Capítulo 21

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La puerta del gran salón se abrió y Yukhei pudo observar al ser que una vez fue un arcángel, antes poseía una cabellera rubia y ojos café, un semblante dulce que hacía poner cómodos a todo el mundo.

Ahora su rostro desprendía enojo, su cabello era negro y sus ojos tan oscuros y profundos que intimidaban, sabía el motivo de su visita.

— Creí que no te vería nunca más por estos lados, al parecer me equivoqué. ¿No lo crees, Lucifer?

Wong detuvo su caminar y sonrió ladino, odiaba ese nombre tan estúpido.

— No vine aquí para ver tu estúpida cara, quiero al Querubín.

Con cansancio acomodó su cabello y se dirigió hacia el ventanal que estaba cubierto por un gran telón, volteó y dijo:

— Quizás no te pueda entregar su cuerpo, pero tengo algo que te gustará, puedes llevártelo si quieres.

Con una mano tomó el telón y lo arrancó para mostrar dos bellas alas clavadas en el ventanal y con sangre chorreando por doquier, una de las alas tenía una enorme mancha negra que al parecer iba expandiéndose cada vez más.

Su respiración estuvo a punto de detenerse sino fuera porque debía mostrar que nada le afectaba.

— Ni siquiera yo hice este tipo de cosas... Dime dónde está el cuerpo, Yukhei.

— Está a punto de ser purificado, Kun Hang.

Quizo marcharse pero una flecha atravesó su cuerpo, ese tipo no lo dejaría ir tan fácilmente.

— YangYang es necesario en el cielo, no te lo puedo dar, me pertenece.

La risa del demonio comenzó a resonar en aquel lugar, con su mano arrancó aquel objeto y lo hizo añicos.

— Quise hacerlo por las buenas pero al parecer su señoría no lo quiere de esa forma.

Ambos se dieron una mirada y decididos comenzaron una pelea que acabó con el salón, las alas de YangYang quedaron aplastadas por los escombros, ambos reyes no notaron el desastre que dejaban en su camino y tampoco observaban como sus siervos iban muriendo, uno por uno.

— Yo sé de pertenencias y créeme que él no es tuyo.

— ¡El bien siempre triunfará sobre el mal! ¡¿No lo entiendes, Kun Hang?! ¡No tienes oportunidad!

Con una espada intentó atravesar su cuerpo pero fue esquivada.

— ¡Te equivocas, yo no estoy peleando  por poder, lo estoy haciendo para llevarme a MI Querubín!

Con su mano hizo una señal la cual fue recibida por Jeno, quien con cinco demonios más detuvieron al rey del cielo.

— Tú sabías que yo vendría, cortaste sus alas para provocarme. Ambos sabemos que YangYang no es el único que cometió un crimen, sino, tú no mirarías a Kun con otros ojos. Sino, tú no hubieras matado a XiaoJun ese día.

Ante aquellas palabras no supo qué decir, y Kun Hang no se quedaría para escucharlo.

Ahora debía rescatar a un Querubín que lo olvidaría para siempre si lo dejaba caer en aquella cascada.












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¡Hay dos capítulos más antes de este!

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