❝The monsters were never
under my bed.
Because the monsters
were inside my head.
I fear no monsters,
for no monsters I see.
Because all this time
the monster has been me.❞
━━ metanoia series book 2
━━ remus lupin x fem! oc
━━ original de casually
━━...
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— capítulo cuatro — LA DEBACLE DE LA BIBLIOTECA
—
TAN SOLO dos semanas en el año, y Remelda ya se estaba quedando un poco atrás en Herbología. Odiaba tanto esa clase que no le importaban sus calificaciones, pero, por supuesto, sus padres habían amenazado a la escuela para que siempre les dijera cuando sus dos (no tres) hijos se estaban quedando atrás y había recibido una carta amenazándola con subir sus notas.
A Remelda no le importaba si reprobaba Herbología, odiaba tanto esa clase, pero le tenía miedo a su madre. Recordó las cicatrices que teñían la espalda como tatuajes, algunas todavía eran rosadas por el verano, y sabía que estarían ahí para siempre. Las cicatrices serían un recordatorio constante de quién era su madre, cómo no podía hacer nada contra ella, sus padres siempre tendrían poder sobre ella.
Así que ahí estaba ella, un viernes por la noche, sola en la biblioteca con muchos libros de Herbología mientras respondía preguntas que no tenía interés en responder. Sabía que probablemente debería conseguir un tutor, alguien que pudiera hacerla responsable de sus calificaciones (además de sus padres) y ayudarla, pero no lo haría. Si alguien en su casa lo supiera, estaría muerta.
Los Slytherin estaban muy orgullosos. No les gustaba la ayuda y no la querían. Siempre pensaron que podían hacer todo por sí mismos, y sería despreciada si admitía que necesitaba ayuda para alguien que no fuera Regulus. No era solo con las calificaciones que los Slytherins se enorgullecían, pensaban que todo lo que eran era mejor que otros, como la pureza de su sangre.
Remelda no podía estar enojada con la mayoría de las personas en su casa, sería como ellos si no fuera por Sirius (no por su hermano, se negó a llamarlo así). Pero a otros, como Demetri, no podía simpatizar con ellos, porque intimidaban y maldecían a muchas otras personas en otras casas por no ser como ellos.
Luego resopló. No estaba llegando a ninguna parte con sus deberes y nunca fue fanática de las bibliotecas. Eran demasiado silenciosas para su gusto, recordándole el verano en casa. Pero Regulus las encontró bastante agradables. Ella entendió, era un escape de todos sus 'amigos' (excluyendo a Alfie) en Slytherin, era un escape de escuchar a Demetri alardear de lo 'genial' que era. Pero incluso con todo eso, odiaba la tranquilidad que le brindaba la biblioteca.
Aunque había más cosas que odiar, aunque había cosas más importantes que todos odiaban que se cernían sobre sus cabezas, ella todavía odiaba la biblioteca con una pasión ardiente. Sabía que era como el miedo infantil a las arañas, algo tan pequeño, pero ocupaba un lugar tan grande en su corazón.
Era como estar en casa. Casa. No, el lugar donde vivía. Eso era más parecido. La casa de Remelda no era el número 12 de Grimmauld Place o Hogwarts, no tenía los mejores recuerdos de su año, su casa con Regulus. Su hogar era la única persona que amaba con la que no la había traicionado, no la había lastimado.
