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HUIT

Eran las 4:50 de la mañana. Aparqué cerca de la salida principal del bar. Había gente saliendo, borracha hasta la médula o con el cabello revuelto de tanto bailar y sonreí, recordando la vez pasada con mis amigos. La noche que conocí a Win. Mi sonrisa se hizo más amplia.

Win me había movido cielo, mar y tierra en cuanto entró a mi mundo. Él era completamente diferente a lo que conocía, y cada aspecto de él me volvía loco. Su manera de pensar, su insaciable apetito sexual, la forma que tenía para hacerme sentir en casa, sus caricias, todo, me volvía loco, y me gustaba demasiado.

Por eso tenía que ser honesto con él. Hace unas horas me sorprendió una llamada de un número desconocido. Cuando contesté, escuché la voz de Nevvy utilizando un tono desagradablemente dulce para hablar conmigo. Empezó a parlotear de algo sobre "nosotros", errores, volver y otros retazos de palabras que no logré oír. Al parecer estaba en un lugar con mucha interferencia por que no lograba entender del todo sus frases, así que, harto, le colgué.

Win tenía que saberlo.
Si quería algo mucho más serio con él, tenía que ser honesto desde el principio. Ya iba siendo tiempo de contarle mi historia con Nevvy.

Solté un bostezo. Había dormido un par de horas nada más, primero por llegar tarde del trabajo y segundo por la inoportuna llamada. Después de eso ya no había podido dormir más, así que me puse a hacer ejercicio y tomé una ducha fría para mantenerme despierto. Cuando dieron las 4:30 me preparé para salir hacia aquí, y el resto es historia.
Supuse que Win tardaría un poco más en salir, así que me puse a tontear en el teléfono. Estando ahí, empecé a ver publicaciones de algunas páginas de chismes locales que seguía, y uno en específico me llamó la atención.

El post no era totalmente claro con lo que decía, pero pude entender que hablaba sobre un escándalo en un bar de la ciudad. No le tomé mayor importancia y salí de ahí.
A los pocos minutos recibí una llamada de Mike.

— Hey, ¿que pasa?—
— ¿Estás despierto? Creí que dormías a esta hora—
—Vine a buscar a Win a su trabajo, ¿que necesitas?—
— Win es ese niño del que no dejas de hablar ¿verdad?—
— No es un niño Mike, eso te lo puedo asegurar. Y si, es él de quien no dejo de hablar —
— ¿Cuando lo presentaras al grupo? Me muero de ganas de saber quien te atrapó—
— Hey, cuidado con tus palabras— suspiré— No sé cuando pueda presentárselos, aún no tenemos definido nada entre nosotros, y presentarlo con ustedes es un paso grande, lo saben —
— Pero te gusta el chico, ¿no?—
— Dios, si, me encanta. Me gusta cada pequeña parte de él—
— Bueno, no te emociones tanto, no quiero que termines manchándote por ahí—
— Eres un asco. De todas formas, ¿para que llamabas?—
— Oh si, tengo información de lo que querías saber—
— ¿Sobre qué cosa?—

En ese momento vi como Win salía por la puerta del bar. Se veía cansado y cargaba su pequeña bolsita con una pereza que me preocupó un poco.
— ¿Sabes qué? Luego te llamo—
— Espera Bright, es importante —
— Si, si, te hablo luego— y colgué.

Me bajé rápidamente del carro, captando su atención. Tenía una expresión rara en los ojos, como si se alegrara de verme pero al mismo tiempo no quisiera que estuviera ahí.

— Hey— 
Me respondió con un asentimiento de cabeza.
— ¿Cansado?— pregunté. Volvió a responder con un movimiento de su cabeza y supe que algo estaba pasando.
— Ven aquí— lo atraje a un abrazo. Con cuidado pasé mis brazos por sus hombros e hice que pusiera su cara en mi cuello. Pude sentir todo su cuerpo en tensión hasta que dejé un beso a la altura de su oreja — Ya vamos a ir a casa para que puedas descansar, ¿de acuerdo? — susurré

Sentí sus brazos aferrarse a mis hombros y escondió su cara otro poco.
— Abrázame un poco más — pidió y yo se lo cumplí. Algo no se sentía del todo correcto con la situación.
— Vamos, tengo sueño— cortó el abrazo después de un rato.