Fallin Flower (JEONGHAN SEVENTEEN)

Capítulo 17

Maratón 2/2

Narra Jeonghan

—Iré con ella —dijo el Príncipe Jisoo.

Todos giramos a verlo al instante, no esperábamos que sugiriera eso.
_____ parecía muy sorprendida por sus palabras.

—No, Alteza, no podemos exponerlo —se negó Seokmin—. Iré con usted y protegeré su espalda.

—Puedo ir con ella, no tengo problemas, no será peligroso.

—Alteza, no podemos confiarnos —insistió algo desesperado—, iré con usted así que suba.

—Si hermano, es mejor que evitemos cualquier situación riesgosa —dijo el Príncipe Jun, quien lo guió hasta un caballo—. Vamos, sube, sube.

Al verse atrapado en la jugada de esos dos, terminó aceptando algo disgustado.

Obviamente hicieron toda esa escena para que _____ pudiera ir conmigo, aunque no les pedí que hicieran aquello.

—Bien, Chan, tú ve con Jihoon —ordenó el Príncipe Wonwoo.

______ me observó al ver que éramos los únicos que faltaban.

—Te ayudaré.

Me acerqué a ella para sostenerla de la cintura, lo que la tomó por sorpresa, hice que subiera primero y después de eso subí yo, posicionándome detrás de ella.
Mis brazos se colocaron a su alrededor para sujetar las riendas y pude sentir como se puso nerviosa al estar en medio de mí.

—¿Están listos? —preguntó el Príncipe Wonwoo.

—Sí —contesté—, podemos avanzar.

—Entonces vámonos.

Tiré de las cuerdas, lo que generó que el caballo avanzara con fuerza, con una mano seguí sujetando el objeto y con la otra empecé a sujetar a _____ de la cintura, quien al instante se tensó por mi tacto.

—No quiero que caigas —le aclaré—. Eso es todo.

—E-está bien.

Hice que el caballo avanzara más rápido, ya que estábamos quedándonos atrás, y es que no quería apresurarme para evitar que _____ pudiese lastimarse, por eso también la sostenía con fuerza.

Me sentí realmente nervioso al tenerla tan cerca de mí, su espalda pegada a mi pecho, su cabello rozando mi nariz de vez en cuando, su pequeñas manos alrededor de la mía, mi nariz percibiendo su aroma, todo eso realmente agitaba mi corazón.
Sabía que ella estaba igual que yo, lo podía sentir, pero aún así ninguno de los dos habló s obre eso.

—Si no vamos más rápido nos quedaremos muy atrás —me informó.

—Prefiero eso a que te lastimes.

—Hey, así será aburrido —se quejó.

—¿Alguna vez has montado a caballo? —negó con la cabeza y reí—. Eres muy valiente para ser la primera vez y exigir que vaya deprisa.

—Todo estará bien, sé que no me dejarías caer.

Pude ver sus mejillas elevándose, lo que me hacia saber que estaba sonriendo.
Me gustaba mucho lo valiente que podía llegar a ser, y la confianza que poseía en mí, aunque sus manos aferradas con fuerza a la mía me indicaban que aún estaba temerosa, pero aún así ella quería intentarlo.

—Sostente bien.

Tiré de las riendas y al instante el caballo obedeció, logrando que ambos rebotaramos en su lomo mientras reíamos. Hacer eso fue una señal de competencia para los demás, ya que fuimos capaces de adelantarnos, y no perdieron el tiempo para seguirnos con prisa.