Capítulo 1.- Niña triste

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Entre millones de niños y niñas puedo decir que mi infancia fue medianamente triste, con algunos matices de alegría que se podían contar con los dedos de la mano. Tuve la dicha de tener un padre amoroso y dedicado que me hacía sentir la reina del universo, sin embargo todo tiene su lado negativo,  tuve una madre que nunca me demostró amor, siempre que podía me maltrataba tanto físicamente como psicológicamente, y claro ¿dónde estaba mi héroe? Pues trabajando y luchando por nuestra pequeña familia; Recuerdo con mucho cariño nuestros juegos de mesa, nuestras tardes felices, en fin, todo lo contrario a lo que yo compartía con ella, una mujer seca y amargada que nunca se sentó a escuchar mis inquietudes ni mis cuitas; Es por eso que yo misma elabore mi mundo de fantasía en el que tenía mis propios amigos imaginarios; recuerdo con especial cariño a mi muñeca favorita, Gemma, mi fiel compañera, con la que hablaba y me desahogaba, en un mundo de soledad en el que ella y solo ella me daba la compañía que yo requería en esos momentos. Yo le hablaba y ella me respondía, era muy divertido, hasta que mi madre me escucho hablando "sola"

-¿Con quien hablas? -me preguntó- ¿Estás loca o que tienes? estás hablando sola.

De ahí en adelante nunca mas lo hice delante de ella, capaz era de llevarme a un psiquiatra o algo así, que miedo... Más miedo, más soledad, más represión... Así transcurrieron mis primeros años de infancia, entre un padre cariñoso pero ausente por culpa del trabajo y una madre egoísta y para nada comprensiva, totalmente despegada de su única hija...

Sin RespiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora