Fallin Flower (JEONGHAN SEVENTEEN)

Capítulo 24

Mis ojos se abrieron de la sorpresa, porque sabía a dónde estaban yendo sus palabras.

—Jeonghan, no estarás hablando de...

—Cásate conmigo.

—No —lo aparté de inmediato—. No estoy pidiendo que dejes todo para irte conmigo, me estás malinterpretando.

—No dije que lo hicieras, te estoy diciendo que quiero un futuro contigo.

—Jeonghan, pero tienes personas que amas aquí, jamás te obligaría a alejarte de ellos. Tienes comida y un techo en el palacio, si te vas conmigo no tendrás nada.

—Eso no me importa.

En ese momento, Jeonghan volvió a juntar su cuerpo al mió, y aunque quise alejarme de él, no me lo permitió.

Algunas lágrimas querían correr por mis mejillas y traté de retenerlas, pero era imposible, estaba demasiado conmovida.
Ni siquiera pensé que él diría algo como eso, pero estaba dispuesto a dejar todo por mí. No quería escucharme y lo único que le importaba era que lo amaba, no le interesaba saber mi pasado, mis errores, solo mi amor.

Sentí la respiración asustada de Jeonghan en mi oído, temía que en realidad desapareciera sin él y eso me partía el corazón.

—Me enseñaste cosas que nadie se había atrevido a hacer antes —susurró en mi oído—. Me enseñaste a pelear por lo que quiero cuando te negaste a alguna injusticia, me enseñaste que valía más de lo que pensaba, y sobre todo, me enseñaste a amar por primera vez —presionó su agarre y automáticamente mis lágrimas empezaron a caer—. No pienso dejarte ir tan fácilmente.

—Jeonghan, no...

Bastó solo que hablara para que Jeonghan ya tuviera puesto sus labios sobre los míos. Sus manos estaban en mi rostro, su boca tocaba la mía con desesperación, y aunque quería alejarlo, él se negó.

Le dí pequeños golpes en el pecho, tratando de apartarlo, pero él me sujetó con más fuerza. Poco a poco dejé de negarme y terminé correspondiéndole.
Después de unos segundos, Jeonghan se alejó lentamente, pegó su frente con la mía y empecé a sentir su respiración.

—Voy a permanecer a tu lado, no importa qué, así que no trates de escapar de mí.

—Soy una simple Dama de Palacio...—susurré, aún sin apartarme—. Hace un tiempo fui solo una vagabunda, no tengo nada que ofrecerte, ¿cómo podrías querer casarte conmigo?

—Me amarás y eso es todo lo que necesito de tí —su mano acarició levemente mi mejilla y sus ojos no se apartaban de los míos.

—Ya te dije que hay cosas de mí que no sabes —susurré.

—Y yo te dije que solo necesito saber que me amas —contestó aferrándome a su pecho—. Incontables veces limpiaste mi rostro cuando nadie más lo hizo, curaste mis heridas, me consolaste cuando me sentía solo, llegaste a defenderme con tu vida y me has dado el amor que nunca me habían dado. Para mí todo eso es más que suficiente.

Mis lágrimas siguieron descendiendo, no podía contenerme aunque lo intentara. Mis brazos pasaron alrededor de su cuerpo y me hundí en él.

—Le pediré al rey que nos permita casarnos, de esa manera podrás dejar del palacio. Cuando lo permita, podremos irnos de aquí juntos. Podemos vivir en el pueblo o si lo prefieres irnos lejos, podemos iniciar desde abajo, pero debemos hacerlo juntos.

—Sabes que Jisoo no lo aceptará —hablé en voz baja—. Raras veces permiten que una Dama del Palacio deje su puesto.

—Lo hará —dijo con firmeza—. Para mí él es cómo un hermano aunque esté en otro rango. Desde niños hemos cuidado del otro, sé que lo aceptará, además ya pasó tiempo desde que el difunto rey falleció y esperé tal y cómo lo pediste. Tengo los méritos como para hacer una petición, Jisoo ha mejorado desde la partida de su padre y sé que si le hablo de nuestros sentimientos, él comprenderá.