❝The monsters were never
under my bed.
Because the monsters
were inside my head.
I fear no monsters,
for no monsters I see.
Because all this time
the monster has been me.❞
━━ metanoia series book 2
━━ remus lupin x fem! oc
━━ original de casually
━━...
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— capítulo dos — NADA PARA MÍ
—
LA SALIDA PARA Hogwarts fue cordial. La familia Black no dijo nada en la plataforma, solo asintieron con la cabeza mientras Walburga instalaba más conocimientos en la mente de sus hijos. Remelda dejó que sus ojos dudasen durante la charla, encontrando su camino hacia Sirius y la familia Potter.
Ella lo odiaba. Odiaba a su hermano por irse, a los Potter por acogerlo y a todos los asociados con ellos. Se llevaron a su hermano, pero a ella ya no le importaba. Ya no podía importarle. Hizo su elección y tuvo que vivir con ello, pero ellos también. Él podría haber tomado la decisión, pero no fue el único que tuvo que vivir con eso.
Remelda sintió el dolor de su situación más que él, probablemente. Sintió el dolor de ser ignorada por quien la protegía, sintió el dolor que él solía sentir por sus padres. Constantemente, estaba en la posición de que le azotaran la espalda o de que la Maldición Cruciatus la atormentara. Ella sentía eso ahora, todo por él. Tenía que lidiar con consolar a Regulus ahora, diciéndole mentiras hasta que él se diera cuenta por sí mismo de que Sirius no volvería por ellos. Encontró otra vida lejos de ellos, y los dos hermanos menores tuvieron que aprender a afrontar esa decisión.
Se veía feliz, notó. La madre de la familia estaba abrazando a Sirius con fuerza ("Eso se llama un abrazo, Remy", vitoreó la versión más joven de Sirius) y él estaba sonriendo. James le dio un codazo, su hermano puso los ojos en blanco, dijo algo que hizo que todos se echaran a reír.
—¡Remelda! —Walburga gritó, haciendo que su hija la mirara—. ¿Has escuchado algo de lo que he dicho?
—No, madre, lo siento —respondió Remelda con cortesía—. Estaba... distraída.
—Puedo verlo —se burló su madre—. Como le decía a Regulus, debes estar con el grupo adecuado. Ahora, sé que no eres una persona sociable, querida, pero debes salir de tu caparazón y hablar con Demetri- eso es fundamental. Debes casarte con él, por lo que debes hacerte amiga de sus amigos.
Remelda asintió con la cabeza, resistiendo la tentación de encoger la nariz con disgusto. —Sí, madre.
—Bien —su madre volvió la cabeza—. Ahora, debes irte. Continúa.
Y no había nada más que decir. Remelda y Regulus se alejaron, subieron al tren antes de asentirse el uno al otro y girar en diferentes direcciones. Mientras Regulus se encontraba en la parte delantera del tren, un lugar donde solo se sentaban los niños más respetados de las familias de Slytherin, Remelda retrocedió más. Solía ser que Sirius se sentaba en el medio del tren, por lo que los tres hermanos se dividieron perfectamente entre el tren. Pero ahora, trató de no pensar en eso.
