Pos Jungkook.Abrí mis ojos, observé cada detalle de aquella pequeña habitación. Estaba totalmente oscura, solo podía ver la camilla en la que me encontraba recostado. Era extraño, solo podía escuchar el sonido del silencio. Me levanté con pánico. Tratando de no tropezar con aquella oscura, pero cada paso que daba me alumbraba el camino, parecía como si yo fuera mi propia luz.
Trataba de recordar algo, pero mis recuerdos estaban tan vacíos como aquella habitación. Mis pasos dejaron de avanzar, en cuanto escuché aquella voz. Inmediatamente una puerta de la nada se abrió frente a mí, esta era grande y hermosa, era lo único que podía ver con claridad.
Aquella voz me preguntó. __¿Crees qué mereces morir?__mi semblante cambió a uno más confundido, sin embargo contesté aquella pregunta.
___¡No lo sé!
___¿Entonces que haces aquí?___ Aquella voz se volvía más fuerte.
___¡No lo sé!__ Respondí comprendiendo que estaba muerto.
___¿Te gusta este lugar?
__¡No!__ Negué con lágrimas.
___¡Entonces!__¿Por qué elegiste estar aquí?
___¡Nunca elegí estar aquí!__¿Crees qué quiero estar aquí?__ Mi voz salía entrecortada.
___¡La vida es difícil!___Lagrimas salian desesperadamente.
___¡El difícil eres tú!
___¿Qué?__ En ese momento no comprendí nada. tal vez porque aún era muy joven.
___¿Por qué de muchas decisiones, tomaste la más difícil?
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En ese justo momento me sentí culpable miserable, desperdicie mi juventud por haber tomado aquella trágica decisión.
__¡Vivir es más difícil que morir!__Pero dime una cosa joven__¿Qué prefieres?___¿Vivir para morir o morir para vivir?.
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No sé cuál decisión escogí, sólo sé que tenía otra oportunidad para comenzar de nuevo.
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Habían pasado tres años desde aquel incidente. Prometí que daría lo mejor de mí. Me volví más abierto con TN, le conté mis problemas y los escuchó como si fueran propios. Al menos no me sentía tan solo o eso creía.
Post TN.
Jungkook siempre fue un niño muy antisocial, algo malhumorado y bastante sensible. Todo esto a causa de ser abandonado por su madre, cuando era muy joven aún, fue algo que lo dejó cicatrizado de por vida. Era la única para sus ojos, aquella mujer alta y con un semblante precioso, le había brindado tanto amor. Hasta ese día cuando las rosas se marchitaron, el ambiente ya no era el mismo, se había vuelto más frío, las estaciones se volvieron invierno, ya no había diferencia entre lo que perdura y lo que se acaba.
Aquella mujer con palabras sordas como una punzada en el Alma le dijo "No necesito de tí ".
Era solo un niño de cinco años. ¿No lo entendería en aquel momento?. Pero me equivoqué. El a su corta edad había comprendido cada sílaba. Cada letra fue una pinza en su pequeño y frágil corazón.