Lucifer usa cuero [En Edicion]

• Conocerlo •

Blair

Miré por la ventana de mi clase de Historia, muerta de aburrimiento. Esta maestra es la mujer más vieja que he visto en mi vida.

Hablaba más lento que ese perezoso de Zootopia. Puse los ojos en blanco solo de pensarlo.

Estaba a punto de prestar atención a lo que estaba diciendo cuando algo me llamó la atención.

O más específicamente, alguien.

Zayn Santiago. El chico malo de Macklin High. Tenía el cabello negro azabache desordenado, cautivadores ojos plateados, buena figura y una sonrisa para morirse.

Literalmente. Nunca antes había sonreído.

Todo lo que hace es mirarte fríamente.

Los tatuajes corrían desde sus dedos hasta su cuello.

Es misterioso. No tiene amigos, no habla con nadie y tampoco nadie sabe nada personal de él.

Siempre llega tarde a la escuela y la mayor parte del tiempo tiene moretones en la cara.

Algunos dicen que es porque lo golpean por matar a su propio padre.

Vi mientras estacionaba su bicicleta y se fuera, pasando una mano por sus cabellos desordenados y apoyándose en su motocicleta.

Sacó un cigarrillo y lo encendió, cerrando los ojos mientras daba una calada.

Cuando lo soltó, sus hombros se hundieron. Lo calma, supongo.

Siempre quise hablar con él.

Mi mejor amigo siempre dice que no lo haga porque, y cito,

"Parece el tipo de hombre que te lleva a su casa y te come. Empezando por los dedos de los pies."

Lo sé, yo también estaba confundida.

No me di cuenta de que lo estaba mirando todo este tiempo,

hasta que se dio la vuelta.

Sus ojos fascinantes me congelaron.

La luz del sol se reflejaba en ellos y brillaban, intrigándome.

Nos miramos el uno al otro durante lo que parecieron horas hasta que lo rompió caminando hacia las puertas.

suspiré.

Me ahogué en mis pensamientos mientras miraba fijamente a la maestra.

Justo cuando pensaba que ese momento incómodo había terminado, la puerta se abrió de golpe y he aquí, Zayn Santiago a todos.

-Llega tarde, Sr. Santiago.- Dijo la maestra, la Sra. Flores.

Zayn puso los ojos en blanco en respuesta.

-No jodas, Sherlock.- Respondió, escaneando el salón de clases hasta que sus ojos se posaron en mí.

-¡Santiago! ¡Detención!- Sra. Flores gritó, entregándole un papel.

Zayn simplemente se alejó, sus ojos todavía en mí mientras se dirigía al único asiento disponible,

Detrás de mí.

Estaba cayendo ladrillos cuando me vinieron a la mente todas las cosas que escuché sobre él.

Sin hacerle caso, traté de concentrarme en lo que decía la profesora.

Cinco minutos más tarde, lo sentí jugando con un mechón de mi cabello, girando alrededor de su dedo.

¡Nunca volveré a lavarme el pelo!, gritó mi mente.