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Lo cliché hace referencia a una frase, situación, acción o idea que ha sido utilizada en exceso de tal manera que ya deja de ser innovador para quienes lo consumen; sobretodo si dicho cliché fue un éxito en sus inicios.
Para darnos una idea de lo que les planteo podemos usar los clichés más usados de la industria, los cuales, a medida de irlos leyendo, verán cómo los descifran sin mayor esfuerzo.
Comencemos con el terror, es muy común cuando un grupo de amigos se ven envueltos en una situación de peligro, su solución más lógica es optar por separarse para buscar soluciones más rápidamente dejando así -en la mayoría de los casos- a los más vulnerables por su cuenta siendo éstos los que -más probablemente- mueran primero.
Por otro lado, en el género de aventura y/o fantasía, el protagonista de nuestra historia siempre resulta ser "el elegido" de alguna creencia antigua, el cual traerá paz, alegría y abundancia muy a pesar de que lo que mejor sabe hacer es rascarse una bola y creer que todo se hace con el poder de la amistad.
Sin embargo, hay que ser conscientes que al pensar en "cliché" lo que más rápido se nos viene a la cabeza son aquellos argumentos reutilizados una y otra y otra y otra vez en el género de romance. Cosas como que el chico popular de la escuela enamora a la chica nueva o a la nerd debido a una apuesta que hace con sus amigos; el chico malo y/o el popular están perdidamente enamorados de la chica aunque ninguno de los dos lo hace público sino hasta que alguien que no sean ellos se meten con ella y éstos salen a defenderla a capa y espada.
Esos entre millones y millones de clichés habidos y por haber.
¿Pero saben? A veces dichos clichés no están muy lejos de la realidad. Al menos... no tanto como creemos.
Si hay algo que logramos reconocer en todos lados, tanto ficción como la vida real, es la maldita realidad del hijo favorito. Porque vamos, todos sabemos que, en una familia con dos o más hijos, existe el hijo favorito. Aunque, de cierta forma, puede llegar a ser bastante cómico como los padres pueden tener la osadía de negarlo: "no, hijo, no tenemos un hijo favorito" ¡vaya falacia! Claro que existe un hijo favorito.
Y algo que sólo sirve para empeorar las cosas es que, por alguna razón, el menor suele ser el hijo favorito. Ya sea por ser el más pequeño y que requiere atención, o porque fue el más adorable de todos; sea por la razón que sea, el menor, de una u otra manera, termina siendo el hijo favorito.
Eso es verídico.
Sin embargo... ¿Qué sucede cuando, por azares del destino, mala suerte, castigo de Dios o el Diablo, el hijo menor no es el favorito? ¿Qué pasa cuando la atención y los mimos no son para el más pequeño? ¿Qué ocurre cuando toda esa necesidad de cariño se transforma en casi súplicas?
Yo te diré qué sucede, pasa y ocurre: terminas siendo como Kim Nani.
Poniéndolo en perspectiva, no suena tan mal ¿verdad? Es decir, ser Kim Nani. Ser una de las hijas de Kim Minhae, una de las empresarias más exitosas de Corea del Sur, ser la nota más alta de la clase, tener una cuenta bancaria con más ceros que agua en el mar y poseer una tarjeta negra, ser una modelo reconocida en China, bailarina clandestina temida y respetada por muchos. Joder, ser Kim Nani suena espectacular ¿cierto?
