Trece años tenía cuando, hipnotizada por mis dibujos y colores con los que hermoseaba mis flores y capullos, un entusiasta cuidador intentó opacar mi aficionado arte. Él, sin saberlo, no era del todo escuchado por mí, pero sí por los fantasmas que siempre estaban a mi alrededor curioseando y resguardando mi ingenuidad.
Qué colorida tu imaginación, pero qué oscura tu armadura, decían.
Ignóralos, solo ignóralos.
¿Te crees una flor?
¿La flor del infierno será?Pese a que mis sentimientos eran fácilmente lastimados, recordé aquellas flores rojas y pétalos ondulados que veía a través de la pantalla en dibujos animados.
Pero ¡qué lindo nombre!
Suena tan bien.Desconociendo su significado y la implicancia que tendría en mi futuro.
Me atribuí y atribuyeron el mejor apellido que combina con mi existencia, aún siendo solo una jovencita que recién comenzaba a indagar en las penas del amor.La flor del infierno.
ESTÁS LEYENDO
Las Flores de mi infierno - Escritos © ✔️
General FictionEn cada uno de mis pétalos dejaré las huellas de sus entonaciones, y el cómo, desde el estiércol, me volví una con la luna, el sol, las estrellas y la mar. Inspirada en mis pesadillas que, a veces, toman vida. Y en los sueños que, desde la soledad...