SEPT

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— Bonito, es hora de levantarse — escuché que me hablaban al oído.
— Cinco minutos más—
— Eso me pediste hace 10 minutos, tienes que levantarte ahora o llegarás tarde— sentí besos bajar por mi cuello y regresar hasta mi oreja.
Abrí mis ojos lentamente, encontrándome con la sexy imagen de Bright sin camisa, con el cabello alborotado, y cara de recién despierto.
— ¿Cuanto tiempo dormí?—
— Poco más de una hora, aún tienes tiempo de comer algo y arreglarte antes de ir a trabajar —
Asentí y soltando un suspiro largo me levanté de la cama para dirigirme a la cocina para empezar a cocinar algo sencillo.
— ¿Quieres que te ayude en algo?— preguntó apoyado en el marco de la puerta de la cocina — Me siento inútil parado aquí sin hacer nada— confesó.
— Mmm...— me quedé pensando unos segundos — Puedes ayudarme a elegir mi ropa— sugerí a lo que asintió entusiasmado y se metió a mi cuarto.

Termine de preparar un bocadillo sencillo y me recargue en la meseta a comerlo mientras observaba con curiosidad hacia él cuarto donde Bright llevaba metido más de 10 minutos. Dejé mi comida a la mitad y me acerqué. Cuando entre al cuarto, pude ver a Bright concentrado observando fijamente mi armario.
— ¿Qué pasa?— pregunté— ¿No tengo ropa bonita?—
— Al contrario, todo me parece genial y no logro decidirme por una sola prenda— refutó a lo que yo sonreí.
— Solo elige cualquier cosa negra, es para ir a trabajar, no a un desfile de modas —
— Quiero que te veas bien, aunque pensándolo bien...—
— ¿Qué?—
— A ti te queda bien todo — sonrió.
— Oh, dios. Voy a terminar de comer, ya vuelvo — intenté ocultar mi sonrojo.

Dicho y hecho, terminé de comer y fui a cambiarme. Bright eligió un conjunto de pantalón stretch color negro con las rodillas desgastadas, una camiseta negra con un estampado en tonos anaranjados y una especie de botines negros que hace mucho no me ponía.
— Te ves jodidamente sexy — habló detrás de mi mientras me miraba a través del espejo, mordiéndose el labio.
— No lo sé, hace mucho que no utilizaba este estilo—

Me quedé examinando con cuidado la ropa que traía encima. Los pantalones ajustados abrazaban perfectamente mis piernas, resaltando su largueza y lo torneadas que estaban, la camiseta fajada marcaba mi cintura y hacía mucho más notoria la forma proporcionada de mis caderas con mis hombros. Si, definitivamente acentuaba todo lo que había que acentuar en mi. Sonreí.

De repente a mi cabeza vino el incidente de hace unas noches, con el tipo borracho que me aventó su bebida, y mi ánimo se fue abajo. No tenía ganas de vestirme tan sexy después de eso. Si realmente alguien estaba corriendo un rumor de mí, lo menos que quería era llamar la atención aún más, y ese atuendo causaría todo lo contrario. Tal vez podría optar por un pantalón menos ajustado, y cambiar la camiseta para...

— ¿En qué piensas?— interrumpió mi guerra mental acercándose cuidado hasta quedar detrás de mi, pero sin tocarme.
— En nada— mentí
— ¿Sabías que arrugas ligeramente la frente cuando te concentras? También empiezas a respirar más pesado y te muerdes el labio— posó sus manos en mi vientre mientras acomodaba su cabeza en mi hombro y me observaba a través del espejo — Si no quieres decirme qué pasa, esta bien, pero sé que piensas en algo — su voz era suave, casi se sentía como si estuviera consolándome, y empezó a balancearse de un lado a otro conmigo entre sus brazos.
Derrotado, solté un suspiro.
— No me quedan ganas de vestirme "sexy"— hice comillas con mis dedos— después del incidente de la otra noche. Prefiero no llamar mucho la atención por si alguien más oyó ese rumor o algo, puede ser que con mi atuendo les dé ideas que no son y vuelva a suceder algo así, por que de verdad no quiero volver a pasar por algo así, se siente horrible, y ya no quiero...—
— Shh, tranquilo bonito, respira— sin darme cuenta había empezado a hablar con rapidez, casi sin tomar aire.
— Lo siento— susurré
Negó dulcemente con la cabeza mientras seguía balanceando sus caderas en armonía con las mías.
— No es tu culpa— me habló con tranquilidad—Nada de lo qué pasó esa noche es tu culpa. El tipo es un idiota, eso seguro, pero tú no tienes por qué aguantar eso. Nunca va a estar bien que nadie trate mal a nadie, y la forma en la que te vistes tampoco tiene por qué afectarte. Si te sientes bien con lo que traes puesto, no te limites por lo que piensen los demás. Vales mucho más que unas palabras asquerosas—

ଽ   ꞋꞌꞋ Oɴʏx ꞋꞌꞋ ᝢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora