18.

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Narra Eva.

Sam.- sonreí apenas.

Ey qué pasa.- dijo acercándose.

Encontré este sobre en mi casillero.- limpié mis lagrimas y ella se sentó al lado mío.

Y qué es.- pregunto.- por Dios Eva me preocupas.- soltó y respire profundo para empezar a leer.

Tú eres la prueba de que la felicidad existe.
No hay un solo sueño ni plan que yo tenga que no llevé tu nombre.
Decir que te merezco sería una mentira del tamaño de un elefante, lo sé.
Cuando nos conocimos, jamás creí enamorarme de ti.
Jamás crei encontrarme entre tus brazos.
No quiero sentir otro roce.
No quiero encender otro fuego.
Ni sentir otros besos, ni otro nombre saliendo de mis labios.
No quiero darle a alguien más la mejor parte de mi.
Jamás volveré amar, no quiero saber de este sentimiento a menos que seamos tú y yo.
Mi Eva, lo siento mucho, por favor perdóname, Hugo.

La mire mordiéndome el labio con mis lagrimas cayendo y ella me abrazo fuerte. Esas palabras tan lindas que me han sorprendido. No podía creer lo que él me había escrito, si tan solo supiera que estoy igual que él y tengo los mismos sentimientos.

Que lindas palabras.- soltó luego de un rato y me miro.- Eva, no entiendo la verdad.- la mire fijo.- si tú ya sabes la verdad, ya sabes que el no hizo nada, porque no te acercas a él.- pregunto.

No puedo.- negué.- no puedo quitarme de la cabeza ese día.- respiré.- estos meses la pase realmente mal amiga y también tengo culpa.- dije.

Culpa por que.- pregunto.

Porque no pude confiar en el.- solté.- porque no le creí en ese momento.- dije.

Cualquier persona hubiera reaccionado así amiga.- dijo.- te lo aseguro.- asistí mirándola.- yo solo voy a decirte que deberían de dejar de perder tiempo, se quieren, son el uno para el otro, no deberían jugar así con el destino porque en algún momento no van a coincidir más.- soltó y la abracé fuerte.

Lo que quedó del día ella se quedó a mi lado como una gran amiga, acostados mirando pelis y comiendo chatarras. Me levante al otro día, habíamos dormido juntas, sonreí mirándola y le agradecí por cómo era conmigo, luego arrancamos el nuevo día.

Vamos en mi auto.- soltó sam.

Oh no, vamos cada uno en el suyo, luego de mi clase debo ir hacia otro lado.- dije.

A donde vas eh.- dijo con picardía y negué sonriendo.

Solo quiero ir a pensar.- solté y ella entendió inmediato.

Esta bien, voy yendo entonces.- asistí con una sonrisa y me saludo para luego irse.

Termine mi jugo y salí hacia el campus. Me di cuenta que me había confundido, tenía 5 minutos para que empiece mi clase, así que baje rápido del auto y salí casi corriendo.

Lo siento lo siento.- dije cuando choqué con alguien, mi cuadernillo con hojas se desparramaron en el suelo.

El chico empezó a juntar conmigo y cuando vi sus manos me paralice, esos tatuajes los conocía perfectamente, levante mi vista y conecte con sus ojos.

Hola.- soltó mirándome, no podía pronunciar ninguna palabra.- estás bien.- pregunto.

Hola Hugo.- dije.- si, lo siento, es que estoy llegado tarde.- dije reaccionando rápido.- no te vi.

Si lo se.- soltó.- no pasa nada.- dijo y asistí terminado.- eh.. Eva.- empezo a decir.

Llegó tarde.- dije rápido.- lo siento y gracias.- dije apurada y salí rápido de allí. Camine y a mitad de camino me giré a mirarlo, su mirada estaba en mi.

Luego de todas mis clases me senté a comer, de lejos los vi y sentía siempre su mirada en mi. Me gustaba? Claro, pero me hacía sentir incómoda a veces. Luego me fui a mi sitio a pensar y a disfrutar de aquel paisaje que había descubierto Gracias a él. Estaba concentrada mirando a la nada, sentada en el borde. Sentí como alguien se sentó al lado mío, no hacía falta darme vuelta para saber quien era.

Narra Hugo.

Así había arrancado mi mañana luego de ayer dejarle el sobre, chocándomela. Su ojos me seguían impactando de igual manera, hace mucho tiempo no la tenía así de cerca, aspiré su olor y una corriente apareció en mi cuerpo. Luego la vi a la hora de la comida, no podía dejar de mirarla, ella se dio cuenta pero no por eso me limité. Estaba echo un lío, ya no sabía qué hacer así que opté por irme a despejarme de todo el ruido. Al llegar me llevé una gran sorpresa, había un auto estacionado donde yo lo hago, un auto que yo conocía perfectamente. Camine para llegar a la pasarela y allí la vi sentada en el borde, sin dudarlo camine y imite. Luego de unos segundos se giró a verme y la mire, sin sonrisas ni nada, nuestras caras estaban apenadas. Ella solo suspiro y apoyo su cabeza en mi hombro y ambos miramos hacia al frente y ninguno dijo nada por largos minutos.

No hace falta que hablemos.- soltó.- leí lo que me dejaste en el casillero y creo que con eso me basta.- dijo.

Si tú no lo quieres no vamos hablar.- conteste.- pero creo que hace falta.- dije y me miro.- estoy echo un lío, ya no se que hacer para que estés a mi lado de nuevo.- solté.

Hugo.- soltó y negué.

Yo se que lo qué pasó fue horrible para ti y para mi también.- dije.- qué hayas sufrido me mata, pero también una parte de mí está enojado contigo por no creerme.- la mire fijo.

Yo confío en ti, pero debes ponerte de mi parte.- asistí.- no creo que te hubiera gustado que sea yo la que haya estado en la cama con otro.- negué de inmediato.- es la primera vez después de meses que volvemos a vernos así, no quiero hablar del tema.- asistí.- empezamos de cero.- pregunto de golpe luego de unos minutos y la mire.- soy Eva.- dijo sonriendo y estiró su mano, mordí mi labio mirándola.

Hugo.- dije agarrando su mano pero le di un beso en ella y rio. Empecé a sacarme la ropa para tirarme al agua.

Qué haces.- dijo mirándome.

Meterme al agua, debe estar hermosa.- dije y me tiré mientras ella reía.- ven, esta linda.- ella nego sonriendo y empezó a sacarse la ropa, mentiría si dijera que no me embobe mirándola.- puedes ponerte mi remera.

Lo iba hacer de todas formar.- rio y se terminó tirando. Me quede mirándola y pensando en la primera vez que estuvimos aquí.- yo también estoy pensando en eso.- dijo de repente y la mire.

Y que estamos pensando.- pregunte acercándome.

La primera vez que estuvimos aquí y hicimos lo mismo.- soltó y la sentía cada vez más cerca.

Te extrañe.- dije cuando ya estábamos demasiado cerca, nuestras narices rozaban.- demasiado.- dije.

Hugo.- susurro, acá venía la parte que me decía que esto estaba mal.- yo también y te necesite mucho.- soltó y nuestras miradas luchaban entre sí.

Acortamos ambos aquellos centímetros y nuestras bocas volvieron a juntarse después de tanto. Puse mi mano en su mejilla y el beso fue delicado, nos separamos y nos miramos con una sonrisa, la de ella era tímida, la conocía.

Yo también te necesité y te necesito ahora mismo.- solté mirándolo y ella mordía su labio.- junto a mi.- solté y volvimos a besarnos.

Esta vez el beso fue intenso, sus manos viajaron a mi cuello y subían a jugar con mi pelo. Enredo sus piernas en mi cintura y acaricie sus piernas para luego hacer un recorrido hacia su espalda. Sin dudas estaba siendo el hombre más feliz en este preciso momento sin importar cómo iban a seguir las cosas luego.

Junto a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora