'' -¡Dongmin ven baila conmigo!- Repetía Doyeon, mientras se movía encima de la mesa.
La ignore y salí al patio de mi casa, mi madre me había dejado solo festejando mis 16, así que habían muchos chicos de la secundaria en mi casa, bebiendo alcohol, bailando, besándose en fin un montón de hormonales en la cúspide de su exploración sexual, con una casa sin supervisión de adultos.
Me senté en la orilla de la piscina y metí mis pies descalzos en la helada agua y pensaba en mi querido Binnie, tenía muchos días sin verlo y lo echaba de menos, no sabía porque no había venido incluso no entendía porque estaba tan distante.
Quizás su madre lo había castigado o ya no le gustaba como el quería hacerme creer. Pensar en todas las posibilidades me lastima así que decidí desviar mis pensamientos a otro lugar y entrar a disfrutar mi fiesta...
A las dos de la mañana, había despedido a todos de mi casa, fue bastante complicado pero lo logré, odiaba ver tantas personas en mi casa disfrutando, mientras yo estaba preocupado por estupideces, así que luego de recoger un poco subí y me encerré en mi habitación deprimido.
Esta vez, Binnie no vino a mi fiesta y me encontraba tan triste por ello. Había planeado todo para disfrutar de la velada con el, pero no fue como lo esperaba, no se tomó ni la molestia de venir.
Me quite la ropa y me coloque una camiseta holgada, que cubría una pequeña parte de mi trasero, me coloque mis audífonos y subí todo el volumen, quería escuchar música para lograr dormir. Al acostarme, vi a alguién entrando por la ventana de mi habitación, el miedo se apoderó de mí, quedé petrificado encima de la cama.
Podría ser algún depravado y al estar solo haría conmigo todo lo que quisiera, sí , mi fin había llegado, aunque quizás si me hacía el dormido se marcharía o robaría y me dejaría tranquilo.
Pero el desconocido se acercó con cautela hasta mi cama, aparentemente estaba interesado en mi, sentí una alegría muy grande al verlo más de cerca.
Cualquier rastro de temor se desvaneció casi al instante, era Bin, quien estaba dentro de mi habitación. Estaba vestido completamente de negro, y su cabello castaño estaba más largo que de costumbre.
Me sonrió y vi sus preciosos ojos cafes, iluminarse tenuemente con la luz.
—¿Bin qué haces aquí?—Susurre, el me hizo una seña con sus dedos para que guarda silencio.
Debió pensar que mi madre estaba en casa, tampoco hice nada para que se percatara que no era asi.
Se acercó lentamente y me dio un beso sutil y romántico en los labios.— Disculpa, estuve en el cementerio y perdí la noción del tiempo— susurro Bin y yo Sonreí tímido
Desde que su padre murió, él estaba muy distinto, a veces duraba hasta un mes sin verlo.
—Te hecho de menos—musite.
—Yo también.— suspiró—Tengo que decirte algo muy importante—me preocupe al escucharlo y lo mire fijamente.
—No me asustes— susurre—¿Qué sucede? — Pregunte.
—Tendré que irme a otro Estado, para solucionar unos problemas. Pero prometo que volveré por ti cuando resuelva todos mis líos— sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a sollozar.
Moon bin tomó mi cara con sus manos y me hizo verlo a los ojos.—Te amo, siempre serás mi primer amor y te prometo que volveré, no estés triste pronto regresare por ti.— musitó.
Busco algo dentro de su bolsillo y me entregó una pequeña cajita de cartón en forma de corazón.
—Feliz cumpleaños— dijo, para luego besarme.
Sonreí y abrí la pequeña cajita de cartón. Abrí la boca sorprendido, al ver un hermoso collar dentro. Tenía un dije en forma de corazón, con una piedra brillante en el centro.
—Es bellísimo — Sonreí y abrace a Bin.— Muchas gracias, aunque esto no va aliviar mi tristeza.
—Prometo volver por ti amor- Binnie me ayudó a ponerme el collar.
Y comenzamos a besarnos con ternura, pero poco a poco, nuestros besos se intensificaron, todo fue subiendo de tono, ya sus manos paseaban por mi espalda baja y..."
...
Me levanté sudado y me senté sobre la cama, comencé a sollozar al recordar mi sueño. Fue la última vez que lo vi en mi habitación, tome el collar de mi cuello y me senté en el piso llorando al recordar ese día.
Como beso todo mi cuerpo, las promesas y como me hizo el amor ese día. Fue el momento más hermoso que puedo recordar, la única vez que me sentí lleno de vida al hacer el amor con alguién.
Desde ese día, mis relaciones con otros chicos o chicas no significaron nada, todo era únicamente sexo casual. Quería que él volviera y hacer mi vida a su lado, pero ya no podía sentir amor por ese miserable asesino, él había asesinado a mi hermano y eso era algo que jamás podría perdonarle.
Tome una ducha y luego salí de habitación para caminar rumbo a la cocina. Tomé un baso de agua y caminé de regreso a mi habitación.
Pero me tropecé con algo, o mejor dicho con alguien, caí al suelo y sentí un frío recorrer mi piel.
Moon Bin estaba de pie frente a mí, me observaba boquiabierto y me sonroje por completo al darme cuenta de que se me había caído la toalla y estaba desnudo frente a él.
No me la puse de inmediato, pues él ya había visto mi cuerpo desnudo, solo que era más niño, ahora mi cuerpo era diferente, me gustaba ejercitarme y me enorgullecío que el viera lo que no tendría jamás.
Aunque había cambiado muchísimo desde la última vez, ya no era un adolescente de 16 años y debía notarlo. Me ayudó a ponerme de pie y se agachó para luego entregarme la toalla.
Sentí sus ojos sobre mi pecho, sus manos acariciaron mis brazos y me estremecí al sentir su tacto.
—Aún tienes mi collar — Musito mientras tomaba el collar y lo acariciaba con sus dedos sobre de mi cuello.
—¿Pensaste que no lo tenía? — Musite.
—Sólo creí que me odiabas por alejarme tanto tiempo— él me observaba con tristeza, quería creer que el aún me amaba pero recordé lo que dijo antes y decidí hacerlo sentir lo mismo.
—Te amaba, pero tienes razón, ahora te odio y creo que tú fuiste mi peor error— Le arrebate la toalla de las manos y me enrolle en ella.
Caminé por el pasillo y antes de entrar a la habitación me voltee para verlo. Aún estaba en el mismo lugar, me observaba perdido y sentí que le dolieron mis palabras como hacían horas él me había hecho sentir.
—Te amo aunque ese sentimiento será mi perdición— dijo y vi una lágrima recorrer su mejilla.
—Te amo aunque me duela, pero prometo que me pagarás cada lágrima que derrame por ti.— lo vi palidecer y luego entre a la habitación cerrando de un portazo.
Comencé a llorar y me apoyé sobre la puerta, mientras me dejaba caer lentamente al suelo...
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Enamorado de mi Secuestrador (Binwoo)
Ficción GeneralLee Dongmin es un joven de 19 años, su padre es Lee Ki Joon quien es una empresario multimillonario, sin escrúpulos capaz de obtener lo que desee. Lee Ki Joon en busca del poder manda asesinar a varios empresarios para apoderarse de sus empresas. E...