Escombros y vestigios de una antigua civilización inundaban el lugar, después de abandonar la entrada de la vieja caverna, incluso los supremos se maravillaron con la vista.
Por fuera podría parecer pequeño, pero era de un tamaño inmensurable, el techo no podía verse desde su posición y el lugar parecía tener varios kilómetros de diámetro, aunque, con su poca iluminación no se aseguraba nada.
Un letrero de piedra viejo y roto se leían los caracteres de Zhengyangmen, caminaron durante unos minutos sin rumbo, el flujo de energía negativa aumentaba con cada paso, un humo negro era visible, procedía del corazón de la ciudad, con una densidad aplastante, las intenciones en el aire eran puramente de muerte y venganza.
He Xuan intentó encender algunas viejas lamparas al costado de lo que parecía ser una carretera, pero solo duraban unos segundos encendidos antes de que el humo negro las extinguiera de nuevo.
Llegaron a lo que en algún momento fue una prospera ciudad, las casas no eran humildes, a pesar de estar en decadencia y algunas solo sobrevivían una pared o partes de ellas, era fácil apreciar que ese lugar fue prospero.
Si la leyenda del muro decía la verdad fue una ciudad ambiciosa que cayó en desgracia por su avaricia, a pesar de todo no encontraron ningún alma en el lugar, a decir verdad lo peor sería encontrar a alguien.
Cadáveres de apilaban a un costado del camino, con ropajes esplendidos y joyas aún adornando sus cuerpos, no poseían vestigios de guerra o de heridas por peste o enfermedad.
"Hambre" He Xuan ya había terminado de verificar un cadáver aparentemente femenino, no parecía ser mayor de edad, estaba apilado en lo alto del no pequeño montículo de cuerpos, Hua Cheng le dedicó una mirada interrogante, ya llegaba a esa conclusión, pero no esperaba que su acompañante también lo hiciera, queriendo recalcar su punto aguas negras terminó su oración: "Reconozco los signos de la muerte por hambre, no puedo equivocarme"
Hua Cheng le dió la razón con un asentimiento de cabeza: "Así que después de ser desterrados murieron de hambre en éste lugar, no es difícil de creer, no parce que se pueda sembrar, o cazar, sin luz del sol es imposible sobrevivir mucho tiempo, no solo fueron desterrados, ésta es una sentencia de muerte"
Tardaron unos minutos en llegar al centro de todo, la ciudad era demasiado grande y los escombros ocasionados por el abandono no los dejaban avanzar con rapidez.
En medio de todo el caos una hierba espiritual brillaba con un resplandor dorado, iluminando unos cuantos metros a su al rededor, las hojas eran de un color carmín hermoso y su forma elegante y llena de vitalidad, irradiaba energía positiva.
El ojo de Hua Cheng se agrandó lo más que pudo ante esa imagen, un sentimiento cálido invadió su cuerpo, su amor estaba a salvo, con solo una mirada podía saber que era justo lo que necesitaba.
Pero no podía alegrarse tan rápido, estaba siendo demasiado fácil.
Humo negro bailaba sobre la planta, solo temiendo acercarse debido a su luz, parecía como si intentará apoderarse de ella, pero alguna barrera se lo impedía, en medio de ese humo la silueta de una persona era visible.
Túnicas blancas ondeaban entre la pesadez del humo, aún inmaculadas y divinas, con un toque bastante antiguo, parecía tener más de 2000 años.
A primera vista era la viva imagen de un inmortal bondadoso, con un rostro hermoso, una nariz fina y respingada, labios rosados y carnosos, y unos ojos de fénix que irradiaban bondad, llevaba el cabello atado en una coleta alta, largo y negro como la tinta, complementando su hermosa apariencia una marca de belleza se posaba bajo su ojo derecho.
No paso mucho tiempo antes de que su presencia fuera notada, el inmortal los miró con ojos expectantes, ¿Cómo podía estar una persona viva en ese lugar?
Segundos después se encontraban cara a cara analizando a los extraños en el lugar, soltó un suspiro contenido y mostró una sonrisa llena de pesadez: "Me sorprende ver desconocidos aquí, puedo saber ¿A qué han venido viajeros?"
Hua Cheng: "No creo que necesites preguntar eso, ya debes saber nuestros motivos"
La mirada del extraño paso sobre la planta luminosa solo por una fracción de segundo, para después volver a analizar los movimientos de los extraños: "No hay nada que valga la pena en este lugar tan peligroso, además de eso, pero si llegaron tan lejos, debo suponer que lo saben"
He Xuan bufó por lo bajo y le lanzó una mirada llena de desprecio: "Nosotros deberíamos preguntar¿Qué hace un oficial celestial en este lugar?, además, ¿Cómo es que no te conozco?" Odiaba a los oficiales celestiales, y este apestaba a corrupción.
El desconocido notó su presencia, hasta ese momento solo le prestó atención a la persona de rojo, el otro desconocido de negro se escondía bastante bien: "Así que ¿Son oficiales también?, deben ser nuevos, yo no soy nadie importante, fui desterrado hace muchos años, nadie debe recordarme ahora"
"La persona del mural así que es tu historia" respondió el rey fantasma de rojo.
Con la mirada perdida en el horizonte el inmortal de blanco asintió con la cabeza, caminó unos pasos alejándose de la planta hacia la ciudad, al ver que no lo seguían giró su cuerpo con invitación, los dos supremos comprendieron y lo acompañaron.
Llegaron a lo que anteriormente debió ser una pequeña pero elegante casa de té, limpiando una silla con la manga procedió a sentarse, frente a él dos sillas más estaban solas.
Sin bajar la guardia los fantasmas le hicieron compañía.
"Patético ¿No creen? ellos dicen que era avaro, ambicioso y que me cegó la riqueza, yo solo quería prosperidad para mi pueblo, ¿Y qué si hay guerras? ¿qué no todos los oficiales marciales ascienden al masacrar pueblos?, el cielo solo está lleno de hipócritas, tenía tanto potencial, debí ser el siguiente emperador celestial, yo debí mandar, pero me pusieron una trampa, ellos, solo querían quitarme poder"
Hua Cheng: "Así es como son las cosas entonces, ¿porqué sigues aquí?"
El desconocido desvió la mirada: "No puedo irme, en éste lugar la energía es basta, pero si salgo solo seré un simple mortal, no soy más un dios, necesito la planta para poder salir, pero a pesar de todos estos años, no puedo tomarla"
El supremo levantó una ceja con interés: "¿Hay alguna trampa?"
"No lo sé, cada que intentó tomarla es como si una barrera la bloqueara, solo no puedo acercarme", levantándose lentamente de la silla llevo sus manos a la espalda mirando hacia otro lado, en dirección a la planta que resplandecía en dorado.
Hua Cheng se acercó a él la planta podía deducir que lo dorado debía ser la barrera: "¿Qué hay con esa energía negra volando a su al rededor?"
Las cejas del dios desterrado se crisparon, y negó: "Es algo que no quieres saber, ahora valientes dioses, ese es un tesoro que no puedo poseer, pero si ustedes son capaces de obtenerlo no me negaré, adelante es todo suyo"
Aún renuentes los dos supremos se acercaron al lugar, además del resplandor dorado nada más parecía impedir que las personas se acercarán, era un tanto imposible de creer que alguna barrera estuviera presente.
Con cuidado Hua Cheng se dirigió a tomar la planta.
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Las cejas de Xie Lian se crisparon con angustia.
"Su alteza ¿todo está bien?" preguntó el ex señor del viento.
Un sudor frío recorría su espalda, y no podía dejar de temblar, un presentimiento aterrador se ubicaba en el fondo de su estomago impidiéndole respirar con normalidad: "San Lang está en peligro"
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Las píldoras de los demonios, ¿Un príncipe fantasma?(HOB Hualian)
FanfictionEn un descuido Xie Lian tomó unas píldoras sospechosas de parte de los fantasmas para mejorar su cultivo. Pero un cambio de situación y después de una noche candente con Hua Cheng notó que las píldoras no eran precisamente para el cultivo, si no, ¿p...