Post TN.
Era más que obvio, hoy estaba de muy mal humor. No me sentía para nada bien. Pero estaba segura que no era por mi período, había algo más.
Me senté en la misma silla de siempre. Miré a mi alrededor y la silla de yoongi permanecía desolada. Era extraño ya que el nunca faltaba. Pero seguro vendría más tarde. El tiempo pasó y aquella silla seguía igual de desolada.
El profesor nos entregó exámen sorpresa. Realmente quería matarlo, pero me tranquilice ya que el examen no fue tan complicado como esperaba.
Fui la última en terminar. Siempre reviso todo para no tener fallos.
Le entregué el examen al maestro y salí del aula.
Mis planes era entregarle el libro a soonjin. Pero lo más probable era que estuviese ausente a causa de su estado. Además si lo veía rompería en llanto. Estaba realmente sensible.
Lo más estraño era que la cafetería estaba cerrada y por los alrededores no había ningún estudiante. Una de las conserjes me avisó que hoy la cafetería no abriría. No me quiso decir la razón.
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Repentinamente mi cabeza empezó a doler. Con pasos rápidos me dirigí hacia la sala de espera. La doctora me dió una pastilla para que el dolor desapareciera. Ya llevaba media hora en aquella habitación y el dolor iba desapareciendo. A medida que pasaban los minutos empezaba aburrirme así que salí de allí sin avisarle a la doctora que según esta estaría arreglando unos papeles en su oficina.
Sentía que mis pasos se hacían más pesados. Escuché gritos provenientes de la oficina del director, como cualquier alumno haría lo ignoré y seguí mi camino; todo esto hasta que escuché el nombre de soonjin. Aquellos gritos no parecían de felicidad. Pero no quería parar, quería seguir caminando y ignorar todo eso. Sentí una sensación de culpa, curiosidad, pánico.
Como ya era de esperarse me encontraba frente aquella puerta. Podía escuchar los murmullos de varias personas. Eran voces varoniles, para ser sincera parecían policías. Mis nervios invadieron mi cuerpo. Porqué policías hablarían de soonjin; qué habrá pasado, será la razón por su ausencia. Mi respiración se agitó, mi estómago se revoltio, mi cabeza estalló simplemente al escuchar la palabra "suicidio".
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Deseaba que todo fuera una horrible mentira. Que todo fuera una broma de mal gusto. Pero aquella frase fue muy clara tan clara que no pude contenerme. La puerta fue abierta repentinamente, varios policías como deduje habían salido de allí. Sus expresiones eran neutras. Ni siquiera se percataron de mí presencia aún estando casi frente a ellos.
El director mantenía una mano en su cabeza como signo de que algo malo había sucedido. Mis ojos se llenaron de lágrimas; sabía que si daba un paso más me enteraría de lo inevitable. Mis pies me guiaron hacia aquella habitación. El director se asustó en cuanto me vió parada frente a él.
___¿Qué pasa señorita?___ fingió una sonrisa.
En ese momento no sabía que decir, las palabras no salían. Tenía miedo de la respuesta. Tenía miedo a enfrentar lo que venía después.
___¿Qué le pasó a soonjin?___ Hablé rápido.
El director se sorprendió. Tanto él como sus palabras se congelaron.
