Capítulo 27.- Protegiendo al sol

11 5 1
                                    

Este reto fue el más fuerte de todos, tenía que hacer con mi sol lo que mi madre nunca hizo conmigo, demostrarle que tenía en donde apoyarse, que podía contar conmigo para cualquier cosa, eran momentos difíciles para ella en los cuales traté por todos los medios nunca fallarle y servir de refugio para sus penas que fueron muchas, la pérdida de su abuelo que fue un padre para ella, la constante envidia de sus compañeros por ser una excelente estudiante y siempre contar con el cariño de sus profesores, el tormento constante de la abuela que como de costumbre hacia los mil y un comentarios envenenados de siempre, repitiendo el mismo patrón que uso conmigo y para rematar ya no vivíamos juntas, creo que mi sol heredó mi temple, le costó mucho entender que nada de lo que te rodea debe doblegarte, que a veces las cosas que te hacen llorar y te golpean sin clemencia, son las que te fortalecen, uno aprende a golpes pero aprende, lo que importa es el resultado final, avanzar sin detenerse y conseguir saltar los obstáculos que uno encuentra en el camino, eso sí, sin desviarse y llegando a la meta con decisión, lento pero seguro.

Sin RespiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora