Gun miró a su esposo de pie frente a ellos con las piernas abiertas y los brazos cruzados sobre su pecho, Mook se encontraba a su lado, por primera vez se fijó en sus delicados rasgos, su pelo negro en una trenza alrededor de su cabeza, su piel blanca y sin manchas, sus ojos azules fríos como el hielo, observaban con desdén la escena sin mostrar compasión alguna por el muchacho, sus nariz pequeña y respingona, sus labios rosados y sonrientes, era bellísima, dulce y serena, nada de lo que él presumiría nunca. Mike era un hombre alto, corpulento, su cabello negro caía sobre sus hombros, sus profundos ojos azules brillaban con tal intensidad, que inquietaban a Gun cuando se posaban en él, aunque no le agradaba la forma en que lo miraba, recorriendo su cuerpo, no tenía nada contra éste.
Hasta ese día había sido correcto en su trato, sorprendiéndolo con su falta de respeto y sujetando de aquella manera tan cruel a aquel muchacho de unos 7 años que temblaba de miedo.
-He hecho una pregunta –recalcó Off sin cambiar un ápice su postura, mientras miraba al niño y a Mike.
-He atrapado a este mocoso robando en la cocina -apretó los dedos sobre la oreja provocando que el pequeño se retorciera de dolor.
-¿Es eso cierto? -preguntó Off acercándose.
-No señor -susurró entre sollozos.
-¡Yo lo vi! -gritó Mike-. Maldito granuja embustero.
-¡Soltadlo! -exclamó Gun agarrándole del brazo-. Es cierto, no estaba robando nada, yo lo envié a por algunas cosas.
-¿Vos? -Mike lo miró entrecerrando los ojos-. ¿Acaso no erais vos el que ibais camino de las puertas del castillo?
-¿Me estáis llamando mentiroso? -cruzó los brazos sobre el pecho y alzó la barbilla desafiándolo-,¿estáis dudando de mi palabra?
-¡Ya basta! -gritó Off-. Soltadlo Mike. Muchacho, la próxima vez no permanezcáis callado como si no tuvierais lengua.
Mike soltó al muchacho con tal ímpetu que se estrelló contra Gun, cayendo los dos al suelo, se oyeron algunos murmullos de disgusto provenientes de los hombres allí reunidos, pero él permaneció sentado estrechando al muchacho que lloraba contra su pecho, alzó la vista, su esposo lo miraba con un brillo burlón en los ojos, sin decir una palabra se dio la vuelta y se alejó seguido por su inseparable Mook. Mike le lanzó una mirada furiosa antes de desaparecer, él siguió acunando al pequeño. Notó que alguien se paraba ante él, levantó la cabeza y vio que los hombres que antes se ejercitaban con su marido habían ido acercándose hasta él, uno de ellos le tendió una mano grande y encallecida. Gun dejó al niño de pie y la tomó, les miró y vislumbró algo en sus rostros que no supo definir, permanecían en silencio, sin dejar de observarlo.
-No es más que una criatura -murmuró con los ojos cuajados de lágrimas-, no consentiré que se le haga daño a uno de mis niños.
-Señor -los hombres postraron su rodilla y fueron ofreciéndole sus espadas con la empuñadura hacia él, Gun se sorprendió con aquel gesto, le estaban ofreciendo su lealtad y su protección.
Off meditaba en sus aposentos sobre los acontecimientos acaecidos aquella tarde, se sentó y estiró las piernas, juraría por su vida, que su esposo mintió para salvar a aquel pilluelo de los azotes que recibiría por robar, le sorprendió su gesto al defender al niño con tanta valentía, pero pensándolo fríamente se daba cuenta de la verdadera intención de Gun, era muy astuto, sigiloso como una serpiente, iba ganando terreno y lo que era peor, conquistando a su gente, los hombres eran más civilizados en su presencia, las mujeres lo respetaban por su sencillez, y cuando corriera la noticia de lo sucedido, todos le rendirían pleitesía. Sí, era muy hábil, tal vez no lo sería tanto si tuviera que sacrificar algo más que unas pocas lágrimas. Sonrió satisfecho, iba a demostrar a todos que ese hombrecito era un redomado mentiroso y pagaría por ello.
El bullicioso salón repleto de hombres y mujeres se sumió en el silencio cuando Gun entró, su esposo había ordenado que se presentara ante él, caminó entre la gente con la vista clavada en Off, por una vez su amante no estaba junto a él.
-¿Me habéis mandado llamar?
-Así es -se levantó de la silla y apoyó las manos en la mesa, Gun observó sus fuertes brazos y tragó saliva-, al parecer alguien más vio al pequeño ladronzuelo que con tanto ahínco defendisteis antes, lo que os deja en un mal lugar señor.
-¿Qué queréis decir?- preguntó entrecerrando los ojos.
-Decídmelo vos- contestó con una sonrisa ladeada.
-Yo lo envié - replicó con determinación al ver lo que Off pretendía.
-¿Estáis seguro? - se acercó a él y se paseó a su alrededor, un suave olor a lavanda llegó hasta Off.
-Sí, lo estoy -le temblaron las rodillas.
-Bien -a su señal, Mike apareció con un látigo en la mano-, es vuestra palabra, la palabra de un desconocido contra la de mi gente, personas en las que confío. Tenéis una oportunidad más señor.
-No la necesito -le sorprendió la firmeza de su voz teniendo en cuenta lo asustado que estaba, ya que ese salvaje lo iba a golpear-. Ese muchacho es inocente, yo lo envié.
Un silbido cortó el silencio, a Gun se le escapó todo el aire de los pulmones cuando el dolor le atravesó la espalda, se tambaleó y se apoyó en Off un instante, lo suficiente para no caer al suelo, los ojos se le llenaron de lágrimas, abrió la boca tratando de respirar, cuando alzó la cabeza, lo único que veía era la ancha espalda de su esposo.
-Maldita sea -gritó sosteniendo a Gun tras él-. ¿Qué habéis hecho?
-Pensé... -Mike enrolló el látigo en su mano-, es culpable.
-¡Eso lo decido yo, no vos! -vociferó-. ¡Alejaos de mi vista, desapareced!
Se giró hacia Gun, las lágrimas resbalaban por sus pálidas mejillas, pero el odio que brillaba en sus ojos lo paralizó, lo vio dar un paso tras otro alejándose de él, con la camisa rasgada y la sangre resbalando por su nívea espalda, apretó los puños, aquello no era culpa suya, quería que confesara, demostrar que era un farsante, pero sin causarle daño alguno, y la herida que atravesaba la espalda de aquel hombrecito le revolvía las tripas. Él se volvió un instante, lo miró por encima del hombro con una frialdad que le heló el alma, antes de desaparecer, con la cabeza alta, entre las sombras. Los hombres y mujeres fueron abandonando el salón, apartando los ojos de él, clavándolos en el suelo o girándole el rostro.
Off lanzó una maldición, tomó su jarra de cerveza y la vació de un trago antes de estrellarla contra el muro.
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El lobo -OffGun-
FanfictionOff Jumpol, conocido por todos como "El Lobo", es un hombre duro y frío, acostumbrado a dar órdenes y ser obedecido. Jefe del clan por el fallecimiento de su hermano, se ve obligado por una alianza a desposarse con un desconocido, mientras ama a una...