Fallin Flower (JEONGHAN SEVENTEEN)

Capítulo 38

—Jeonghan —fui hacia él y lo abracé, pero su expresión me angustió enseguida.

—El Príncipe Jun llegó —informó.

Quise pensar que esa era una buena noticia, pero su rostro me decía que eso no era nada bueno.

—¿Jeonghan?

—Llegó con un ejército.

Él me alejó con cuidado y empezó a quitarse la armadura que llevaba en la parte superior.

—¿Qué haces? —pregunté, confundida.

—Usarás esto.

—No —me negué y lo detuve—. Si te lo quitas te lastimaran.

—No te estoy preguntando si lo quieres hacer o no —habló, seriamente—. Vas a ponertelo.

—¡Jeonghan! —levanté la voz.

—¡Estaré bien si tú estás bien! —gritó—. No podré concentrarme si pienso en tí, tu misma lo dijiste, ¿no es verdad?

—Sí, pero...

—No tenemos tiempo para discutir, solo obedece.

Jeonghan se apresuró a colocarme la armadura, la cuál me hizo sentir un peso en los hombros cuando lo tuve en mí. Él se apresuró a tomar el arco y flecha que habíamos dejado en la habitación, entonces me las entregó.

—La armadura te pesará un poco —informó, quitando un mechón de mi rostro—. Tenemos que llevarte a un lugar seguro.

—¿El Príncipe Jun está atacando el palacio? —pregunté, con el corazón en la mano.

—Aún no, pero no planeo esperar a que lo haga.

Jeonghan tomó mi mano y no esperó más para sacarme de la habitación. Empezamos a caminar con prisa por los pasadizos. Él buscaba esconderme, pero yo simplemente no podía hacer eso. Jisoo, Mingyu, Seokmin, Chan y Wonwoo, esas personas que amaba estaban listas para enfrentarse a nuestros amigos para salvarlos a ellos y al reino. Jun, Myungho, Seungcheol, Jihoon, Sooyoung y Hansol iban a defender lo que creían correcto. Entonces, ¿cómo podía atreverme a esconderme como una cobarde?

—Necesito hablar con los príncipes —dije, Jeonghan se detuvo.

—No.

—¡Jeonghan! —exclamé, y Presioné su mano—. No podemos permitir que peleen, al menos debemos intentar detenerlos.

—Pero no te expondré ante ellos y su pelea, no lo haré.

—¡Podemos evitarlo! —insistí—. Si nos ven juntos, podrían pensarlo. Si les explicó lo que ocurrió y saben que ambos perdonamos a Jisoo, entonces ellos también podrían hacerlo.

—_______...

—Si no aceptan, huiré.

—______, no —siguió negándose.

—Prometo que saldré del lugar si algo ocurre —sujeté ambas manos—. Ayudaré desde lejos, como acordamos. Lo prometo, ¿mhm? —él no parecía nada convencido—.  Sabes que podemos intentarlo.

—Si algo pasara, si cualquiera, escuchame bien _______. Si cualquier persona intenta atacarte...—sujetó mi rostro y me observó sin expresión alguna—... no dudes en matarlo.

Me quedé en silencio, mientras que Jeonghan no me quitaba su mirada. No quería ni pensar que tendría que atacar a alguno de los príncipes, pero sus palabras eran claras. Él quería que me protegiera tratase de quien se tratase.