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Una sugerencia

Desde ese día Lilly iba a la casa de Emma unos minutos, algunos días incluso horas cada vez que tenia una oportunidad

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Desde ese día Lilly iba a la casa de Emma unos minutos, algunos días incluso horas cada vez que tenia una oportunidad. A ella le gustaba ir, era tranquilo y acogedor, mientras que su casa todavía se sentía ajena a ella.

Emma no le importaba para nada, de hecho le gustaba la compañía de la chica, y el hecho de que su dulce nieta tuviera una amiga, una mejor amiga tal vez, le trajo paz. Lilly le gusta ayudar a Emma en la cocina, aunque no era la mejor cocinera, era mejor en otras cosas como su madre. Aunque no le importó, Lenora y ella compartían unas cuantas risas cada vez que Lilly se equivocaba, no era la gran cosa pero lo hizo aún más emocionante.

Mientras se volvía más cercana a Lenora, Arvin y ella se mantuvieron neutrales en su mayor parte. Nunca hablaron mucho honestamente, cuando ella estaba alrededor él estaba con sus amigos, o fumaba afuera con su tío. Sólo intercambiaban saludos y despedidas, ella se dio cuenta de que era mucho más reservado que Lenora. La chica sabía que Arvin no la odiaba, pero se preguntaba si le molestaba, aunque no quería saber si ese era el caso. Sin embargo, siempre fue muy educado con ella y no dijo mucho después de ese día que Lilly se disculpó por el comportamiento de su padre.

La escuela era una molestia, así que nada nuevo al respecto. Pensó que esos chicos ya habían terminado con sus juegos pero ella se daría cuenta de que no era así. Aún continuaban con ella, aunque Lilly creía que tenía suerte en comparación con la forma en que Lenora y otras chicas eran tratadas.

Pensando en todo tipo de cosas que tenía que hacer hoy Lilly abrió su taquilla con un suspiro. A pesar de su comportamiento alegre, no pudo evitar sentirse muy extraña, no sabía cómo describirlo. Estaba triste, pero no sabía por que. Ya había pasado mucho, y oír los apodos que le decían ya era normal, tal vez solo sea el clima. Fuera lo que fuera, se sintió aburrida. Hubo algunos días en que necesitaba soltar unas buenas lagrimas, todos tenían días así.

"Lilly." Una voz la llamo haciendo que de vuelta rápidamente, esa voz sonaba muy familiar, y no fue la de su amiga Lenora. "Arvin, hola." Ella lo saludó un poco conmocionada. "Oye ...uh, dejaste tu suéter en la casa. Lenora me pidió que te lo diera." Él le dijo mientras se aclaraba un poco la garganta, lo solía hacer mucho. Arvin le entregó el suéter verde que había estado dentro en su auto desde el primer periodo. Él había intentado dárselo antes, pero lo había olvidado.

"Gracias." Lilly dijo con una sonrisa de gratitud antes de quitárselo las manos, colocándolo perfectamente doblado en su taquilla para poder tomarlo cuando terminara la escuela. "¿Dónde está Lenora?" Arvin preguntó buscándola con la mirada preguntándose por qué su hermana no estaba. Él se había acostumbrado a ver al par siempre juntas durante el almuerzo. "Tuvió que quedarse y hacer un cuestionario." Lilly le dijo ladeando la cabeza. Arvin abrió la boca para responder, pero fue interrumpido por Gene y sus amigos de mierda gritando algo desde el otro lado del pasillo. "Vaya, ¿no es la puta y el hermano prostituto." Gene dijo y uso su brazo izquierdo para empujar a la chica hacia las taquillas mientras caminaba junto a ellos. Su golpe contra el metal hizo un fuerte ruido haciendo girar algunas cabezas. Escuchar a Gene y a sus amigos reír hizo que Lilly formara un puño con su mano por la ira.

"Maldito Gene Dinwoodie." Arvin y Lilly dijeron en un susurro al unísono. "Son tan afortunados por no estar en los salones." Dijo con ira y Lilly no podía estar más de acuerdo, ella no entendía cuál era su problema. ¿Les dolería simplemente parar para darle un descanso?, realmente no había nada que ganar con molestar a Lenora o las otras chicas. "Bueno, me arruinaron el día." La chica dijo con poco resplandor. "Son tan estúpidos que solo quiero apagarles las luces de un golpe." Dijo permitiendo que la ira sacara lo mejor de ella. "Lo siento, me enfadan mucho." Ella se disculpó.

"No te preocupes, sé exactamente como te sientes." Dijo mientras se encogía de hombros. "Eh, ¿puedo preguntarte algo?" La chica cuestionó con ligera vacilación. "Adelante." Él respondió con un movimiento de cabeza. "Bueno, no es una pregunta, es más bien una sugerencia, pero no es que te obligaré a ti o a cualquier a hacer algo, pero..."

"Solo dime." Arvin dijo cortándole su balbuceo con una pequeña sonrisa que él pensó que no vería "Bien. Creo que deberías enseñarme a dar puñetazos. Quiero decir ¿Qué más se supone que debe hacer si me acorrala Dinwoodie y sus asnos? Claro, podría correr pero creo que si me enseñas la forma adecuada para golpear a alguien sería..."

"No lo sé. Si Lenora se entera, no creo que le guste la idea. A mi abuela tampoco y estoy seguro de que tu padre ni siquiera sabe que eres amiga de mi hermana." Era verdad, le había estado diciendo a su padre que una anciana había estado necesitando su ayuda en su casa durante todo el mes pasado, parecía que necesitaba cambiar un poco su excusa.

A Arvin no le importaba enseñarle en absoluto, pero no la conocía muy bien, siempre que estaban juntos solos era un poco incómodo. No era muy bueno con la gente nueva. "Sí, tienes razón. Y seguro que querrás hacer otras cosas con tu tiempo." Ella le dijo con tono de entendimiento era solo una idea.

"Así que Lilly... ¿tienes algún amor platónico?" Lenora preguntó con un susurro mientras ambas se sentaban cómodamente en su cama. Por esa pregunta se le formo una sonrisa en los labios de su amiga, Lilly le hizo un gesto para que Lenora acercara su oreja. Se arrimó hacia ella muy emocionada de saber quién era el chico, solo que esa emoción se desvanezca mientras Lilly le susurraba  "nadie."

"Dios Lilly, ¿por qué haces eso?" Lenora se quejaba golpeando a la chica en el hombro. Lilly rió ante su desesperación "ahora, ¿hablas en serio? ¿No te gusta nadie? ¿En lo absoluto?" Lenora preguntaba queriendo que su amiga le contara todo, es decir, si es que tenía algo que contar. "Oh, lo digo en serio. No me gusta nadie por el momento, los chicos son asquerosos."  Dijo en forma de bromeaba como si fuera una niña. Como cuando los niños huían de las niñas porque tenían piojos. Ahora era el momento en el que Lilly le hiciera la misma pregunta a Lenora. "¿Y qué hay de ti?"

Si era honesta, nunca había tenido una relación que durara, todas las suyas fueron quizá de una semana más o menos hasta que se daba cuenta de que el tipo era un idiota. "Ahora no, pero sé que el Señor tiene a alguien ahí afuera esperándome. Estoy deseando conocerlo." Ella dijo con un poco de entusiasmo en su voz. Lilly frunció el ceño, cuando se trataba de temas como este, siempre la ponía triste por alguna razón. No era nada en particular, tal vez todo el mundo era así.

"¿Crees en eso?" Lilly le preguntó viendo hacia la sabana que descansaba debajo de ellas. "¿Creer qué?" Ella le pregunto inclinando la cabeza en un pequeño movimiento. "En las almas gemelas." Su amiga le aclaró. "Sí... Yo sí creo que hay alguien ahí fuera para cada uno de nosotros." Lenora le dijo dándole una pequeña sonrisa. "¿Por qué? ¿No crees en eso?"

"No lo sé...espero que sea así. Es complicado, todo el concepto de almas gemelas me da esperanza, pero no quiero confiar totalmente en eso, si son reales, sería maravilloso que se apresurara a venir por mí." Las dos chicas estallaron en risas. "Encontrarás la tuya Lilly, te lo garantizo." Lenora la tranquilizó, pero ¿quién realmente puede garantizar algo así?

Ahora, con este pensamiento pegado en la cabeza Lilly no iba a poder dormir en lo absoluto esta noche.

The Devil All The Time / Pecadores >> Arvin R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora