Capítulo 31

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El salón estaba atestado, las personas se pegaban unos a otros, revolviéndose incómodos por la estrechez y el calor, pero nadie quería perder su lugar para ver el desarrollo del juicio.

Off ocupaba su lugar en la mesa principal, con Gun a su derecha y Joss a su izquierda, en el centro de la sala, escoltados por varios de sus hombres, se encontraban Mook y Mike, la primera con la vista bajada y el segundo mirando al frente, con la barbilla alzada y la mirada desafiante.

Off se puso en pie y los presentes comenzaron a acallar sus voces a la espera de las palabras de su señor.

-Ya todos conocéis el motivo de esta sesión, los nefastos crímenes de qué se les acusa a Mook y a Mike, -tragó saliva intentando bajar el nudo que se formaba en la garganta-, de asesinar al antiguo Laird del clan, de intentar acabar con la vida de mi esposo-, los dedos de Gun entrelazaron los suyos tras la mesa -, así como de levantar calumnias para acusarlo de brujería, las cuales muchos de vosotros creísteis, haciéndome sentir vergüenza de mi pueblo por la actitud desagradecida hacia un muchacho que os prestó su ayuda desinteresada..

Fueron muchos los que bajaron la cabeza ocultando su turbación, pero pronto la gente comenzó a gritar lanzando insultos e improperios contra los acusados.

Off elevó su mano libre y todos callaron de inmediato.

-Son acusaciones muy severas, confirmadas además por ellos mismos, pero soy un hombre que defiende la justicia, así que antes de dictar mi sentencia os concederé la oportunidad de defenderos.

-Jamás afirmé haber intervenido en la muerte de vuestro hermano, ni en el envenenamiento de vuestra esposa -espetó Mike.

-Cierto, más vuestra huida os declaró culpable.

-Me asusté cuando ella me acusó, todos sabemos la influencia que Mook ejerce sobre vos. ¡Pero yo soy inocente!

-Desgraciadamente así fue en una época, más afortunadamente para mí se hizo la luz y pude ver su maldad.

-Vos lo habéis dicho, ella es pura maldad -exclamó Mike señalándola.

-¿Cómo os atrevéis? -chilló Mook, su gélida mirada desprendía veneno, se abalanzó sobre él pero unas recias manos la sujetaron impidiéndoselo, se revolvió furiosa para enfrentarlo-. Siempre fuisteis mí aliado, ¿quién vertió la amanita que le produjo las extrañas visiones a Tay haciéndole caer del caballo? Vos, ¿quién vertió la belladona en la cerveza que iba destinada a Gun, y que por desgracia, tomó Off en su lugar? De nuevo vos, negadlo si podéis-, desvió despacio la vista hacia él-. Creedme Off, jamás hubiese podido hacerlo sin su cooperación.

-¿Por qué? ¿Acaso mi hermano no os dio vuestro lugar? -preguntó asqueado-. Explicadme el motivo por el que necesitabais su colaboración.

-Porque os amo, desde el primer día en que os vi quise que fuerais mío -sollozó-, Mike me deseaba y aproveché la oportunidad que ese deseo me brindó para convencerlo que me ayudara.

-Suficiente Mook.

-No, no lo es -dijo alzando la voz-. ¿Tenéis idea de lo que es tener un marido al que odias mientras amas a su hermano? Sí, detestaba a Tay por estar de acuerdo al suscribir aquella alianza que me unía a él desde que era casi una niña, el bastardo de mi padre me obligó a yacer con él para consumar ese maldito acuerdo. Sí, deseaba la muerte de vuestro hermano cada vez que sus manos tocaban mi cuerpo, sólo mi cobardía y pensar que erais vos quien me hacía el amor, me ayudaron a soportarlo.

-¿Acaso pretendéis insinuar que Tay os violó?

-No, pero no supo negarse, nunca tuvo vuestra fortaleza ni vuestro valor.

El lobo -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora