Papi Kook 「Adap.」(Jikook)

015

Era de noche, domingo día exacto, y a pesar de que los fines de semana eran los días que la pasaban en familia, esta vez Jimin decidió no salir. Sus hijos se la pasaron todo el día jugando con sus juguetes encerrados en su habitación mientras él simplemente veía series en la televisión. No series que solía ver con sus hijos, si no unas que era aburridas para ellos, por eso no los tuvo encima todo el día.

Pero la hora de dormir había llegado, y mientras le ponía la pijama a Yeonjun, Beomgyu jugaba con sus juguetes en la cama.

—¿Aún no te contesta papi Kook?.— el mayor levanto la mirada hacia el menor de sus hijos, quien tenía un pequeño puchero.

Ya que importaba, que más daba si él sabía algo de Jungkook. Habían pasado dos meses sin saber nada, sin que le abriera la puerta de su casa porque vaya que lo había buscado, sin que Namjoon le dijera algo porque el mayor se había involucrado en otra pelea y necesitaba de nuevo un abogado.

Si, seguía amándolo, seguía queriendo que algún día apareciera por la puerta y que le explicara todo. Ya ni siquiera le importaba él, simplemente quería que le diera una explicación a Yeonjun, que le hiciera entender que de ahora en adelante ya no tendrían nada que ver y que no sería correcto que le llamara papá.

Porque a diferencia de Beomgyu quien estaba feliz porque ya no veía a Jungkook y le habían quitado su castigo, Yeonjun si sufría y también le lloraba.

—¿Qué cuento quieres que te lea esta noche?.— Park cambio de tema.

—Ninguno.— Yeonjun se acomodó en la cama, debajo de las cobijas y dándole la espalda a los dos.

Y Jimin odio a Jungkook, porque los problemas que tenían no debían de incluir a alguien que si lo amo y respeto.

Finalmente se dirigió a Beomgyu quien ya lo esperaba sonriente, y cuando terminó de ponerle la pijama se acercó a besarle la frente.

—Beomgyu.

—Mande, papá.

Se lo pensó unos segundos, observando el rostro de su hijo.

—¿No extrañas a Jungkook?.

—No.

—Ni siquiera sus desayunos ricos, o su voz cuando te cantaba en la noche, ¿nada de eso?.

Beomgyu frunció el ceño, ¿acaso debería hacerlo?.

—Papi, ¿cómo puedo extrañar a una persona que hace llorar a mi hermanito todas las noches?. Y sobre lo demás, me gusta desayunar cereal con yogur y pan quemado con mermelada que preparas en las mañanas, y también que a veces cantes muy rápido para tratar de dormirnos a pesar de que no lo hacemos. Así que no extraño a Jungkook ni un poquito.

Jimin asintió finalmente, y allí fue cuando entendió, que si pudo superar a Jennie, podía superar a Jungkook.

—No puede simplemente golpear a su esposa porque no le preparó la cena correctamente, señor Kim.— habló Jimin, el problema que ahora tenía era de un señor con problemas de ira que abusaba de su esposa. La señora había decidido no dejar más que su esposo la violentara y finalmente optó por demandarlo.

Y se supone que él debía defenderlo, a pesar de que estaba en contra de la violencia contra las mujeres, a pesar de que quería levantarse y golpear al señor Kim por tan machista que se estaba escuchando. Pero tenía que tener calma era una buena paga y a pesar de que odiaba con todas sus fuerzas defenderlo, tenía dos hijos los cuales mantener.

—Pero es que ella es una inútil, de verdad, no sabe cómo satisfacer a un hombre, no debería ni existir.

Jimin no contestó, no porque no quisiera porque estaba apunto de decirle que las mujeres eran la principal razón de que ellos existieran, pero al voltear hacia el gran ventanal que su oficina portaba y ver a Jungkook por la acera, le hizo levantarse de su silla y correr directo a la salida, dejando así al señor Kim con la palabra en la boca.

Corrió sin importarle chocar con varios empleados en el bufet y cuando salió finalmente lo buscó con la mirada, encontrándolo con Jin y Namjoon mientras reían y esperaban su turno de cruzar la calle.

El aliento le empezó a faltar, sus nervios aparecieron y aunque temía la reacción de Jungkook, se acercó a ellos con paso rápido y antes de que el semáforo de peatones se pusiera en verde, alcanzó a tomar al menor del brazo.

—Jungkook.— habló mientras lo hacía voltear. —¿Podemos....hablar?.

Tanto Namjoon como Jin se voltearon a ver con duda, Kim menor con el ceño fruncido y tratando de reclamar, de decirle a Jimin que no se acercara a su amigo nunca más, pero Jin le detuvo diciéndole con la mirada que no era su problema y que debían esperar a la decisión de su amigo.

Por otro lado Jungkook solo asintió lentamente. La verdad era que también quería hablar con Jimin, saber de Yeonjun del cómo estaba y si le estaba yendo bien a él, pero era un cobarde porque le dama miedo tener que regresar con ellos y que las cosas no se hayan solucionado.

Se encontraban en la cafetería donde se conocieron, pero en diferente mesa a la que solían sentarse. La mesera llegó con dos tazas de café, ya no eran esos pasteles y malteadas, ya no estaban riendo y platicando animadamente y eso les hizo fruncir el celo a los empleados que ya los conocían.

—¿Cómo está Yeonjun?.— inició Jungkook, jugando con el mango de la taza.

—Si te interesara hubieras ido a verlo.

El silencio volvió por unos segundos.

—Lo siento, de verdad que si. Quería simplemente darles un tiempo.

—¿Un tiempo?.— interrumpió el mayor, azotando un poco sus manos en la mesa. —Jungkook, te fuiste sin decir la razón, huiste de nosotros como si fuéramos el peor virus que pudo existir. ¿Por qué no contestaste las llamadas? ¿Sabias que la mitad de estas eran hechas por Yeonjun?. Entiendo que Beomgyu y yo hayamos cometido errores contigo, pero a pesar de todo eso mi hijo no se merecía el que dijeras que lo querías, que lo llamaras hijo y lo abandonaras al poco tiempo.

Jimin relamió sus labios, viendo como a Jungkook se le llenaban los ojos de lágrimas, de cómo limpio su rostro cuando estas cayeron.

—Y te odio por eso, Jungkook, porque estas haciendo sufrir a mi hijo. Pero tampoco te puedo echar la culpa de tus actos porque yo fui quien creo todo este problema. Pero a pesar de todo, de que odie tu comportamiento al desaparecer, quiero decirte que te extraño, y que sueño con tu regreso todas las noches a pesar de que nunca lo harás. Así que por favor, piénsalo una vez más, por favor regresa a la casa.

Y es que la verdad Jungkook no tenía que pensar en nada.

Buenas gente, aquí su actualización de a poco nos acercamos al final de esta linda historia, igual estoy con tanta tarea encima😔👊espero tengan una linda semana♡♡