El mismo camino

Capítulo 16: Un Enano

Tras un largo camino llegaron a las puertas de Moria. Legolas no estaba realmente convencido de ir allí pues estaba lleno de enanos y él no los podía aguantar. En algún punto de aquel viaje él supo que Gandalf los iba a conducir allí y la sola idea de aquello le ponía enfermo. Así que, cuando llegaron a las puertas, Legolas se acercó y miró a Gandalf con ojos de desaprobación.
-Gandalf... esto no puede ser buena idea... son Enanos... no hay quien se fíe de ellos... no son gente en la que puedas confiar
-Mi querido amigo, te pido que confíes en mi. He tratado antes con enanos y puedo asegurarte que por muy testarudos que sean, jamas traicionarían a la gente más cercana a ellos. Yo confío en ellos y tu también deberías. Déjame a mi hablar con él. Vosotros podéis esperar aquí si lo deseas.- Dijo el mago con una sonrisa en su cara.
Legolas simplemente asintió y no dijo ni una palabra más. Mientras tanto, Gandalf se adentraba a encontrarse con un enano el cual había conocido siendo apenas un infante. Deseaba que se les uniera, pese a saber lo mucho que le costaría traerle cuando supiera que un elfo les acompañaría.
Gimli lo habló detenidamente con el mago. Había muchos riesgos en aquel viaje, cosas a las que se enfrentarían que él jamás había visto y a las cuales jamás se había enfrentado. Y aún así, supo que debía ir, infundado de ánimos por su padre. No tardó mucho en averiguar lo que Gandalf no le había dicho. Si bien le había asegurado que tenía métodos para que todos pudieran viajar cómodamente, a aquel alto mago se le había olvidado mencionar que había un elfo entre sus filas.
-Gandalf, de buen grado yo te ayudaría. Mi padre mismamente me ha asegurado que contigo no correría ningún tipo de peligro mucho más allá de lo esperado. Yo te confiaría mi vida. Pero no me pidas que viaje al lado de un elfo... ¡Jamás!
-Yo mismo rehusé la oferta cuando me dijo que veníamos a buscarte a ti precisamente.- dijo Legolas antes de que Gandalf pudiera decir nada.- y no me agrada la idea de tener que ir arrastrándote por toda la tierra media, ya que probablemente seas un lastre. Pero el mismo Gandalf me ha dado sus razones por las cuales ambos deberíamos simplemente ayudarnos mientras ignoramos que el otro está aquí. Así que bien, si prefieres arriesgar toda la seguridad de la tierra media, antes que acompañarme, puedes darte la vuelta y volver a la cueva de donde has salido, y pudrirte ahí si quieres
-Ambos estáis actuando como chiquillos. Si bien sé que ambos tenéis diferencias, también tenéis algo por lo que luchar. Vuestros hogares corren peligro si no nos damos prisa. Dejad vuestras diferencias a un lado, por una vez en la vida, y uniros a una causa común

Aragorn miraba la escena junto a su hermana, con una mueca de risa en la cara. Le resultaba extraño ver a su amigo de aquella forma. Pero su sentido de la responsabilidad volvió apenas un segundo después, uniéndose a aquella conversación.

-Yo mismo deseo que todo esto salga adelante. Ahora mismo, es mi tierra la que corre peligro. Pero como bien ha dicho Gandalf, pronto será toda la tierra media la que necesitará de nuestra ayuda, si no nos damos prisa. No os pido que os llevéis bien, pero si os pido que ambos luchéis a mi lado y que luchéis por defender a la gente que ahora mismo corre peligro

Hubo una larga discusión. Tanto que la noche empezó a caer sin apenas darse cuenta Nadir salvo Delya, que seguía apartada de ellos, sin querer meterse en ningún tipo de enzarzado que pudiera ocasionarse. Sin embargo, y por mucho que lo odiara, debía zanjar ella misma aquella charla.

-Bueno, creo que ya está bien. Todos sabemos lo obcecados que son los enanos. Y yo estoy harta de ver el tiempo pasar sin llegar a ningún tipo de acuerdo. Estamos perdiendo el tiempo. Y pensaba que aquí los adultos erais vosotros. Debemos ir a algún sitio en el que podamos descansar, puesto que os habéis entretenido tanto que la noche ya está aquí. Si quería pasaros toda la noche discutiendo, hacerlo, pero espero por vuestro bien que llevéis a algo antes de que salga el sol, porque yo seguiré mi camino, con o sin vosotros. Eso sí, por vuestro bien espero que esto se haya zanjado en por lo menos una hora. Hay un largo camino hasta Gondor, y no soy buena cazadora