En cada uno de mis pétalos dejaré las huellas de sus entonaciones, y el cómo, desde el estiércol, me volví una con la luna, el sol, las estrellas y la mar.
Inspirada en mis pesadillas que, a veces, toman vida. Y en los sueños que, desde la soledad...
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Si un día desaparezco de esta vida terrenal a la que me he apegado con dulzura y amargor, sepan que a cada uno y una quise recordarlos dejando en impregnadas letras aquellos delirios que me desvelan hasta el amanecer, con mi más sincero y delicado afecto.
Y aunque espero vivir eternamente, sé que en un futuro alguien encontrará entre empolvados baúles estas hojas, donde quizás sea yo misma reencarnada en una mejor amante, mujer, madre y amiga.
