Seis: Me estaba ahogando

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SEIS

Me estaba ahogando

Tenía que hacer un ensayo de astronomía, pero llevaba casi media hora intentado concentrar mi atención en el libro acerca de Nebulosas, pero simplemente no podía.

De un momento a otro escuché  que alguien abrió la puerta de golpe y decidí encontrar con mis ojos a él o la responsable de tan mala educación. Y ahí estaba Draco, mirando de lado a lado buscando a alguien, y la encontró, fijó su atención en Helen Bane que estaba casi escondida entre tanto libro.

Draco se le acercó e intercambiaron un par de palabras.

Él levemente volvió a ser lo que era antes, aunque no había insultos para mí ni para Harry o Ron. El arrastre que tenía con las chicas y el temor que podía proyectar, volvieron. Su confianza en sí mismo lo impulsó a obligar a los demás a que lo respetaran nuevamente, de hecho ya se había vengado de Edgar y de un par de niños de Slytherin por lo que le hicieron semanas atrás. Aunque nadie le castigó, simplemente porque no había pruebas de eso.

Me sentía confundida de mis propias esperanzas. En un momento pensé que podríamos llegar a conversar un poco más luego de escuchar a un Draco sincerando su corazón, sin embargo no sucedió. Él raramente me hablaba, pasaba al lado mío, sin más que hacer un leve gesto y seguir. Pero otros días se acercaba mientras decía simplemente un "Hola... Granger".

Corría el rumor -de entre tantos- de que habían visto a Millicent junto a Draco besándose apasionadamente en una de las escaleras hacia una de las torres desocupadas, y no pude evitar mi cara de asco al imaginarme la escena, pero con la imagen de la antigua Bulstrode encaramando sus piernas alrededor de Malfoy. Pero al mismo tiempo corría el rumor de que en vez de Milicent era Astoria. Hogwarts había retomado el tradicional afán de esparcir rumores.

Malfoy rara vez aparecía en la biblioteca, en ese momento supuse que volvió a su manía de encontrar a una tonta babosa que le hiciera los trabajos a cambio de que él la mirara, o si no Draco buscaba a un miedoso chico que le hiciera el ensayo para librarse de los golpes que le ofrecía si se llegase a negar.

- ¿en qué piensas? - de golpe concentré mi atención en Malfoy que ahora estaba a mi costado, no me había dado cuenta de que mi mirada se había congelado en la estantería de enfrente y mi pluma ahora estaba manchada, porque la había depositado descuidadamente en el tintero mientas sujetaba mi mentón con la mano derecha, completamente absorta en mis pensamientos. Y tampoco había escuchado a Malfoy acercarse.

- en nada - dije levantando las cejas y pestañeando tranquilamente, pero aunque intenté no exasperar,  ante la cercanía y la sorpresa empecé a sentir un calor desde la punta de mis pies y que me recorrió hasta la cara en cosa de segundos, nunca sabré si llegue a sonrojarme.

- no te creo... Mira como dejaste tu pluma - rió- nadie se congela por nada

- estaba pensando en lo que soñé anoche - mentí, no le podía decir "estaba pensando en ti, en como hay días en que me saludas y otros haces solo un gesto... También pensaba en que volviste a ser casi el mismo manipulador y abusador de siempre..."

- ¿sigues con las mismas pesadillas? - preguntó mientras sacaba la silla y se sentaba a mi lado

- ¿aún recuerdas eso? - pregunte divertida escondiendo la sorpresa de que Malfoy recordara algo mío

- obvio que recuerdo, tengo muy buena memoria, además esa noche te presté mucha atención cuando me la contaste, y eso hace que la recuerde - dijo despreocupado

- me halaga mucho que me hayas puesto atención, pero no, luego de contártela, no volvieron a mí, no sé a qué se debe pero supongo que haber dicho lo que me angustiaba me desahogó

El Poder de las Piedras Preciosas (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora