"¿Estás seguro de que tengo que estar acá? Me siento medio intrusa." acotó Aldana algo nerviosa.
"Me dijo clarito: 'venite con Aldi'..." remarcó Valentín por quinta vez. "No puedo creer que te sigas poniendo así cada vez que vamos a lo de alguien..." rió burlón. "Hace siete años y medio que estamos."
"Dejame, no entendes esto porque el famoso sos vos." replicó en el mismo tono que él.
"¿Cómo andan chicos?" preguntó alegre Facundo abriendo la puerta. "Pasen, pasen." se hizo a un lado.
"¿No llegó nadie?" inquirió Valentín. "¿Y los chicos?"
"Por ahora somos nosotros nomás. Mateo y Julieta están con los amigos, acá quedo solo Lola que está en el cuarto jugando con las muñecas..." Aldana sonrió chiquito. "Sí Aldu, anda a jugar con ella por favor." carcajeó en respuesta.
"Gracias, ya hasta me daba vergüenza preguntar..." rió. "Si me necesitan, me avisan." añadió dirigiéndose en dirección a la habitación de la mencionada.
"Creo que la quiere más que a mí." comentó luego de que ella se fuera del salón, largando luego un agotador suspiro.
"Complicado, ¿no?" preguntó Facundo sin ganas de meter la pata mientras le acercaba una lata de cerveza.
"Bastante..." tomó asiento en el sillón. "Me pone mal verla así, tan triste todo el tiempo. Siento que no es mi Aldi."
"Es entendible, sobretodo por el tema de la edad y el tema de ella, no es lo mismo con nosotros." se sentó frente a él.
"Encima se suma esto de la gira, que los tratamientos, que las citas al doctor, que el tema de que tiene a la mamá complicada..." le dió un sorbo a su bebida. "Yo no sé cómo hace para aguantar, porque yo ya como acompañante me estreso y frustro como nadie."
"La posta es que te conseguiste una chica hecha literalmente de acero..." rió intentando distender el ambiente. "Ya vas a ver que todo se va a dar."
"Es que ella se siente culpable y anda cargando eso constantemente, no entiende que no es su culpa, que ella no lo eligió..." acomodó su cabeza contra el respaldo. "Hay mañanas en las que se despierta llorando porque sueña con que todo sale bien."
Facundo lo miraba atentamente y se dedicaba a solamente escuchar. El tema de Valentín y Aldana era sabido por todos los cercanos a la pareja, y todos se angustiaban por no poder ayudar.
"Pregunta Loli si hay fruta..." se asomó entusiasmada Aldana. "Epa, que caruchas."
"Y sí, mira la música que tenemos de fondo, tristísima..." rió Facu intentando camuflar la situación. "Decile que no, que colgué y que no compré."
"¿Escuchaste Lola?" preguntó por el pasillo.
"Mentira pa, hay limón." se asomó haciendo un pucherito con su boca.
"Pero no te vas a comer un limón, Lola." respondió obvio él.
"El limón tiene semillas, es una fruta." insistió la menor.
"Bueno, comete un limón." todos se miraron entre sí.
"Aldi, ¿me cortas un limón?" preguntó tierna tomándola de la mano con cierta timidez.
"Yo te corto el limón, pero tenemos que pasar toda una misión para llegar al limón, ¿te animas?" propuso sonriente, y la menor asintió de la misma forma. "Bueno, te tenés que subir a caballito mío y tenemos que dar la vuelta a toda la casa, pero con cuidado, porque nos pueden agarrar las sombras malas." Valentín miraba la secuencia con muchísima ternura.