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La noche se palpaba espléndida. El brillo en el ambiente era casi visible al rededor, aún cuando apenas y el ocaso terminaba.
La pelirroja sonrió frente al espejo mientras veía su atuendo, esta vez iría un poco más atrevida que otras noches, era un conjunto que amaba y estaba segura que lo amarían con ella. Robaría miradas, o la atención; sea lo que sea, estaba bien, total que hoy era su noche.
Quería sobresalir, quería ser notada, quería dejar su huella bien marcada.
Optó por un pantalón deportivo gris y un crop top negro que resaltaba su figura, una gorra que rimaba con su top para que cubriera su rostro en caso de por casualidad pasar cerca de su madre para que ésta no la reconozca y un suéter de cierre a juego con su pantalón deportivo, tanto para combinar como para asegurarse de que en serio nadie la reconozca.
Algo paranoico si se lo preguntan, pero si hombre precavido vale por dos, entonces mujer precavida vale por diez, decía mi abuela.
Salió con cuidado de su habitación, no podía permitir que sus hermanastros la pillaran para que no hicieran preguntas, así que con cautela procuró localizar a ambos. Caminó con sigilo hasta la habitación de Taehyung la cual quedaba poco después de la suya, pegó la oreja a la puerta y pudo escuchar cómo dos voces hablaban, no sabía qué decían y no era como que le importase mucho, sencillamente aprovechó que ambos se encontraban ahí, fue a su habitación, la cerró con llave y posteriormente se apresuró a salir de la casa.
Caminó con rapidez, lo último que quería era que algún vecino dijese que salió y aún más, con actitudes sospechosas. A paso apresurado y firme llegó a la cuadra de la casa de Jimin, se replanteó una y otra vez sobre si debía pasar preguntando por él para que así se fuesen juntos la noche de hoy, o directamente irse hasta su destino y averiguar sobre si él iría o no.
Se hallaba tan inmersa en su debate interno que se sobresaltó al escuchar sonar el claxon del auto a su lado. Viró dispuesta a decirle de todo al responsable de su casi infarto, pero su furia se redujo al ver que quien hizo semejante acto no fue ni más ni menos que Soyeon.
-Niña, debes estar más atenta, si yo fuera otra seguramente te robo-rió.
-Es un a calle muy tranquila y todos se conocen, así que no me preocupa nada-comentó la pelirroja acercándose al auto y posando sus brazos en la ventana del asiento de la conductora. Al hacer ésto pudo ver que en el asiento de copiloto se hallaba Wonho, quien le regaló una sonrisa junto a un leve guiño-oh, Hola, oppa-inclinó su cabeza junto a una sonrisa nerviosa- ¿qué hacen por aquí?
-Vinimos a recoger a tu amigo, luego iríamos por ti. Pero ya estás aquí, me hiciste el viaje más sencillo-ríe la rubia.
-No sabía que vendría por mí.
-No sabías porque no te lo dije-rió bajo-no te preocupes, Jimin tampoco sabe que lo esperamos, sólo le hacemos guardia.
Nani ríe-yo puedo creer que está en cosas ilegales si veo que un auto espera a alguien con tanta insistencia.
