Capítulo 29.- Te superaste a ti misma

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Cuando pensé que ya conocía completamente el lado oscuro y cruel de mi madre, me sorprendí nuevamente y esta vez quede en estado de shock, esto para mí fue la gota que colmó el vaso.
¿Cómo es posible que la persona que te trajo al mundo te dé la espalda cuando más la necesitas? Es algo impensable.
Fueron contadas con la mano las veces que le pedí algún favor y me sobran dedos; Cuando de verdad la necesite para una operación de emergencia le pedí que me ayude con los gastos, me dijo que ese no es su problema, que ya soy una mujer casada y eso lo tiene que pagar mi esposo y ya no soy su responsabilidad. Lo más bonito de la historia es que teniendo el dinero me lo negó con su cara tan lavada, primera noticia, no sabía que cambiando el estado civil dejas de ser la hija se alguien. En fin, que se puede esperar de una mujer que nunca me demostró cariño maternal de ninguna índole, esta vez no iba a ser la excepción, lo cual ratifica que me quedé huérfana y lo que mueve mi mundo son los dos seres más bellos que existen en mi vida, mi sol y mi compañero de viaje.

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