Día de las Almas Afines [Broppy]

Capítulo Dos

-¿Otra vez escapas del día de las almas afines? – pregunta Ramón mientras ve llegar a su mejor y única amiga.

-¿Enserio todos siguen creyendo que este día es mágico? ¡Entonamos y armonizamos canciones todos los días! ¿Por qué sería especial ahora? – se pregunta Poppy mientras entra al búnker casi terminado de su amigo. Han pasado tres años desde que se conocieron, se habían vuelto buenos amigos e incluso ella había ayudado a construir gran parte de su hogar bajo tierra.

-Podría apostar que cuando te toque a ti, te arrepentirás de todo lo que dices – murmura el troll gris mientras le ofrece a Poppy unos pastelillos recién horneados.

-¿Por qué no has ido a mi fiesta de cumpleaños? – pregunta ella ahora, cambiando de tema. Hace morritos y pone su mejor carita de perrito.

-Sabes que no le agrado a tus amigos, Pops. Me miran extraño por ser gris y no cantar con ustedes.

-¡Pero eres mi mejor amigo! Es tu obligación ir a mi siguiente cumpleaños, ordenes de tu amada princesa – exige algo divertida Poppy.

-Como usted diga, alteza – Ramón rueda sus ojos mientras prepara su sala para ver algunas películas.

Ambos niños pasaron su día jugando y riendo, ignorando completamente la conexión especial que surgía entre ellos cuando estaban juntos. Pensaban que las mariposas en su estómago eran causadas por comer demasiado algodón de azúcar o por reír demasiado, el único que sospechaba sobre lo que estaba pasando era Ramón.

Quien definitivamente no quería creer en su presentimiento.

Días después se decidió, trataría de hablar con otras niñas para averiguar si aquellas cosquillas las sentía solo por su amiga o era algo normal cuando socializabas. Después de todo no tenía mucha experiencia. Un poco asustado y nervioso se acercó a la villa para comenzar su plan.

No muy lejos de allí, la princesa de la villa estaba cantando y bailando junto a sus amigos, esperando que sea la hora de ir a visitar a su troll favorito y mostrarle su gema recién florecida.

-¿Ese no es el niño raro y gris con el que te juntas, Poppy? – pregunta Grandulón señalando al jardín principal de la villa. No tuvo que decirlo dos veces para que la niña rosada lo buscara emocionada, ¡al fin había venido hacia la villa! ¡Podrían jugar todos juntos!

Pero su semblante cambió al instante, viendo como su mejor amigo hablaba y sonreía con otra niña que no era ella. Más que furiosa, corrió hacia ellos y se puso entre ambos trolls. Miró enfadada a la niña desconocida, tomo la mano de su amigo y lo llevó a tomar una malteada.

No iba a permitir que alguien más le robara su mejor amigo.