Charlotte ¿No me recuerdas?

Capítulo 15

                ~Pequeños recuerdos~

Llevan casi dos horas hablando sobre algunas travesuras que la esposa de Alastor hacía, había risas y unas cuantas lagrimas y rápidamente eran consoladas por la rubia.

-Aún lo recuerdo a la perfección, recuerdo que tomó un libro y  golpe a ese hombre de bar completamente borracho-.

-Jajajajaja, tal ves por eso Husk no la puede recordar-.

-No entiendo cómo, ni el por qué, me es muy confuso comprender, por qué nadie la recuerda, ella era... la luz de todos, o eso solían decir en vida, fines de semana, éramos reunidos para dar pequeñas fiestas en lo que considerábamos familia-.

-¿En serio?... eso suena genial-.

-Charlotte daba una chispa especial a esa reuniones, sin ella, la fiesta dejaba de serlo. Luego, se volvió muy poco usual realizarlas, en diversas ocasiones tenía que firmar  los libros que había escrito-.

-¿Era escritora?-.

-Escritora, cantante, bailarina y actriz. Estaba muy orgullosa de si, su obra "El valor de mi ser" era muy vendido y contrabandeado para las mujeres de ese entonces-.

-Un momento... ¡¿Ella escribió ese libro?! ¡Wow! ¡Es mi favorito!-Charlie se levantó de su asiento para  buscar frenéticamente -¡Mira! ¡Aquí está! Mamá me lo obsequió para mi cumpleaños número  ciento tres, ¡Está firmado! Mamá dijo que ella era una de las pocas hijas de Eva con un corazón honesto  lleno de amor...-Alastor tomó el libro, y lo abrió en la primera página, efectivamente, esa era la firma del amor de su vida. Pasó lentamente la llena de sus dedos por el traza de esta, está completamente auténtica, solo su Charlotte podía ser tan dulce, pero al mismo tiempo, poseer un carácter del demonio.

-La Reyna... ¿Cómo fue que su majestad consiguiera uno de los libros?-.

-Mamá solía ir mucho al mundo humano, normalmente para realizar  trabajos que posiblemente  mis hermanastras no consiguieron concluir.

-Ya veo... ahora que lo recuerdo, Charlotte estaba fascinada por la historia de su majestad, veo que sus invocaciones por fin dieron fruto-.

-¿Charlotte practicaba magia?-.

-Así es dulzura, estudia demasiado, nunca descansaba, siempre descubría cosas interesantes y... sumamente peligrosas-.

-Eso es... raro... M-Me refiero a que... bueno tú, eras un excelente practicante del boudo, Mamá siempre contaba las historias... sobre todo de Rosie, decía que ella tenía un alumno estrella, ese... eras tú ¿verdad?-.

El ciervo figuró en su rostro una sonrisa ladina, mientras asentía con la cabeza. 

-S-sabes, me gustaría mucho utilizar magia negra... c-como ustedes... pero... ni siquiera sé cuáles son mis pecados mortales-La rubia tenía una sonrisa nerviosa mientras jugaba con un mechón de cabello-.

-Jajajaja ¡Que broma tan fascínate! ! Por poco te la creo dulzura! ¿Cómo puedes decir semejante mentira? ¡Tu eres la hija de...-El pelirrojo para de mofarse al ver a la princesa con el rostro bajo-. Oh cariño... siento mucho eso, creí que era un simple broma, ¿Porqué no has descubierto tus pecados mortales?-.

-M-Me da mucho miedo... no quiere ser... u-una mala persona... hay una voz en mi cabeza que cada ves que intento usar magia negra... se incremente y muchas veces... no puedo controlar y, y -.

-Toma el control... ¿No es así?

-Si...

-Jummm... tal ves yo pueda ayudarte, pero... necesito algo a cambio-.