Capítulo 12

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La luz del sol me molesta, comienzo a moverme en la cama para ocultarme. Pero un dolor insoportable por todo mi cuerpo me lo impide.

¡Mierda me duele hasta el cabello!

Trató de abrir mis ojos lentamente, pero me pesan demasiado y con dificultad logró hacerlo. Es difícil adaptarme a la claridad y cuando por fin logró hacerlo, el dolor en mi cabeza aumenta.

¡Voy a morir! Dios siento que un tractor me paso por encima y luego retrocedió.

Observó el lugar donde me encuentro y estoy completamente seguro de que esta no es mi habitación.

Esta es mucho más grande que el mío, esta decorada muy moderna. Cuadros abstractos y colores oscuros abundan aquí.

La cama donde estoy es inmensa y malditamente cómoda, pero sigo sintiéndome horrible.

Trató de ponerme de pie, no recuerdo absolutamente nada de la noche anterior.

¿Dónde están Minhyuk y Bin?

Las baldosas del suelo están heladas, un escalofrío recorre mi cuerpo haciendo que gima del dolor que este me causa. Una lágrima recorre mi mejilla, luego otra y otra, con cada paso que doy siento que camino sobre vidrios rotos, hasta la hoguera donde moriré.

Buscó por toda la habitación un baño, hasta en mi lecho de muerte siento ganas de hacer pis. Cuando por fin lo consigo, me encuentro sollozando por el dolor.

Al terminar mis necesidades decido tomar una ducha con mucha valentía, me despojo de la bata de seda que tengo y con dificultad logró meterme a la ducha.

Al abrir el grifo el agua sale fría, es como si me enterraran mil agujas en un instante, todo se relaja cuando el agua se pone caliente y así termino de ducharme.

Al terminar salgo buscando una toalla y no lo consigo, el piso esta mojado, cuando decidí ser cuidadoso es tarde y resbaló.

Caigo de bruces sobre el suelo, sin contenerlo, suelto un grito de dolor. Comienzo a llorar cual niño pequeño, me encuentro en posición fetal sobre el frio suelo, no podía ponerme de pie y me sentía malditamente mal.

Alguien abre la puerta del baño, no me inmutó solo quiero ayuda, siento como cubren mi cuerpo con una toalla. El calor vuelve a mi piel lentamente, unas grandes y cálidas manos me acunan.

Se que es Binnie, su embriagador aroma penetra mis fosas nasales y aunque quiero vomitar, milagrosamente no lo hago.

Nos quedamos en el suelo unos minutos, hasta que deje de llorar y él me ayuda a ponerme de pie.

Caminamos con mucho cuidado a la cama, yo solo lo observaban en silencio, buscó algo dentro de su closet y en ese momento es donde caigo en cuenta.

¡Estoy en su habitación!

Me ayuda a colocarme una camiseta muy suave, no me incómoda por alguna extraña razón que me seque y me vea totalmente desnudo.

— No te imaginas como me duele verte en este estado — Susurra muy cerca de mis labios.

— Yo.. no se que me ocurrió —Musitó

El sonríe de lado y suspira.

— Es una larga historia, te haré un resumen: te embriagaste, trate de traerte a casa pero en el auto comenzaste a golpea y golpear la ventana con tu zapato. De un momento a otro lo dejaste caer por el misma, me detuve para buscarlo y cuando quite el seguro te habías bajado del auto y corrías a buscarlo. Un auto venía pasando, por lo menos venía lento, pues el señor pensó que eras producto de su imaginación, el punto es que apenas impacto tu cuerpo, haciéndote caer y te golpeaste la cabeza. El señor que conducía el otro auto era un doctor, te revisó y dijo que por la borrachera te habías dormido o desmayado. No tenías ninguna herida, así que te recetó unos analgésicos, dijo que si te sentías mal te lleváramos a su clínica y fin.

— ¡Oh mi Dios! el alcoholismo y los accidentes no son una buena combinación.

— En definitiva no lo son, ¿Cómo te sientes? — Me preguntó

Lo fulminó con la mirada, que pregunta más estúpida. —¡Dame mi analgésico! —Gruño.

Mala idea, la cabeza comenzó a dolerme más. Él salió de la habitación, minutos después volvió con una bandeja.

Cuando lo puso frente a mi, pude observar un desayuno basado en frutas, jugó de naranja, una cosa líquida que parecía sopa, una jarra de agua, otro vaso y una bolsa con pastillas...

Al terminar mi desayuno me sentía agotado, así que me acosté en la cama y Bin me imito. Él no había dormido muy bien, cuidándome, así que le exigí que se acostara a mi lado.

Me apoye en su pecho y logre dormirme con facilidad, ya que los analgésicos me hicieron efecto muy rápido.





























Me apoye en su pecho y logre dormirme con facilidad, ya que los analgésicos me hicieron efecto muy rápido

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¡Cosita hermosa! ¡Cosita bien hecha!... ❤️

Enamorado de mi Secuestrador (Binwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora