Quince

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Ann

Se acarició la frente y se mordió el labio para no empezar a gritar como una loca.

Hoy había sido el mejor día de su vida.

Y en cierto modo el más aterrador también. Se había arriesgado demasiado, ¿qué hubiera hecho si Kyle la hubiera rechazado en la enfermería? Por lo que le había dicho, se ponía nervioso al estar cerca de ella pero eso no tenía por qué significar que le gustaba. Aun así, decidió arriesgarse y besarlo. Y cuando tras separarse fue él quien la beso, pensó que moriría de felicidad.

Ahí lo tuvo claro. Él también la quería.

Le había hecho un perfil psicológico, él no besaría a nadie a no ser que tuviera fuertes sentimientos por esa persona.

Así que tras el beso pensó en confesarse inmediatamente pero los oportunos de Aaron y Lucas aparecieron con un Diego inconsciente mientras no paraban de discutir sobre cuál de los dos había tenido la culpa. Momento que aprovechó Kyle para colocarse la capucha y huir de allí.

Por su parte, lanzó una gélida mirada a esos tres y juró venganza antes de marcharse. De camino a casa, rememoró una y otra vez el beso mientras pensaba la mejor forma de declararse a Kyle; por lo que cuando llegó estaba tan roja como solía estarlo Nora cuando estaba con José. Así que cuando Matt la vio tuvo que mentirle y decirle que tenía fiebre antes de encerrarse en su habitación. Y allí se enteró de la explosión y del extraño comportamiento de Kyle, quiso ir pero sabía que si iba sería peor. Así que esperó y esperó hasta que todos estuvieran durmiendo para poder ir a ver a Kyle.

Pero había merecido cada segundo de espera.

Entró en su edificio y luego en su casa. Se asomó a la habitación de Matt y lo vio moverse en su cama. Bien. Seguía dormido. Le enseñó la lengua a modo de burla y se fue a su dormitorio.

Se acostó en su cama y se abrazó a la almohada con felicidad. No creía ser capaz de dormir, así que le mandó un mensaje a Dafne para informarle de lo sucedido y mientras esperaba una respuesta de su amiga, se puso la sudadera que Kyle le había regalado y se puso a dar vueltas por la cama a la vez que se daba abrazos a sí misma.

¡Le gustaba a Kyle! ¡Y le había dado un beso de buenas noches!

¡Era taaaan lindo!

Quería achucharlo hasta morir.

Hasta le había bajado una medicina para su falsa fiebre.

¿Se podía ser más tierno?

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Dio vueltas por la cama hasta que sintió como alguien le tapaba la boca, abrió los ojos asustada y preparada para contraatacar, pero para su sorpresa se encontró con el rostro de Kyle, que le pedía que estuviera en silencio.

― ¿Qué haces aquí?

― Huyamos.

― ¿Qué?

― Te quiero, eres la única para mí y quiero hacerte mía cuanto antes.

Parpadeó confusa y Kyle aprovechó para besarla apasionadamente algo a lo que ella no opuso resistencia.

― Yo también te quiero―declaró cuando se separó para tomar aire, Kyle le sonrió antes de volver a besarla y quitarse la sudadera que lanzó contra la pared.

Ella vio como la sudadera explotaba y se convertía en lirios que flotaba por la habitación, por lo que frunció el ceño. Eso era raro.

A continuación, vio como un peluche en forma de alpaca que volaba por la habitación tomaba uno de los lirios con su boca y se elevaba hacia el techo de su habitación donde más alpacas de peluche hacían carreras.

La química entre tú y yo (TQST Libro #1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora