Matar o Morir... Imagina con Jungkook

||[°Capítulo 20°]||

T/N: ¿Por qué sonríes así? -pregunté, entre risas- ¡No creas! Estoy muy agotada, Kookie. Contigo me canso mucho -sonreí pícara-

Jungkook: Pero TN...-puchereó- Kookie se había ilusionado... su princesa es muy mala

T/N: ¡Ay, Kookie! -reí- ¡Eres tan tierno! Pero, necesito relajarme, y pensar en lo que haré -mi expresión cambió a una más seria- No creo que ese tal "Geoffrey" sea tan fácil de manipular...

Jungkook: Esto es muy agobiante -habló, acompañado a un hondo suspiro- ¿Cuánto durará?

T/N: No te diré que poco, Jungkook, pero no será una eternidad -agregué, sonriendo un poco- Serán meses, quizás...

Jungkook: ¡¿Meses?! -repitió, exhausto-

T/N: Sí, Kookie. Meses en los que nos veremos cada día -dije, en tanto lo observaba embobada- Nos veremos seguido, mi bello criminal. ¡No creas que te librarás tan fácil de mí! -reí-

Jungkook: Eso es lo que menos quiero -respondió, nostálgico-

T/N: ¡Hey! -exclamé- ¡Pareces un bebé! Sé paciente... haré lo más humanamente para terminar con esto muy rápido, ¿sí?

Jungkook: De acuerdo, de acuerdo. Ahora solo ve, báñate, relájate y dirígete donde sea que tengas que ir, princesa... te estaré acompañando -comentó, en tanto cubría mi cuerpo con su suéter-

T/N: Bien. Lo sé, amor -sonreí, para luego, dejar un suave beso en la frente del castaño- Te amo...

-Al terminar de decir dicha frase, me dirigí cabizbaja y cuidadosamente hacia el baño del segundo piso. No tenía hambre; pensaba ducharme, y luego encaminarme al edificio en que el padre de Bobby se encontraba. ¡Dios! Esta vez sí que estaba yendo lejos... pero, era la única solución, y la única razón por la cual no me detenía. Ansiaba poder cuidar a Young Soo, junto a Jungkook; sin embargo, mi familia era más importante ahora.

Entré al lugar, y noté la blanca bañera que ocupaba gran parte del baño. Retiré la prenda que traía sobre mis hombros, y terminaba por mis muslos; entré a la tina, me recosté, y dejé caer el agua tibia. Entré, ahogándome nuevamente en mis pensamientos, y finalmente, el miedo logró recorrer escalofriantemente cada parte de mi cuerpo, adueñándose del, por completo... ¿era demasiado arriesgado engañar a Geoffrey? ¿Era una locura? Sí, lo era... y me emocionó, gran parte, pero también me lastimó el solo pensar en el castaño... ¿cómo se estaría sintiendo en estos momentos? ¿Qué haría sin mí, por meses? ¡Diablos! ¡Mi propia consciencia me estaba torturando! Pasado unos quince minutos, me levanté de la bañera, sequé mi cuerpo, me vestí con un vestido negro, tacones del mismo tono, y un conjunto de joyas de plata, acompañadas de un reloj; cepillé mi cabello y salí; bajé los escalones, y justo ahí, visualicé a los chicos-...

Jennie: ¿Y tú? -exclamó, risueña- ¿Dónde vas, tan arreglada?

T/N: ¿Qué? -dije, con notable sonrojo- Estoy muy normal... y pues, creo que Jungkook te lo dirá después... es decir, a todos, no solo a ti -tartamudeé-

Taehyung: ¿Estás bien? -comentó, entre risas- ¿Vas a casa? ¿Te acompaño?

T/N: Eh... no, no, Tae -reí, nerviosa- Voy al... ¡club de mamá! Sí, voy allí. Nuestra madre me pidió que la reemplazara, pues... ella está muy ocupada con papá, sí. Están pasando por un muy mal momento...

Lisa: Sí, sí. La próxima vez piensa en una excusa mejor, ¿te parece? -me irrumpió, burlándose-

T/N: ¿Qué? -murmuré, avergonzada. ¡Dios! ¡Fue la peor excusa que he dado en mis veinte y tantos años! ¿Cómo puedo ser tan mala inventando algo? ¡Diablos! -