento de Plinio acerca de los Blemios está basado en simples rumores. Además, la visión geográfica de Plinio es similar a la de Herodoto: para ambos los extremos del mundo conocido están habitados por extrañas criaturas. Así vemos que Plinio también escribió sobre los Himantópodos, " unas gentes con pies que parecen sandalias, mediante los cuales se desplazan según su naturaleza, con paso serpenteante".
La historia de los Blemios persiste durante la Edad Media y, aunque pueda existir alguna ligera variación en sus descripciones aparecen citados en una obra de John Mandeville, del siglo XIV, titulada "Los Viajes del señor John Mandeville". Aunque en dicho texto no se refiere a ellos como Blemios, Mandeville describe a estas criaturas como "gentes de infame estatura y raza maldita de seres sin cabeza. Y sus ojos están sobre sus hombros". Mandeville tampoco los sitúa en África, sino sobre una isla de Asia. Durante los siglos XVI y XVII el explorador inglés Sir Walter Raleigh también proporcionó datos sobre un tipo de criaturas muy parecidas a los Blemios. Raleigh relató lo siguiente de dichas criaturas: "las llaman Ewaipanoma; ellos, como se cuenta, tienen los ojos sobre sus hombros, la boca en medio del pecho, y poseen un largo pelo que les cae hacia atrás, entre sus hombros". A diferencia de Herodoto, Plinio o Mandeville, Raleigh asegura que estos seres sin cabeza viven en la Guyana, en Sudamérica. Aunque Raleigh nunca los vio por sí mismo, siempre creyó que los Ewaiponama eran reales, basándose en historias que consideraba verosímiles.
En la actualidad son muy pocos los que creerían en la existencia de criaturas como los Blemios. Sin embargo, tampoco se ha podido explicar cuál fue la causa que llevó a tantos autores antiguos a escribir sobre tales seres. Incluso hay autores de ciencia ficción, por ejemplo, que en sus relatos han planteado la posibilidad de que los Blemios fueran extraterrestres. Otra posible explicación es que los Blemios no fueran más que seres humanos cuyos hombros se alzaran a una altura desproporcionada debido a una alteración anatómica provocada durante su infancia. Otra de las hipótesis sugiere que, quizá, todo se deba a que la propia vestimenta tradicional de los habitantes de los desiertos (beduinos y otros nómadas) junto a sus tocados podrían haber dado una impresión equivocada a los antiguos escritores haciéndoles ver, en realidad, a personas sin cabeza.
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EL BESTIARIO
RandomEste libro es una recopilación de las criaturas de todo tipo, de diferentes mitologías, tratando de hacer la recopilación más completa posible, espero que les guste