Cuatro: Un Sangre Pura viviendo como Muggle

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Un Sangre Pura viviendo como Muggle

Supongo que nunca me había sentido así, necesitaba la atención de las personas, pero por sobre todo quise la de mi padre. Ser hijo único y que uno de tus progenitores no esté orgulloso de ti o que simplemente no seas lo que él quería que fueras, es por lo que yo luche siempre. Mi madre comprendía como me sentía, pero siempre tomaba en cuenta más a su esposo.

No me puedo quejar, siempre tuve lo que quise, era simple de hecho, pedir algo y listo, ya estaba, pero quien iba a pensar que mi padre completamente humillado perdiera toda voluntad y dejaría que a su único hijo lo convirtieran en mortifago por un error de él. Antes de que Voldemort volviera, para mi familia el concepto de seguirlo era "un privilegio", "una oportunidad para personas de nuestra estirpe", "un honor".

Nunca supe a cabalidad lo que sucedió en el cementerio, pero luego de ese día, el perfil altanero de mi padre se fue opacando, empezó a tener encargos de Voldemort. Mi madre intentaba ocultar su molestia en todo momento, ella ya conocía lo que era estar en una guerra, sabía hasta que nivel podía llegar Voldemort y por supuesto sabía que los mortifagos no terminarían nunca de perseguir, torturar y matar a quien dijera oponerse. Probablemente cuando era joven a mi padre esto lo extasiaba, pero a él la comodidad de una vida con un Voldemort desaparecido le había agradado más, tenían no solo la riqueza y el nombre de la familia, también tenía el temor de las personas que conocían su pasado.

Demoré más de tres semanas en llegar a esa conclusión. Una semana ante de entrar a Hogwarts.

Mi padre había sido condenado de por vida a Azkaban y mi madre solo debía pasar seis años en ella ya que los cargos que tenía era solo de complicidad y no ser mortifago ayudó aun más. Yo había quedado completamente solo, los amigos que tenía la familia desaparecieron y no los juzgo, nadie querría tener amistades con personas que ahora eran repudiadas por el mundo mágico, aunque a mi mente se me vienen varios rostros que se acercaron a nosotros por interés, antes de que Voldemort volviera, se podría decir en nuestro momento de gloria.

Terminado el juicio, pasaron dos días y tomé todo el dinero, joyas y demás cosas de valor de la bóveda de mi familia y lo dejé en una que solo era mía en Gringotts. La mayoría de las personas en el mundo mágico me veían ahora como una víctima, un niño criado por mortifagos. Por ende no tuve que lidiar con muchos insultos directamente pero sí con dedos apuntándome y a otros mirándome con pena mezclada con resentimiento. La mansión había sido investigada por aurores, pero al no encontrar nada más en ella, me la entregaron, hice que los elfos limpiaran el desastre que no sólo Voldemort había dejado, sino que también los aurores.

Ese fue el último trabajo que los elfos hicieron para la familia Malfoy, los liberé a todos, no podía seguir siendo el mismo monstruo abusador que crearon mis padres, les di no solo la libertad, también dinero y pedí disculpas por todo lo que tuvieron que pasar, aún recuerdo cuando muchos lloraron, nunca creyeron que llegaría el día en que serían libres. En mi corazón aún está ese extraño sentimiento que experimenté, lo había sentido antes pero en una situación diferente, nunca por un acto como el que hice ese día, prefiero decir que los liberé porque ya no tenían nada más que hacer en mi mansión. Dejaron tal cual las cosas como estaban en nuestro apogeo, las piezas lucían impecables, como si nadie hubiera muerto allí. Vacié mi cuatro, saqué las joyas y cosas de valor que estaban escondidas en la mansión y que no alcanzaron a robar los carroñeros, las vendería para mantenerme sin abusar de la fortuna que aún nos quedaba, y luego simplemente tomé telas y cubrí con ellas los muebles, cerré y lancé varios encantamientos protectores a la mansión, estaría completamente impenetrable hasta que mi madre saliera de Azkaban.

Yo simplemente, partí a un condominio muggle en el centro de Londres y compre un departamento, algo completamente nuevo para mí, pero no fue difícil adaptarme, muchas cosas muggle no conocía y otras funcionaban muy parecido al mundo mágico, logré entender el por qué se decía que no éramos tan diferentes, eso era obvio, pero siempre fue más fácil ver a los muggles como bacterias, como gusanos o cucarachas que debemos aplastar.

El Poder de las Piedras Preciosas (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora