8.

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Narra Hugo.

Me empecé a levantar por unas caricias en mi cara y empecé abrir mis ojos para conectar con aquellos que me impactaban.

Buen día.- susurro.

Buenos días.- la abracé.- podemos quedarnos aqui.- dije sin soltarla.

Hay que ir a clases Hugo.- dijo y agarra su cara.

Solo un rato.- dije y junte nuestras bocas, nos separamos y me miro mordiéndose el labio.

Esta bien, solo un rato.- sonreí victorioso y ella volvió a besarme.

Giré quedándome boca arriba y ella quedó encima mío sin separarnos. Mis manos acariciaron sus piernas hasta llegar al filo de mi remera que llevaba puesta. Metí mis manos por debajo y acaricie su espalda hasta llegar a su culo. Ella se separó y fue a dejar besos a mi cuello, mi punto débil y se lo hice notar. Nuestras bocas volvieron a juntarse, el calor empezaba anotarse, estaba por sacar la remera cuando nos sobresaltamos.

Mierda, lo siento.- dijo Sam riendo. No habíamos ni escuchado que puso la llave para entrar. Eva rio y salió de encima mío.

No pasa nada.- dijo Eva.

Si qué pasa.- gruñí y rio despacio.

Lo siento en serio, pensé que ya estarías yéndote a clases.- eva la miro rara y miro mi reloj.

Mierda mierda.- dijo ella levantándose rápido y así sin importarle empezó a desvestirse delante de nosotros y se cambió.

Linda vista.- solté y Sam rio.

Hugo.- dijo Eva.- date una ducha fría.- rio y luego corrió al baño.

No se como lo hizo pero en 5 minutos estaba cambiada, arreglada y hermosa como siempre.

Luego nos vemos.- dejo un corto beso en mis labios y luego en la mejilla de sam para salir rápido.

Gracias.- le dije molesto a sam.- ya vas a tener tu venganza.- solté levantándome.

Perdón.- dijo riendo y negué.- desayunamos juntos, tengo libre la primera.- la mire asistiendo.- listo ahí te lo recompenso.

Maldita.- reimos y luego me cambié para salir a desayunar con mi hermana.

Solo tuve una clase, luego me suspendieron la otra que tenía así que fui a recostarme en mi habitación y a escribir un poco, siempre lo hacía.

Donde estás?.- me llego un mensaje y sonreí.

En mi habitación, me han suspendido la clase que me quedaba.- conteste.

Yo también estoy libre.- me puso.- ire a mi habitación a ordenar.- me mando otro.

Ven a la mía, te espero.- le puse y me clavo el visto.

Seguí escribiendo cuando escucho que tocan mi puerta, era ella.

No te resistes a mi propuesta.- le dije sonriendo.

Idiota.- me empujó ella riendo para luego besarme.

Narra Eva.

Estaba haciendo fiaca en su habitación, luego de un rato me puso a buscar algo que Santi me había pedido que le pase, cuando acabe deje las cosas y lo mire.

Que escribes en ese cuaderno.- le pregunte, llevaba varias hojas escritas.

Que te importa.- rio escribiendo.

Oye, porque eres así.- reí.- venga muéstrame.- solté y el nego sonriendo.- qué escribes ahí.- dije insistiendo.

No voy a decírtelo.- rio y lo cerró. Me arrodillé para luego tirarme encima de él.- no, no Eva.- rio cuando se lo quise sacar.

Deje de luchar cuando nuestras miradas se conectaron, sus ojos me hacían perder. La soltó dejándola en el piso y lo bese con intensidad. Me acomode mejor allí arriba de él mientras nos besábamos. Me saco mi remera delicadamente para luego seguir besándonos.

Terminamos lo de esta mañana.- susurro y busco mi mirada y solo asistí sonriendo.

Solo asegúrate que nadie nos interrumpa.- dije y el asistió. Agarro su móvil y escribió algo para luego dejarlo en el piso.

No hubo más por decir, poco a poco nuestra ropa desapareció. El me dio vuelta, quedando encima mio. Los besos y caricias se hicieron protagonistas. Su forma de hacerme suya me estremeció, todo fue delicado y hermoso. La pieza estaba inundados de nuestros gemidos que algunos eran callados por besos. Nuestras miradas siempre estuvieron conectadas, sus ojos brillaban y supuse que los míos también. No era mi primera vez, pero su trato me hizo sentir que si.

Todo está bien.- dijo mientras estaba en su pecho.

Si.- dije.- creo que deberia cambiarme por si llega flavio.- solté riendo.

Flavio no va a venir.- respondió.- te dije lo hermosa que eres.- dijo dándose vuelta y quedando frente a mi, llevo mi pelo atrás de mi oreja.

Si, tú eres hermoso también.- solté sonriendo y el vino a mi cuello para hacerme cosquillas.- no para.- dije riendo.- no me gustan.- solté con puchero.

Por dios.- dijo mirando y agarro mi cara para besarnos.

Su móvil empezó a sonar y lo busco con la mano sin separarnos. Lo giré y me quede yo encima. Mientras lo besaba sacaba su mano para que no atienda pero finalmente lo hizo.

Hola.- soltó.- no Rafa.- rebolee los ojos y fui a su cuello, lo distraje bastante.- amigo.- suspiro.- no puedo si, estoy ocupado, luego nos vemos.- le corto rápido.- Estás loca.- soltó mirándome.

Por ti.- respondi y él sonriendo volviéndonos a besar con intensidad.

Acá íbamos otra vez, pero distinto. Todo fue más intenso, los besos, la forma de hacerlo. Ninguno podía sacarse la mano de encima, nos necesitábamos ambos y sino queríamos separarnos no íbamos hacerlo. Podríamos quedarnos horas disfrutando uno del otro, porque en este momento solo existíamos él y yo.

Junto a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora