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Admirar a alguien es el resultado de las cosas tan asombrosas que -para nosotros- una persona es capaz de hacer. Ya sea por lo que diga, qué hace o cómo actúa, sea lo que sea, lo que haga esa persona para ti tiene un significado digno de admirar.
Mayormente, los niños admiran a sus padres debido a que -ante sus ojos- ellos son seres que todo lo pueden, todo lo saben y todo lo ven, así que eso es realmente asombroso y digno de admirar según ellos. También están aquellos súper héroes en la televisión que pueden volar, tener súper fuerza, salvar damiselas en peligro y están para proteger al mundo cuando la situación lo a merita, cosa que para ellos también es digna de admirar.
Ya más adelante, cuando vamos creciendo, admiramos a distinto tipos de personas; distintos héroes. Como aquellos bomberos que arriesgan sus vidas para salvar gente de un incendio, o aquellos doctores que están día y noche salvando personas de enfermedades, e incluso la muerte. Asimismo, puedes admirar gente con distintas cualidades como los científicos, los profesores, los policías, escritores, poetas, artistas e incluso un fotógrafo.
Kim Namjoon sonreía gustoso y con orgullo de sí mismo mientras observaba su teléfono, a Vante le había gustado la fotografía y eso lo llenaba de gozo, no deseaba nada más que al chico le gustase su obra pues cuando la tomó, lo hizo con el corazón en la mano.
Hacía ya un par de meses que el castaño conocía a ese fotógrafo, o bueno, no lo conocía como tal, sino que sabía de su existencia. El punto es que cuando lo descubrió quedó maravillado por el talento del fotógrafo, algo en él hizo clic en el momento que divisó sus primeras fotografías, sobretodo, aquella fotografía del río Han donde podía presenciar el puente Hangang, puente en el cual su madre se quitó la vida.
Pensó muchas cosas al momento de ver esa fotografía, inicialmente el por qué a los demás les gustaba tanto, pues tenía muchas reacciones positivas, pero al detallar la obra (o bueno, cuando su amigo Yoongi se la explicó) pudo comprender mejor la situación.
-Él es muy popular desde hace un tiempo, no tiene muchos seguidores pero los que ha conseguido los tiene seguros, siempre le comentan. Se hizo conocido porque ve las cosas como pueden ser y no como realmente son; es lo que siempre dice-explicó el mayor al ver como su amigo se concentró tanto en aquella fotografía. -Siempre deja un escrito en la descripción, tal vez así comprendas por qué es tan popular esa foto.
Hizo caso a las palabras del pelinegro quien estaba más entretenido en escribir unas cosas que en las fotografías del tal Vante. Entró a la foto y la observó con detenimiento, no iba a mentir, era en verdad hermosa.
En la foto podía verse un primer plano del puente Hangang encendido en luces que le daban una apariencia hermosa en contraste con el anochecer que se avecinaba. Las luces del mismo reflejaban en el agua como luceros radiantes, siento imitados por las luces de los edificios al fondo. El ocaso se hallaba a la izquierda oculto tras las montañas del fondo, que hacía un hermoso reflejo naranja con una especie de morado rosáceo, dando un mejor plano de los edificios enfrente quienes resaltan vigorosamente, pero no lo suficiente para opacar el puente.
