Capítulo 16 La comida de los fantasmas

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El hombre de blanco no parecía tener más fuerzas para mover un solo músculo, yacía en el suelo como un viejo harapo, las cosas no podían terminar, no de esa manera, pasó muchos siglos en ese lugar codiciando su libertad, y fue arrebatada en solo unos minutos por desconocidos.

-Ahora que han obtenido mi tesoro, podemos hacer un intercambio, ¿qué les parece? tengo riquezas a mi disposición, conocimiento ilimitado, cualquier cosa que deseen, solo tienen que pedirla, a cambio de esa planta en sus manos, ¿les parece?-

Hua Cheng retrocedió unos pasos protegiendo con severidad al dios con su cuerpo, poco a poco su energía espiritual estaba regresando, por lo que comenzaba a sentirse más confiado.

El dios no permitió que lo apartasen, después de todo, ése lugar no era suyo, y estaban de alguna manera saqueándolo, no importaba cuanto lo necesitaran, aún sentía que debía justificarse:-Me temo que rechazaré su oferta, ésta planta es muy importante para nosotros, la tomaremos prestada-

Mu Qing quiso rodar los ojos por la vergüenza, ¿acaso es como si pudieran devolverla? ¿qué concepto de "prestar" tenía en mente?

-¡Se atreven a robar lo que me pertenece!-

-No podías tocarlo ¿quién dice que te pertenece?- Hua Cheng no tenía ganas de discutir más, con una mano rodeo la cintura de Xie Lian y estaba preparado para partir.

Sin más fuerzas el desconocido sabía que estaba perdido, se limito a suspirar con pesar, tenía que abandonar el lugar y vagar como un humano, había dejado de ser un dios, y en el poder espiritual que nutría el lugar comenzaría  a sentir las dolencias de la humanidad.

-Deberías dejar atrás el pasado, tu avaricia es lo que te llevó a éste estado y lo mismo que te mantuvo todos estos años, descansa por una vez- sin más que agregar el supremo tiró sus dados para desaparecer detrás de la grieta, las demás personas le siguieron sin rechistar.

El extraño se mantuvo en su lugar con sus pensamientos mientras una sonrisa amarga se dibuja en su rostro, como si fuera tan fácil.

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En un parpadeo 5 meses pasaron, la barriga de Xie Lian se saltó en un instante, como un guerrero nunca tuvo un cuerpo que no estuviera en forma, por lo que no estaba muy acostumbrado al hecho no poder ver sus pies con claridad.

Su equilibrio también se había visto afectado un poco, por lo que nadie se sentía seguro dejándolo solo, podía sentir como claramente una sombra lo seguía en todos sus pasos, también esas situaciones cuando solo tenía que encargarse de sus necesidades en el baño, podía sentir una mirada apuntando en su dirección detrás de la puerta, pensaba en reclamar, pero la preocupación del supremo le parecía extrañamente encantadora.

Al acercarse a su tercer mes de embarazo las nauseas desaparecieron por completo y fueron remplazados por un enorme apetito.

El supremo no desaprovecho la oportunidad para preparar comida con más frecuencia, en cada ocasión y cada esquina del lugar podía jurar que lo esperaban platos recién hechos, antes de notarlo no solo su barriga aumentó, podía jurar que sus mejillas y resto del cuerpo estaban un tanto más regordetes.

Para sus adentros Xie Lian se sentía un poco deprimido, ¿no podía ser la planta que lo engordaba o sí?

Ignorando el hecho de que un supremo le daba comida como si no hubiera mañana.

No solo eso, una cierta parte de su cuerpo parecía absorber el resto de su grasa de igual manera.

Esa noche frente al espejo de su habitación Xie Lian solo podía suspirar con pesar, con angustia Hua Cheng se acercó dando grandes zancadas a su paso.

Las píldoras de los demonios, ¿Un príncipe fantasma?(HOB Hualian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora