reporting Olivia here ❀
Fingí demencia toda la tarde mientras me caracterizaba de un hermoso ángel blanco para la fiesta de esta noche. Me miré al espejo y por primera vez en mucho tiempo me sentí hermosa, el pequeño vestido blanco con capas en la falda y las botas del mismo color resaltaban mis ojos celestes - ¡El taxi esta afuera! - Grito Selena desde la planta baja.
Tome mi bolso y comencé a meter cosas dentro de él hasta que me tope con mi teléfono, pensé en llevarlo pero quería evitar las llamadas de mis profesores así que lo dejé y simplemente me fui - Adiós Liv, ten cuidado y llámame cuando llegues, te quiero - Me despedí de Selena con un beso en su mejilla antes de subirme al taxi.
El trayecto hacia la casa de Luke fue relativamente corto, podía ver cientos de adolescentes ebrios fuera de ella. Por suerte no estuve mucho tiempo sola, vi a mi grupo de amigos a lo lejos y no dude en acercarme, todos estaban muy contentos de que aceptara la invitación. Agradecí el hecho de que ninguno recriminó o interrogó acerca de porque me había alejado de ellos, simplemente lo olvidamos y disfrutamos la noche.
Las horas transcurrían entre risas, bailes y alcohol, debo admitir que bebí demasiado como para decir incoherencias y ser justificada, casi olvidaba lo bien que se sentía estar libre de problemas.
Peyton, una de mis mejores amigas se acerco a mi y tomo mi mano - ¡Acompáñame afuera Liv! - Fui arrastrada hasta la parte exterior de la casa.
Esquivamos a unos chicos ebrios que querían acostarse con nosotras y llegamos a la parte más alejada de la fiesta - ¿Qué quieres? - Pregunte entre risas mientras intentaba mantener el equilibrio y que no se derramará el alcohol.
- Quiero orinar - Peyton me entrego su vaso de alcohol junto a una mirada de advertencia para que no se lo bebiera y se escondió detrás de unos arbusto.
- ¿No había un baño? - Pregunté sin dejar de reír mientras bebía de su vaso en la espera de que terminará de orinar.
- No, se lo robaron - Respondió muy segura de si misma.
- Ohhh ¿por que? - Proteste enojada al pensar que yo también debería orinar allí.
- No lo se, tu cuida que nadie me vea - Asomo su cabeza un poco y me hizo señas para que me alejara a cuidar el parámetro y eso hice.
Camine una distancia considerable mientras hablaba conmigo misma en voz alta, no era una imagen que me favoreciera sumándole los dos vasos de alcohol que portaba en mis manos - Okey iré a ver que nadie...Ups lo siento - Mi auto conversacion fue interrumpida por un fuerte torso que choco contra mí ocasionando que parte del contenido de los vasos cayera sobre mi vestido.
Continúe mi camino con pasos inestables pero seguros - Ven conmigo - Intento tomar mi brazo pero lo esquive.
- No puedo, tengo que cuidar que nadie vea - Balbuceé sin sentido y me apoye en un árbol para calmar los mareo.
- Estas muy ebria para caminar, ven aquí - Antes que pudiese alejarme caí rendida al césped y mis sentidos se apagaron.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, miré a mi alrededor y me sobresalte asustada al encontrarme en una habitación desconocía. Los recuerdos de la noche anterior golpearon mi mente bruscamente.
Con la dignidad por los suelos y el miedo recorriendo mi piel salí de la cama en busca de la salida, mientras caminaba con precaución apreciaba la lujosa casa mientras caminaba por un largo pasillo hasta llegar a unas escaleras que no dude en bajar.
Distraída me detuve al final de las escaleras preguntándome donde estaba y donde estarían mis cosas, agradecía aún estar con mi disfraz puesto, eso solo tenia significados positivos - Buenos días Olivia - Solté un pequeño grito de susto al sentir la voz de Peter detrás de mi.
- Joder que susto me has dado - Susurré para mi misma llevando una mano a mi pecho sin comprender que hacia mi profesor allí.
- Cariño no te conviene decir groserías, no querrás que tu castigo empeore - Fruncí mi ceño pero no preste mucha atención a su comentario, me preocupaba más saber la hora y pensar en una buena excusa para decirle a mi tía.
- ¿Donde estamos?...¿Y mis cosas? Mi tía debe estar preocupada debo... - Su mano tomó mi muñeca interrumpiendome para alejarme de las escaleras.
- Ve a la cocina, desayuna y hablaremos - Ordeno señalando un pasillo donde, supongo, estaría la cocina. Cargada de confusión obedecí sin poder evitar sorprenderme de la inmensidad de la casa.
Luego de algunos minutos buscando finalmente encontré la cocina, allí estaban mis otros dos profesores, Ashton y Harry, dude en salir corriendo y ocultarme bajo la cama pero no lo hice - ¿Hola? - Interrumpí su tensa conversacion, ambos parecían enojados.
- Siéntate y come, tu desayuno se enfriara - Señaló Ashton, mi vista se dirigió a la mesa y no pude resistirme a unos pancakes con miel así que me senté intentando ignorar las miradas juzgadoras.
Luego de llenar mi estómago y recuperar algo de energía estaba lista para irme - ¿Saben donde esta mis cosas? - Rompí el silencio incómodo.
- Aquí...Pero no te las daré hasta que termine tu castigo - Respondió Peter ingresando a la cocina con mi bolso en su mano.
- ¿Castigo? - Fruncí mi ceño molesta y me puse de pie con una actitud defensiva.
Ashton se acerco a mi y se posiciono a mi altura - Te crees que puedes desobedecernos e ignorarnos y salirte con la tuya...no cariño, aquí no seras una niña mimada - Tomo mi brazo bruscamente sin dejarme responder y me arrastro hasta la sala de estar.
El miedo capturo cada parte de mi ser cuando Ahston me sentó en su regazo, sabia lo que venía después y eso me hacia temblar - ¿Qué fue lo que hiciste? - Pregunto tomando mi mentó para que centra mi atención en el.
- Nada - Murmure asustada.
- ¿Nada?...Olivia antes de castigarte quiero que sepas el porqué así que dime, tu más que nadie lo sabe - Ordeno demandante mientras Peter y Harry tomaban asiento expectantes de la situación.
- ¡No hice nada que les importe! No son mis padres, no entiendo porque fingen que se preocupan por mi cuando lo único que quieren es castigarme y humillarme - Explote de ira aunque me arrepentí al instante en que vi el rostro furioso de Ashton.
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𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂
RandomOlivia cree que toda su vida está perdida ante la separación de sus padres y que nada puede ser peor que ver como su familia se cae a pedazos. La ley de Murphy toma protagonismo en la vida de la adolescente cuando sus extraños profesores se aprovech...