Olivia cree que toda su vida está perdida ante la separación de sus padres y que nada puede ser peor que ver como su familia se cae a pedazos. La ley de Murphy toma protagonismo en la vida de la adolescente cuando sus extraños profesores se aprovech...
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- Liv puedes quedarte aqui el tiempo que consideres necesario - Hablo mi tía centrando su atención en mi mientras bebía su café.
- Gracias tía - Me hacia sentir más tranquila saber que una pequeña parte de mi familia estaba aquí para apoyarme y contenerme en el horrible momento que estaba pasando.
Soltó un suspiro antes de tomar su cartera dispuesta a marcharse a trabajar, ya era tarde para todas - Solo habla con tus padres, esta situación se soluciona mediante la comunicación - Sonaba como si fuera fácil sin embargo era un nudo difícil de desatar.
- Necesito tiempo - Solo era una simple adolescentes sin conocimientos sobre la resolución de problemas, por eso me limitaba a esconder mis sentimientos y pensamientos bajo la almohada para evitar ser juzgada.
Selena carraspeo levemente interrumpiendo la conversación - Mamá ya debemos irnos a la escuela o llegaremos tarde - Me dedico una mirada comprensiva al notar mi voz temblorosa que amenazaba comenzar un río de lagrimas.
- Esta bien, luego hablamos Liv - Ambas nos despedimos de mi tía y nos encaminamos hacia la parda del autobús. No asistíamos a la misma escuela por lo tanto tomábamos caminos diferentes.
Mientras caminábamos sentía una ansiedad inexplicable al pensar en mis profesores, la escuela, mis padres, todo...Selena golpeo mi hombro levemente llamado mi atención - Por la tarde podemos ir a la cafetería, te ayudará a distraerte - Rompió el silencio con una agradable sugerencia antes de separarnos.
- Me gusta la idea, gracias Sely - Me gustaba el apodo que le había impuesto cuando eramos niña, pronunciarlo me traía cientos de recuerdos.
- ¡Nos vemos en la tarde LivLivi! - Su abrazo cerró la caminata en compañía, ahora debía subirme al autobús rumbo a la perdición.
Con solo sentarme en uno de los últimos asientos la ansiedad inició nuevamente a devorar mi pobre cabeza. No llegaría a la hora pactada con mis profesores y eso me hacia sentir un terror exagerado, en mi defensa fue una noche muy complicada y desperté más tarde de lo normal.
Luego de algunos minutos me encontraba frente a la gran escuela repleta de estudiantes debatiendo internamente si ingresar o desaparecer - ¡Hola Olivia! - Me sobresalte asustada. Una compañera de clase irrumpió en mis pensamientos, y desde lejos sacudí mi mano distraídamente en respuesta.
Finalmente tomé valor después de escuchar el sonido de la campana indicando el inicio de las clases y me adentre directo a mi primera clase omitiendo el hecho de que debía ir antes con el director. Para sumarle a mi desastroso día el respectivo profesor de la misma era el inigualable señor Peter - Buenos dias alumnos, saquen sus libros y retomemos el cuestionario de ayer - Sentí su voz detrás de mi mientras decidía el sitio donde sentarme.
Unos leves toques sobre mi espalda me hicieron volver a la realidad, voltee asustada pensando que era el pero no, mi compañero de clases, Luke estaba frente a mi con un papel en su mano - Hola Liv! mañana daremos una fiesta en mi casa vendrán todos los de la clase, quieres venir?...necesito confirmación inmediata para ver el tema del alcohol y el espacio - Sentí la presión social de la mayoría de los alumnos que miraban impacientes por mi respuesta.
Antes solía ser muy sociable y me encantaba reunirme con mis amigos, pero hace más de un mes que permanezco cerrada en mi burbuja y odiaba esos, necesitaba un respiro - S~si...si quiero - Sonreí pensado en que seria una buena idea despejarme un poco y que mejor que rodeada de amigos.
Luke me devolvió la sonrisa y apunto mi nombre - Genial Liv! Te enviare la dirección por mensaje de texto...Oh y no olvides llev...- Fuimos interrumpidos por la demandante voz de Peter, por un segundo olvidé que estaba detrás de nosotros.
- ¿Termino señor Harris o quiere terminar su conversación en detención? - Vi apretar sus puños molesto mientras preguntaba mirándo a los ojos al pobre estudiante que solo intentaba ser amable conmigo.
- Lo siento profesor - Murmuró avergonzado y volvió a su asiento.
Mis manos temblaban al sentirme expuesta frente a toda la clase y ver a Peter molesto - Te quiero en la oficina de Ashton luego de clases, hay un par de reglas que quizás hallas olvidado - Susurro cerca de mi evitando que el resto escuchara.
Baje mi mirada avergonzada y me dirigí a mi puesto - Solo veo a dos personas respondiendo el cuestionario, creo que no hace falta decir que me llevaré sus trabajos al final de la clase! - Los murmullos cesaron al instante y el resto volvió a sus asientos, la necesidad de terminar la tarea se adueñó de cada alumno excepto de mi.
No podía trabajar cuando tenía la imponente mirada de Peter sobre mi, sin embargo lo ignore con mucho esfuerzo e intente realizar el cuestionario. Los minutos comenzaban a pasar con rapidez y apenas lograba responder una sola pregunta. Mi mente divagaba en busca de una solución, pero no específicamente una para la tarea sino una para mi vida - Les quedan cinco minutos - Incline mi cabeza y allí estaba el profesor Peter con aires de superioridad esperando impaciente que el reloj marcará las nueve.
Al notar que lo observaba su mirada se suavizo un poco y me obligo a volver a centrarme en la hoja semi vacía - Entregen sus trabajos - Los alumnos comenzaron a levantarse y depositar sus hojas sobre el escritorio del profesor para luego salir del salón.
Un sentimiento de frustración me inmovilizo por algunos minutos, los suficientes para que el salón quedara desierto de alumnos - ¿Olivia te encuentras bien? - Peter se aproximo preocupado.
- S~si - Balbuceé con dificultad mientras terminaba de guardar mis útiles escolares.
- La hoja en blanco, ¿Por que no me pediste ayuda? - Ignore su pregunta y me dirigí hacia su escritorio para dejar el cuestionario sin terminar sabiendo la calificación que me esperaba.
Dispuesta a salir del salón su mano tomó con fuerza mi brazo - Ve a la oficina de Ashton - Sin responder me solté de su agarre y me encamine a la salida con el fin de perderme entre el océano de alumnos.
Pensé dos, tres, cuatro y cinco veces tomar la acción de adentrarme a la oficina del director y todas las consecuencias que caerian sobre mi si no obedecia, pero algo me decía que nada bueno me esperaba allí dentro, llegué a la conclusión de que no necesitaba más problemas, debía aceptar mi destino.
Mis leves golpes sobre la madera no tardaron en recibir una respuesta - Hola princesa, pasa por favor - La sonrisa de Harry engaño a mis pensamientos con que todo estaría bien, pero al ver el rostro de Ahston la realidad me golpeo.
