Capítulo 19 La ciudad fantasma enloquece

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Una mañana pasó por sentirse como una eternidad, la lampara verde no dejó de gritar sobre cosas inútiles durante el resto del día, el pobre embarazado no pudo más que frotar sus cienes con dolor y esperar que todo terminara pronto.

Regresó a ciudad fantasma cuando la noche apenas comenzaba, las calles ya estaban adornadas listas para la actividad nocturna, al notarlo llegar todos los fantasmas se entusiasmaron como un perrito con dueño, Xie Lian pensó que era un poco adorable.

A pesar de que los puestos habían sido cambiado de nuevo, mantenían la constante de siempre poseer algo que el dios pudiera ingerir, por lo que rápidamente se vio abrumado por aluviones de comida que rechazo con cortesía, en ese momento solo quería tumbarse y morir un rato.

Al llegar a su hogar fue conducido por los asistentes a una habitación que conocía muy bien, a la luz tenue de las velas el ambiente no podía ser mejor, detectaba con claridad el aroma de las flores, así como la humedad, el baño estaba en su punto exacto para ser tomado, como sabiendo el momento en que volvería.

El supremo ya lo esperaba a la mitad de la habitación con una sonrisa radiante:-¿Se divirtió gege?-

-Solo... no hablemos de eso-

-Oh- sin decir otra palabra Hua Cheng hizo una nota de mental para castigar a unos dioses marciales incompetentes que no podían velar por la salud mental del dios por solo unas horas.

Xie Lian estaba secretamente complacido con el ambiente:-¿Qué es todo esto?-

No esperando más tiempo se despojó de sus holgadas túnicas para sumergirse con cuidado en la tina, la esencia de las flores con un ligero rastro de medicina inundó sus sentidos, sin duda un baño revitalizante, en ese momento recuerdos de sus días de realeza se amontonaban entre sí, un baño tan agradable como este podía ser tomado en cualquier momento que deseara, no es que en ese momento no pudiera hacerlo, pero no le gustaba exigir cosas.

El supremo no contestó su pregunta y se limitó a ayudarlo a entrar en el baño, con una suave esponja tallaba sus manos, dedo por dedo, no dejando espacio a ningún rastro de suciedad o tensión.

Al terminar de limpiar la piel nívea, se demoró un rato en la espalda, dando un ligero masaje en los lumbares donde todo el peso del niño se acumulaba dolorosamente, podía sentir como toda la tensión del día desaparecía.

Ante un ambiente tan tentador Xie Lian durmió rápidamente consentido, Hua Cheng rió por el gesto y tomó en sus brazos al dios que dormía plácidamente, se encargaría de secarle y vestirle, después de dejarlo cálido y arropado con un beso en la frente se despidió para continuar con sus tareas abandonadas.

Los días y semanas transcurrieron sin ningún problema, el vientre no podía ser mas notorio, dado que la complexión del dios solía ser muy delgada, su abultado abdomen destacaba más que antes, Xie Lian se hizo el hábito de sostener artículos con el.

-¡San Lang! San Lang-

Asustado Hua Cheng llegó al lado del dios solo para encontrarlo balanceando un cuenco con fruta sobre su vientre.

-¡Mira!¡Mira! no estoy usando mis manos en absoluto- abstraído del mundo exterior prosiguió a ingerir su fruta balanceando el cuenco con el vientre, estar embarazado tenía sus ventajas.

Sin contar lo dolorosamente hinchados que estaban sus pies, la constante sensación de querer ir al baño en cada momento y el dolor de espalda, no es algo que pudiera soportar, a lo largo de sus 800 años de vida pasó por innumerables pruebas mucho más complicadas que solo un dolor lumbar.

De pronto el cuenco salió volando de su sitio para estrellarse en el suelo, Xie Lian estaba triste por ello, pero al menos ya había terminado toda su fruta.

Las píldoras de los demonios, ¿Un príncipe fantasma?(HOB Hualian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora